BARCELONA -- Joan Laporta ganó las elecciones a la presidencia del Barcelona el 7 de marzo de 2021 y al cabo de dos años su mandato es difícil consensuar si tiene más luces o sombras.
Acosado, derrumbado y dimitido Josep Maria Bartomeu en octubre de 2020, el que ya fuera presidente azulgrana entre 2003 y 2010 regresó al mando con una victoria aplastante y unas promesas concretas. No todas pudo cumplirlas...
Apelando al pasado, mantuvo que recuperaría la maltrecha situación financiera del club bajo el liderazgo de un vicepresidente económico, Jaume Giró, y un director general, Ferran Reverter, que ya no están en el Barça.
El primero se desmarcó sospechosamente tras ganar las elecciones, y el segundo, disconforme con el carácter personalista del presidente renunció a inicios del año 2022.
Para entonces ya era vicepresidente Eduard Romeu, colocado en la directiva por José Elías por haber ayudado, a última hora, a presentar los avales necesarios para acceder al cargo.
En aquellos momentos Laporta proclamaba, firme, que Lionel Messi seguiría en el Barça... Y al cabo de los meses, en agosto, anunció la marcha del astro argentino por no poder hacer frente a su salario.
La popularidad de Laporta se sobrepuso, no sin dificultades, a la salida de Messi y, también, al despido de Ronald Koeman mientras lidió, como sigue haciendo, por recuperar una situación financiera dramática en el Camp Nou, valiéndose de vender activos futuros bajo el nombre de las famosas palancas, que sirvieron para reforzar el equipo, más que estabilizar la economía de un Barça que ahora se enfrenta a la remodelación del estadio pendiente todavía de cerrar su financiación, que sobrepasará los mil millones de euros, después de haber adjudicado las obras a una empresa turca, Limak, y anunciar que el equipo de Xavi jugará la próxima temporada en el estadio de Montjuïc... Una decisión que durante la campaña electoral de 2021 había negado.
Dos años después de acceder a la presidencia con más del 54 por ciento de los votos de los socios, la imagen de Joan Laporta, también enfrentado a LaLiga por su negativa a firmar con CVC, manteniéndose firme en el apoyo a la Superliga y agobiado por el caso de Enríquez Negreira, se mantiene en el alambre...
25 AÑOS DEL VIEJO ELEFANTE AZUL
Y lo hace cuando también se cumplen 25 años de su aparición mediática en el escenario barcelonista. Porque si un 7 de marzo de 2021 ganó sus segundas elecciones, fue otro 7 de marzo, de 1998, cuando liderando una plataforma de socios llamada 'Elefant Blau' (Elefante azul) se enfrentó al entonces presidente Josep Lluís Núñez por medio de una moción de censura que no ganó, pero le puso en el plano.
Aquella tarde de sábado, en que el Barça de Van Gaal goleó por 3-0 al Real Madrid de Jupp Heynckes para relanzarse hacia el título de Liga, los socios fueron llamados a votar por la continuidad del presidente después de que la plataforma liderada por Laporta obtuviera más de 6 mil papeletas de apoyo para forzar la moción de censura.
La victoria de Núñez fue clara (apoyaron su continuidad 24 mil 863 votos contra 14 mil 358 que se mostraron favorables a su destitución), pero la imagen de Joan Laporta se catapultó al plano, convirtiéndose en un elemento capital de la oposición al viejo establishment azulgrana.
Tras ser parte capital en la dimisión de Núñez dos años después, perdió las elecciones formando parte de la candidatura de Lluís Bassat, derrotado por Joan Gaspart, pero la deriva y derrumbe del club a todos los niveles provocó un adelanto en las elecciones que celebradas en junio de 2003 le dieron su primera victoria.
De la mano de su después enemigo Sandro Rosell la candidatura de Joan Laporta ganó aquellos comicios con 27 mil 138 votos, seis mil menos de los 30 mil 184 que le apoyarían en 2021 en su regreso a la presidencia. Todo comenzó hace 25 años... Y al cabo de dos de su regreso, su figura sigue siendo tan aclamada por unos como denostada por otros. Y el Barça, el club, se mantiene en la encrucijada.