BARCELONA -- El Barcelona sobrevivió al año 2022 gracias a las ‘palancas’, palabra aparecida en el universo azulgrana para entender más suavemente lo que en realidad fue la venta de activos futuros para, principalmente, reforzar la plantilla de Xavi Hernández y, también, sacar adelante un estado financiero que Joan Laporta consideró al comenzar el año "desesperado" y que ha ido, en opinión del presidente, "mejorando" gracias a sus "medidas drásticas".
El club azulgrana, que en noviembre comenzó la demolición de la parte alta del gol sur del Camp Nou en un acelerón (se espera que definitivo) de las obras que cambiarán la fisonomía del estadio, vendió entre junio y julio el 25 por ciento de sus derechos televisivos de la Liga, por un espacio de 25 años, a la compañía Sixth Street por un montante de 522 millones de euros que le ayudaron primero a cerrar el ejercicio con beneficios y, después, a hacer frente a los fichajes de Robert Lewandowski, Raphinha y Jules Koundé, cuyo costo global ascendió a 153 millones de euros... Sin contar las variables.
Como no era suficiente, en agosto la directiva vendió un 24.5 por ciento de Barça Studios a Orpheus Media por 100 millones de euros y con esa nueva palanca, más un aval personal del presidente, se pudo inscribir la última semana del mes a Jules Koundé, que no había podido debutar en la Liga.
UN EQUIPO NUEVO
El año se acabó con el sorprendente anuncio del retiro de Gerard Piqué, quien viendo su limitadísimo protagonismo en el campo decidió dar un paso al lado. Fue el último golpe de un 2022 muy ajetreado en el equipo.
Y es que los movimientos en la plantilla azulgrana fueron moneda corriente, se podría decir que de manera salvaje, durante un año en que el vestuario sufrió una cantidad de cambios nunca vistos en el pasado.
El año comenzó con la cesión de Philippe Coutinho (el fichaje más ruinoso de la historia del club con permiso de Ousmane Dembélé) al Aston Villa. El brasileño, en mayo, fue definitivamente traspasado al club de Birmingham por 20 millones de euros...
A su salida inicial se añadió en enero la curiosa ampliación de contrato de Samuel Umtiti hasta 2026, en una operación financiera (una palanca de segunda categoría) que sirvió para poder inscribir a Ferran Torres, fichado por 55 millones de euros al Manchester City.
El delantero valenciano se sumó a una plantilla que había visto el regreso de Dani Alves (que en su segunda etapa pasó sin pena ni gloria hasta marcharse en junio) y a la que se añadió Adama Traoré, cedido por el Wolverhampton Wanderers... Al que volvió, también con más sombras que luces, al terminar el curso.
El golpe del mercado de invierno lo personalizó a última hora, ya en febrero, Pierre-Emerick Aubameyang, que fichó con la carta de libertad tras desligarse del Arsenal y firmar contrato hasta 2025.
Su excelente rendimiento hasta final de temporada no evitó que en verano fuera traspasado al Chelsea por 12 millones de euros, en una decisión más económica que deportiva.
Capítulo aparte merece la novela de Dembélé, que pasó en enero de apartado por no querer renovar a recuperado por Xavi, acabar la temporada sin renovar, quedar libre con especulaciones varias de ofertas millonarias de otros clubs... Y su 'fichaje' ya en julio, sin costo (no se habló de lo recibido en comisiones) por dos temporadas.
Al cabo de seis meses, claro, empieza otra vez a hablarse de que deberá renovarse su contrato... El cuento de nunca acabar con un futbolista cuyo rendimiento deportivo nunca respondió a la apuesta que por él se hizo y con un costo económico entre sangrante y vergonzante.
Días antes de concretarse la continuidad del delantero francés se anunciaron los fichajes, con la carta de libertad, de Franck Kessié y Andreas Christensen.
Si el danés ha dado síntomas de su buen hacer, del marfileño apenas hay noticias, hasta el punto que nadie le echaría en falta, al contrario, si se lograra traspasar.
No se logró eso pero sí una cesión de Clement Lenglet al Tottenham Hotspur, que se marchó semanas antes de que Riqui Puig, la eterna promesa, se fuera a LA Galaxy y el portero Neto rescindiera para fichar por el Wolverhampton como lo hizo Martin Braithwaite (otro fichaje inexplicable en su día) antes de firmar por el Espanyol.
Todo ello ocurrió entre los últimos días de agosto y el 1 de septiembre, cuando Sergiño Dest fue cedido al AC Milan para ocupar su lugar Héctor Bellerín, fichado sin costo tras rescindir con el Arsenal (su impacto en el club ha sido mucho menor que el del norteamericano y se da por hecha su marcha a fin de curso), solventarse la cesión de Umtiti al Lecce (pagando el Barça la mayor parte de su salario), la rescisión de Miralem Pjanic que fichó por el Sharjah y el fichaje a última hora de Marcos Alonso.
IRREGULARIDAD DEPORTIVA
El año lo comenzó el Barça perdiendo el Clásico de la Supercopa de España en Arabia (2-3) frente al Real Madrid y cayendo en la Copa del Rey (2-1) frente al Athletic Club en San Mamés... Para dar paso a una racha sensacional de 15 partidos oficiales sin conocer la derrota.
Lanzado en una persecución imposible al Rel Madrid en la Liga y solvente en la Europa League eliminando a domicilio a Napoli y Galatasaray consecutivamente, el 0-4 que logró en el Bernabéu el 20 de marzo relanzó su euforia... Antes del gran golpe.
El derbi de Barcelona terminó 1-1 con goles de Marcos Alonso y Joselu, el árbitro fue protagonista con 12 amarillas y 2 expulsados.
El 14 de abril, tras igualar (1-1) en Frankfurt, el Camp Nou fue escenario de algo nunca visto: más de 30 mil aficionados alemanes se dieron cita en el estadio barcelonista en la vuelta de los cuartos de final del torneo continental, provocando un gran escándalo alrededor del club por la venta de entradas indiscriminada y, además, el Eintracht Frankfurt venció 2-3, eliminando al equipo de Xavi y, de forma inmediata, provocando su derrumbe en la Liga.
Perdió en casa los dos siguientes choques (Cádiz y Rayo Vallecano) para entregar en bandeja el título al Madrid y acabó deseando un despertar la siguiente campaña que, de momento, mantiene su irrregularidad: solvente en la Liga, donde comparte la cima con el Real Madrid gracias a su mejor arranque en nueve años, fue eliminado de manera inesperada en la fase de grupos de la Champions.
Por segunda temporada consecutiva y por primera vez desde 1998 el equipo azulgrana quedó eliminado de la máxima competición continental, en lo que se consideró un fracaso sin paliativos.
... Y AJETREO INSTITUCIONAL
En los despachos el año 2022, el segundo del ejercicio de Joan Laporta como presidente, tampoco ha sido precisamente tranquilo. Comenzó en febrero con la renuncia de Ferran Reverter como director general por sus desavenencias con el mandatario en el modelo de gobernanza del club y acabó con el golpe recibido desde la Unión Europea, al dar a conocer el abogado general de la organización, Athanasios Rantos, su dictamen en el enfrentamiento entre la Superliga y la UEFA.
Después de varios meses de desencuentros, a principios de octubre se acordó con el Atlético de Madrid el traspaso de Antoine Griezmann por 20 millones de euros, la mitad de la cifra pactada cuando el francés fue cedido al club colchonero en una decisión que provocó críticas alrededor del Camp Nou, entendiéndose una mala operación por parte azulgrana.