Fútbol Americano
Paola Núñez | ESPN Digital 5y

Griezmann y Atlético de Madrid: Del amor al odio

MADRID -- Dos años de drama llegan a su final. Antoine Griezmann  ha quedado definitivamente desvinculado del Atlético de Madrid. Deja 120 millones de euros, tres títulos, 133 goles, y un agrio recuerdo tras una separación hostil.

Lo anunció desde mayo de manera forzada a través de un video, y acabó al borde de declararse en rebeldía después de que el Atlético le exigiera presentarse a entrenar so pena de una multa de no presentarse a trabajar.

Nadie esperaba que apareciera. Acogiéndose a su derecho a 30 días de vacaciones compró tiempo y justo el día en que el Atlético podía hacer efectiva su amenaza, los abogados del jugador acudieron a la sede de la Liga para pagar la cláusula de recisión que compra su libertad para fichar por el Barcelona.

Debían ser 200 millones, 80 más de la cifra abonada, pues el destino del jugador ya estaba decidido desde marzo.

Pero en el Atlético no podían hacer más de lo que ya habían hecho por retenerlo.

El atacante francés vistió la camiseta rojiblanca durante cinco temporadas tras su llegada procedente de la Real Sociedad en 2014 en las que dejó un saldo de 133 goles y 50 asistencias en 257 partidos disputados.

Conquistó una Supercopa de España (2014), una Europa League (2018) y una Supercopa de Europa (2018). Fue vital en dos.

Recién llegado a la institución, contribuyó con una asistencia para la victoria por 1-0 del Atlético de Madrid sobre el Real Madrid en la ida de la supercopa de España con la que asegurarían el título. No pudo disputar la vuelta, que se saldó con un empate 1-1.

Tardaría cuatro años más – con una decepcionante final de Champions League perdida entre medias - en levantar su segundo título como rojiblanco. después de que el Atlético quedara eliminado en la fase de grupos de Champions League en la temporada 2017-18, Antoine Griezmann se echó a las espaldas a un equipo que sufría de cara a puerta para pelear por el trofeo de la competición menor de la UEFA.

Marcó seis tantos, dos de ellos en la final en que el conjunto rojiblanco se impuso por 0-3 al Olympique de Marsella.

Aunque volvió a tiempo tras coronarse Campeón del Mundo para disputar la Supercopa de Europa frente al Real Madrid a principios de la campaña pasada, se vio opacado por Diego Costa, que se lució con un doblete para sellar la victoria por 4-2.

La importancia de Griezmann en el equipo de Diego Simeone quedó patente en una decisión de la directiva que, a la postre, tuvo un impacto negativo en la temporada 2018-19.

Y es que ya desde 2016, tras la decepción de Milán, Antoine Griezmann coqueteaba con la idea de buscarse un destino que le asegurara opciones reales para pelear Champions League, y con ello, el Balón de Oro, su gran obsesión. Hizo el amago de marcharse al Manchester United, pero todo quedó en un par de jugosas renovaciones sucesivas; una en 2016, tras la Eurocopa, y ora en junio de 2017, cuando su sueldo se vio duplicado hasta alcanzar los 12 millones, 10 fijos y dos en variables.

La fórmula le funcionó tan bién que al año siguiente repitió al firmar su quinto contrato con el Atlético. Después de meses de contactos con el Barcelon,a por lo menos desde finales de 2017, algo que obligó al Atlético a interponer una denuncia ante la FIFA, Griezmann anunció que se quedaba en el equipo rojiblanco a través del polémico video “La decisión”. Esas lágrimas derramadas al ser pitado por la afición; la urgencia de Diego Godín por convencer a los ‘ultras’ de dejarlo en paz a grito de “me ha dicho que se queda”, cobraron tintes de sinceridad.

Atlético, a la par, había hecho un esfuerzo descomunal por reforzar al equipo en torno a Griezmann. Pero todo ese esfuerzo trajo más quebraderos de cabeza que alegrías.

El sueldo de Griezmann (más de 20 millones) hizo estallar la escala del Atlético, que tuvo que hacer malabares para poder incorporar a otro goleador, Álvaro Morata, y cumplir con el tope salarial apenas seis meses después.

Trajo también un desequilibrio dentro del plantel, pues varios jugadores, considerándose igual de importantes pedían una muestra ‘de cariño’ similar, y otros tantos se replantearon su futuro.

Resultado: el Atlético sufrió bajas con las que no contaba y falló en la misión de levantar uno de los títulos grandes. Fue eliminado en los octavos de final de Copa y de Champions League (lo que catalizó la marcha de Griezmann), y quedó, de nuevo, en la segunda posición de la Liga.

Griezmann empezó a replantearse su “decisión” en el momento en que se dio cuenta que ni el Campeonato del Mundo le aseguraba el Balón de Oro. Y acabó por caer directamente en los brazos del Barcelona cuando la Juventus lo puso en perspectiva. A partir de entonces, el coraje y corazón del francés ya estaban en otro lado. Apenas marcó diez goles en 2019, para cerrar su última campaña como rojiblanco con 21 goles en 48 partidos.

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