Despreciar a Pedri de esa manera debería ser motivo de abrir un debate sobre los criterios verdaderos del Balón de Oro
La elección de Pedri como número 11 en el Balón de Oro obliga a un larguísimo y profundo periodo de reflexión. El galardón, al menos tal y como está concebido hoy, no tiene sentido alguno. Veamos.
Si el Madridismo boicoteó la gala del 2024 porque Vinícius Júnior quedó por detrás de Rodri en la votación, cualquier aficionado al futbol debería haber ignorado la ceremonia desde el momento en que se conoció que Pedri no es uno de los 10 mejores futbolistas de la actualidad.
Si los privilegiados de elegir a los mejores del mundo consideran que hay 10 mejores futbolistas que el centrocampista del Barcelona, es necesario discutir los criterios de la votación y empezar de cero. Increíble. O no ven futbol en sus ratos libres o ven e interpretan este deporte de manera muy diferente, es decir, lo ven de espaldas. Todo es posible.
Al igual que Vitinha mereció más por dar orden, sentido y calidad al juego del Paris Saint-Germain, despreciar a Pedri de esa manera debería ser motivo de abrir un debate sobre los criterios verdaderos.
Rendimiento individual, títulos y comportamiento dentro y fuera del terreno de juego. En estos criterios se basa teóricamente la votación. Pues bien. El rendimiento individual de Pedri es para enmarcar y su comportamiento es ejemplar.
Tres tarjetas amarillas en toda la temporada jugando de centrocampista bien le podría valer para ser considerado el yerno que cualquier madre buscaría para su hija. ¿Títulos? Todos los nacionales de España, jugando y haciendo jugar, marcando en las finales y siendo idílico en cada uno de los partidos que disputó.
¿Y si votaran entrenadores? ¿Seguiría Pedri en la 11 posición? Ustedes ya tienen la respuesta y no dudaron ni un momento. Pedri es oro puro, del bueno y del que solo los técnicos con buen ojo saben detectar.
El centrocampista del Barcelona no se merece este Balón de Oro porque se merece algo mejor. Por eso ayer se quedó en su casa y se ahorró el viaje a París. El Barça ya tuvo mucha representación.
Y él piensa en lo que importante: seguir jugando tan bien para que los suyos y los que entienden lo sigan colocando allí arriba, con los elegidos. Pedri, perdónalos, que no saben lo que hacen...
