BARCELONA – El FC Barcelona sigue cerrado en banda y no suelta prenda respecto al sucesor de Luis Enrique. El discurso oficial, firme, mantiene que el nuevo entrenador no está aún decidido y que hasta la conclusión de la temporada no se dará a conocer su nombre.
Jordi Mestre, vicepresidente del club, se refirió este martes al asunto sin desviarse ni un centímetro. “Ya dijimos que tenemos claro el perfil y estamos trabajando, pero por respeto a Luis Enrique, que todavía tiene contrato, y al equipo que se está jugando la Liga, no haremos público el nombre del nuevo entrenador hasta que lo tengamos gestionado y hasta acabe la temporada” expresó públicamente el dirigente, cerrando cualquier clase de debate…
O, al contrario, provocando que las urgencias aumenten alrededor de un Barcelona en el que se sospecha que de ser cierta esa indefinición respecto a quien debe comandar el nuevo proyecto se está perdiendo un tiempo precioso en la gestión del futuro deportivo del club.
Ernesto Valverde sigue siendo el mejor colocado y más tras conocerse el desencuentro que protagonizó Unzué con Neymar, que dejaría al descubierto que la relación del técnico navarro con la plantilla no sería tan idílica como se dio a entender en el pasado.
Sin embargo, son los movimientos de los últimos días, con el fichaje de Theo Hernández por el Real Madrid en el primer plano, lo que habría provocado mayor desasosiego en el entorno de un club alrededor del cual se multiplican los rumores de fichajes sin que ninguno llegue a concretarse mientras el gran rival muestra los primeros pasos.
A Luis Enrique le quedan tres partidos solamente como entrenador del Barça y en esta cuenta atrás se da por hecho que el asturiano ya se desentiende de las decisiones que pueda tomar el club tanto respecto a su sucesor como, más aún, la confección de la plantilla que debe decidirse con Robert Fernández, el secretario técnico que sigue sin ofrecer ninguna pista.
Pero en el club se impone el discurso del silencio. Un silencio absoluto y unánime que invita a la sospecha. Afirmando que no está decidido el nuevo entrenador se da pábulo a la crítica. Y en tres semanas, no más, el reloj ya no correrá… Volará en contra del club.