MADRID -- El mediocampista Lucas Silva volvió actividad en el partido benéfico organizado por la Liga y Unicef, Champions for Life, que enfrentó este jueves en Sevilla a la Selección de Andalucía y un combinado de jugadores del campeonato español, ocho meses después de disputar su último partido con el Olympique de Marsella, donde militó a préstamo en la campaña 2015-2016, luego de que un problema cardiaco lo dejara fuera de toda actividad física hasta hace dos meses.
El brasileño fue diagnosticado en julio pasado con un “cuadro de arritmia cardiaca” cuando fue sometido a una evaluación médica antes de marcharse al Sporting de Portugal, donde militaría cedido la presente temporada. Tras ser rechazado por el cuadro luso debido a su condición, el jugador de 23 años había permanecido en la capital española monitoreado de cerca por los médicos del Real Madrid hasta finales de octubre, cuando recibió el alta médica y pudo empezar a entrenar.
Tras verse sin opciones y sin ficha -- además de no contar para Zidane -- Lucas Silva ha empezado a buscar destino fuera de la institución y muy probablemente del país. El problema para el jugador de 23 años, es su pobre bagaje desde que recaló en el Madrid como la ‘gran promesa’ del futbol brasileño y a una semana de que inicie el mercado de invierno no ha encontrado un destino a modo.
Lucas Silva llegó a la capital española hace dos años tras un polémico ‘fichaje express’ por el que el Real Madrid pagó más de 15 millones de dólares, pero se ha convertido en un incómodo dolor de cabeza para el club.
Después de fallar en la misión de adaptarse al equipo entonces dirigido por Carlo Ancelotti, se marchó a préstamo al conjunto francés con la esperanza de avanzar en su aclimatación al Viejo Continente. Pero pasó por Marsella sin penal ni gloria; apenas disputó 33 partidos y prácticamente no tuvo actividad en la segunda mitad de la campaña.