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Ernesto Valverde se siente respaldado y firme en el Barcelona

BARCELONA -- Ernesto Valverde se siente fuerte, seguro y apoyado por el club para seguir siendo entrenador del Barça la próxima temporada. Así lo expresó este sábado, descubriendo que el presidente Bartomeu le trasladó su confianza, confirmando que se siente “con fuerzas” para continuar en el puesto. Y trasladando a la directiva, al propio Bartomeu y al área deportiva comandada por Pep Segura cualquier responsabilidad respecto a su futuro.

Valverde lanzó el mensaje de manera clara y diáfana. Tiene contrato en vigor hasta 2020, con otro año opcional, y no se plantea hoy por hoy dejar el banquillo. Se sabe apoyado por el vestuario y a pesar de todo el ruido ambiental que, sabe, no está a su favor, tiene las intenciones claras. Solo una hecatombe en Sevilla, en la final de Copa, podría, quizá, hacerle cambiar de opinión. Pero eso no parece hoy probable.

“Hablé con el presidente anteayer (por el jueves) y sí, me sentí respaldado tanto por él como por el club”, explicó el entrenador azulgrana, quien se reconoció “tocado” pero advirtió, y repitió, que se siente “con fuerzas para seguir. Todos estamos tocados, pero debemos seguir adelante y pensar que nos queda un partido muy importante con la final de Copa”.

“No he vuelto a ver el partido de Liverpool”, sorprendió Valverde, asegurando que tiene “en la cabeza, muy claro” lo que ocurrió en Anfield y destacando que la eliminatoria se vino abajo en la segunda mitad. “Estuvimos en el partido para marcar en el primer tiempo... Era el objetivo: marcar y también evitar un gol rápido suyo. Eso no pudimos evitarlo pero estuvimos bien en la primera parte. Después, esos dos goles en dos minutos nos tumbaron en la lona e intentamos rehacernos, hasta que nos metieron el cuarto”, analizó el entrenador azulgrana, conviniendo que, de todas maneras, “cuando te meten cuatro goles se caen todos los análisis”.

“No creo... Y no me planteo ese escenario. De momento vamos a intentar ganar la Copa y cerrar la temporada con otro doblete y ya se verá”, respondió, seco, cuando se le inquirió por la posibilidad de que la directiva pudiera variar su postura y decidiera prescindir de él tras la disputa de la final de Copa que cerrará la temporada, destacando que a pesar de todo, “tenemos una responsabilidad con nosotros mismos y con la afición. Lo que hay que hacer ahora es dar un paso adelante como hicimos tras la derrota en Roma”.

“Hablé con el presidente”, repitió Valverde, especificando que el mandatario “me preguntó cómo estaba y yo le pregunté a él... Pero quedó claro que existe confianza”, convino, confiando en que la afición del Camp Nou les traslade su apoyo. “La afición se puede manifestar como crea conveniente. Siempre que hay un batacazo podemos hacer una recriminación conjunta pero pienso que es una oportunidad para ayudar al equipo y levantarse”, explicó el técnico, proclamando que el de este domingo “es nuestro último partido de una temporada que pienso que ha sido buena al margen de este borrón. Nuestros enemigos esperan que nos peguemos entre nosotros”.

¿Y su sensación personal? Lo explicó con un curioso símil cinematográfico: “Fue como La Gran Evasión, aquella película en que los reclusos quieren escapar de un campo de concentración. Y yo soy Steve Mc Queen, en la celda de castigo”…