Jude Bellingham se robó el protagonismo en la primera vuelta, pero Vinícius y Rodrygo están preparados para repartirse la responsabilidad de hacer los goles.
MADRID -- La ausencia de un goleador de garantías abrió un debate en el Real Madrid que el mismo Carlo Ancelotti cortó de raíz, al encontrar a Jude Bellingham como la respuesta para asumir el protagonismo ofensivo tras la salida de Karim Benzema.
Las críticas culpaban a Florentino Pérez del frustrado fichaje de Kylian Mbappé, mientras le daba a Carletto un tirachinas con el que estrellarse antes de mudarse a Brasil.
El futbol da mil vueltas y volvió a demostrar que nada es matemático. En el caso de los merengues, Ancelotti prefirió callar, trabajar en silencio y apartarse para inventar una posición que implementara el papel coral de su delantera.
A la propia plantilla, según fuentes de la misma desvelan a ESPN, no le gustó el cambio de sistema. Pensaban que el nuevo 4-4-2 en el que Bellingham jugaría en la punta de rombo iba a quitarle protagonismo a Vinícius Júnior y apagaría el nivel goleador del brasileño y de su amigo Rodrygo. Y ahí están los números del inglés que, sorprendiendo a todos, se destapó en la primera vuelta como un gran goleador circunstancial para paliar la sequía blanca.
Su irrupción, afortunada para el Real Madrid, coincidió con las dos lesiones de Vinícius Jr, que le obligaron a parar. El nuevo sistema siguió su curso y animó al resto de delanteros para atreverse. Rodrygo Goes lleva siete goles, Joselu cinco, Vinícius cuatro, Brahim Díaz tres y Bellingham trece. Es la temporada en la que el gol se ha repartido más entre tantos jugadores de ataque.
Hacer olvidar a Benzema era clave, y Ancelotti lo ha conseguido. Porque nadie se acuerda del francés y pocos creen que el frustrado fichaje de Mbappé sea imprescindible. Es más, una parte importante del madridismo no cree que el francés sea imprescindible. Muchos piensan que su comportamiento fue horrible con la entidad y que Florentino no tendría que esperarle porque con Vinicius, Bellingham, Rodrygo y compañía hay de sobra, teniendo en cuenta que en verano llega Endrick desde el Palmeiras. Aún así, el Madrid seguirá intentándolo por Mbappé porque, como dice Florentino, el club del Bernabéu necesita a los mejores jugadores del mundo.
A Carlo Ancelotti se le renovó por el gran trabajo realizado. Y también por ser un hombre de club en todos los sentidos. Podría haberse quejado públicamente para cubrirse la espalda alegando que no tenía delanteros, que Bellingham era muy joven y que las bajas de Éder Militão y Thibaut Courtois lastraban al equipo. En enero el conjunto es líder en Primera y afronta una Champions League con esperanzas renovadas.