Los números y rendimiento de Robert Lewandowski son un reflejo de la muerte en el área del Barcelona esta temporada en LaLiga
BARCELONA -- El Barcelona ha marcado 31 goles en las primeras 17 jornadas de Liga. Hace un año, a estas alturas de campeonato, sumaba cinco más, 36, con la figura de Robert Lewandowski (entonces y ahora) en el primer plano: En aquel momento el polaco contaba 13 goles (ninguno de penalti) y ahora apenas ha anotado ocho (dos desde los 11 metros). Los números y rendimiento, deficientes, del veterano goleador pueden no explicar el mal juego del equipo azulgrana, pero sí son un reflejo de la clasificación.
Hace una temporada, en 17 partidos, el Barcelona sumaba 44 puntos y hoy solo llega a los 34. Se dejó dos en Valencia como antes se le cayeron en Getafe, Mallorca o Vallecas. En ninguno de esos partidos (no jugó en Granada por lesión) marcó Robert Lewandowski y siendo los goles de Fermín y Sergi Roberto los que salvaron los muebles en Son Moix y Los Cármenes se demostró, también, otro grave defecto de este equipo: sus delanteros no marcan. No las diferencias... simplemente los goles que deberían.
"Debemos ser el equipo europeo con peor porcentaje de acierto cara al gol" se lamentó Xavi en la sala de prensa de Mestalla pero esa circunstancia, cierta, no aparta del escenario todos los males que agobian a un equipo que disimula sus carencias futbolísticas en esa debilidad que muestra en las áreas. Porque no es en una... Es en la dos.
Futbolísticamente el Barcelona fue más en Valencia. Al entrenador le gusta referir la palabra "pulcros con el balón" y el sábado Frenkie de Jong fue pulcro, aseado, líder y trascendente. Tanto que debió volver a Barcelona con un enfado monumental, frustrado por no servir su excelente partido para ganar.
Más allá del grosero despiste del inicio, que a punto estuvo de costar un gol ridículo (otro) que salvó un magnífico Iñaki Peña, el Barça agobió al Valencia a base de juego y aunque le costó romper la muralla local (otros cuatro remates de Robert Lewandowski al limbo, al margen del que le salvó Giorgi Mamardashvili), cuando lo hizo dio la sensación de tener el triunfo en su poder... Pero, claro, faltaba el estoque nuestro de cada día en la otra área.
CONDENA
El Barça enlazó sendos 5-0 en Montjuïc ante Betis y Royal Antwerp en septiembre y explotó su entusiasmo. Joao Félix parecía la reencarnación de Rivaldo, con Joao Cancelo nadie recordaba ya a Dani Alves y Robert Lewandowski iba camino de mejorar sus números de la pasada temporada. Desde entonces, sin embargo, el equipo de Xavi ha sido incapaz de ganar ningún partido por más de un gol de diferencia.
Y ya son 17 partidos oficiales... de los que solamente ha ganado 9 y cinco de ellos por 1-0. Lo nunca visto. Ese 1-0 del que tanto provecho sacó la pasada temporada y que ahora casi nunca es suficiente porque su portería ha dejado de ser un fortín para convertirse en una verbena.
En sus primeros 17 partidos de la Liga 2022-23 el Barcelona líder encajó solamente 6 goles (tres de ellos en el Clásico) y dejó su portería a cero en 13 encuentros. En la Liga actual el Barça lleva encajados nada menos que 19 goles, ha mantenido el cerrojo solo en siete de esos partidos.
Si al equipo de Xavi le penaliza no marcar goles, le condena encajarlos. Y, más allá del deficiente fútbol colectivo que muestra, que debería su principal razón de ser, se desangra trágicamente en las dos áreas para observar, entre incrédulo e impotente, como defender título logrado la pasada campaña empieza a ser, en diciembre, una quimera.