BARCELONA -- El Barcelona regresa al Calderón, en la que será su última visita en el torneo de Copa, con las dudas en el plano tras su mal partido el domingo en Sevilla y la necesidad, por encima incluso del resultado, de recuperar su tono futbolístico.
Existiendo un partido de vuelta antes de esa deseada tercera final consecutiva, al equipo de Luis Enrique le ocupa aparcar tanto los escándalos mediáticos que se repiten a su alrededor como el desatino en su juego que mostró en el campo del Betis… Y lo necesita, nada menos, enfrentado a un rival que no es cualquiera precisamente.
El Atlético de Simeone, allá por el mes de septiembre, ya sembró dudas en un Barcelona al que arrancó un empate en el Camp Nou inmediatamente después de que el Alavés venciera al campeón en el coliseo azulgrana. Pero es que, además, el equipo colchonero, al que el Barça eliminó hace dos años en la Copa, es el último que ha derrumbado los sueños europeos del conjunto catalán, eliminándole tanto en los cuartos de final de 2014 como de 2016.
BAJO MÍNIMOS
El equipo azulgrana comienza este miércoles en el Calderón su séptima semifinal de Copa consecutiva, busca enlazar su tercer título para entrar en la historia del club… Y lo hará con dos ausencias de primer orden.
Si Rafinha se sumó a los entrenamientos el lunes y entró en la lista de convocados, Busquets e Iniesta siguieron apartados del plano, no se ejercitaron y quedaron fuera de los planes de Luis Enrique. Y sin el ancla ni el enganche el Barça puede sobrevivir, pero se sabe demasiado disminuido en su personalidad.
Afrontar este asalto bajo mínimos en la situación actual no es la mejor de las noticias para un entrenador poco acostumbrado a tener que improvisar por duplicado en su centro del campo, que a pesar del vértigo del juego azulgrana se ha mostrado como una línea con piezas tan fijas como es el ataque con la MSN. Busquets e Iniesta se adivinan fundamentales en los esquemas del técnico, dado a probar con la tercera pieza, en la que la pérdida de peso de Rakitic ha ofrecido minutos indistintamente a Denis, André Gomes, Rafinha o Arda Turan… Quienes ahora, precisamente, lidiarán por ocupar los dos puestos indiscutibles.
Con Denis y Arda jugándose una plaza en la izquierda y Rakitic y André Gomes rivalizando con, quizá, la repetición de Mascherano aspirando al mediocentro, el Barça inicia en el Vicente Calderón su asalto a la que sería cuarta final de Copa consecutiva.
Cillessen en la meta (Ter Stegen descansa en este torneo), el regreso de Jordi Alba al lateral zurdo, la duda entre Sergi Roberto y el renacido Aleix Vidal, el supuesto regreso al plano de Piqué y Umtiti en el centro de la zaga y la intocable MSN en la delantera. Y con un reto fundamental.