BUENOS AIRES -- Lionel Messi no había dejado de ser considerado el mejor jugador del mundo hace un año, pero en 2015 volverá a recibir el premio que le distingue como tal de manera oficial. Su quinto Balón de Oro FIFA.
El capitán de la selección argentina y mayor emblema del FC Barcelona en sus últimos 10 dorados años de historia, coronará así un 2015 brillante en el que ha conseguido 5 grandes títulos con su equipo. Liga, Copa del Rey y UEFA Champions League 2014-15 más Supercopa de Europa y Mundial FIFA de Clubes 2015.
Sin embargo, no todo fueron caricias para La Pulga este año. Primero, el 4 de julio, 51 semanas después de caer (0-1) en la prórroga de la final de la Copa del Mundo Brasil 2014 frente a Alemania, tuvo que digerir otra dolorosa derrota en el partido decisivo de la Copa América 2015 contra Chile, ahora por penales (4-1), tras empatar 0-0 en el tiempo reglamentado.
Después, la rotura del ligamento colateral interno de su rodilla izquierda, lesión que sufrió el 26 de septiembre en el partido vs Unión Deportiva Las Palmas en el Camp Nou. Percance que le marginó de las canchas durante exactamente 51 días. ¿Saldrá el número 51 premiado en la lotería?
Suele decir Marcelo Bielsa que un equipo debe ser evaluado por la cantidad de situaciones de gol que genera, no exclusivamente por los resultados que consigue. En la final del pasado Mundial, Argentina contó con las mejores ocasiones para consagrarse. Y en la última edición de la Copa América tuvo un excelente desempeño en la mayoría de los partidos (finalizó con 10 goles a favor y sólo 3 en contra), con lo que, a pesar de la derrota, mantuvo su prestigio y vigencia. La opinión de Bielsa se aplica a Messi.
En Argentina aún hay quien le menosprecia y hasta agravia por el hecho que todavía le falta ganar un título internacional con la selección mayor, pero la realidad marca que desde hace años, en la mayoría de sus partidos -y el calendario en nuestra época es extenuante-, Lionel Messi emula la versión México 1986 de Diego Armando Maradona. Al punto que sólo es noticia el día en que no decide la suerte de un encuentro.
Acaba de finalizar 2015 liderando la victoria del FC Barcelona frente al Betis y atrapando un nuevo récord fuera de lo común. El Barça alcanzó los 179 goles marcados en un año calendario, lo cual le convierte en el equipo más goleador en toda la historia del fútbol español tras superar los 178 anotados por Real Madrid en 2014. Logro conseguido un rato después de ofrecer a la afición culé el título de Campeón del Mundo conquistado frente a River Plate en Japón.
Lionel Messi, de 28 años, ha marcado 425 goles en 500 partidos con el Barça; ha regalado 160 asistencias; ha ganado 28 títulos; suma 49 goles en 105 partidos disputados con la selección argentina (le restan 37 juegos para igualar el récord de Javier Zanetti [142]), y está a sólo 7 tantos de alcanzar a Gabriel Batistuta (56), máximo anotador histórico de la albiceleste.
En 2015 el rosarino volvió a ser indestructible en el aspecto muscular como lo había sido el año pasado, pero superó la última aflicción que soportaba y que tanto había dado que hablar en 2014. Los vómitos, recurrentes e inoportunos en momentos en que era sometido a una alta presión como, por ejemplo, en la final del Mundial en Brasil.
En este apartado ha sido fundamental Giuliano Poser, médico nutricionista italiano al que consultó por consejo de Martín Demichelis, quien le organizó una dieta especial en la que eliminó el consumo de comida procesada para reemplazarla por comidas ricas en vitaminas, cereales, verduras, pescado y aceite de oliva.
Messi comprendió que para mantener su nivel debía dejar de ingerir gaseosas, azúcar y carnes rojas en cantidad. Ese cambio le ayudó mucho. De hecho, sin la total recuperación de su resistencia física le hubiera sido muy difícil superar en tiempo récord, por ejemplo, la severa crisis renal que amenazó el 20 de diciembre con dejarle fuera de la final del Mundial FIFA de Clubes frente a River en Japón.
Messi, que no pudo disputar la semifinal vs Guangzhou de China, abrió el marcador del 3-0 para el conjunto azulgrana a los 36 minutos y Luis Enrique, entrenador de FC Barcelona, informó en la rueda de prensa posterior al partido que Leo salió a jugar “a pesar de no poder casi mantenerse en pie”. De hecho, el técnico ensalzó sus ganas y su condición de “jugador de referencia para todos”.
En lo estrictamente futbolístico, Lionel Messi afianzó en el inicio de 2015 su regreso a la posición desde la que dio sus primeros pasos en el primer equipo del Barça hace 11 años. Ubicado sobre el costado derecho. El gol que le pinta de cuerpo entero es el que le marcó al Athletic Club de Bilbao en la final de la Copa del Rey. Maravilloso eslalon sorteando rivales, cerrado con disparo de zurda al primer palo.
En el FC Barcelona califican ese retorno a la banda como “un acto de generosidad” de Leo hacia Luis Suárez. Sea como fuere, al equipo culé le resultó sensacional el intercambio de demarcaciones, ya que el goleador uruguayo se muestra no sólo reconocible sino incontenible como delantero centro, y tanto el argentino como el brasileño Neymar, brillan con luz propia a su lado. Llegados al ecuador de 2015-16, en Catalunya ya hay una corriente de opinión que señala al tridente MSN (Messi-Suárez-Neymar) como el mejor de la historia del club.
Messi parte desde la banda, pero es importante destacar su comprensión total del juego, lo que marca su evolución como futbolista. Con ello adhirió la cualidad para saber interpretar en momentos puntuales el rol que tenía el recordado Xavi Hernández como director de orquesta. Un dato más que hace del máximo goleador absoluto en la historia del fútbol en un año natural (96 goles marcados en 2012), un jugador cada vez más completo cuyo apetito competitivo le lleva a no cansarse jamás de jugar para ganar.