Había muchas dudas sobre la conveniencia de que Diego Simeone comandara el nuevo proyecto del Atlético de Madrid este verano. El técnico argentino lo ha conseguido todo con este equipo en los ocho años y medio que lleva al frente del mismo, pero lo había hecho con una base muy definida de jugadores que comulgaba como pocos con la idea de su entrenador.
Que un estratega tan enfocado en lo táctico perdiera de una tacada a la que, perfectamente, podía ser su defensa titular --Juanfran, Godín, Lucas Hernández y Filipe Luis-- parecía un obstáculo demasiado grande de superar, incluso para “El Cholo.
Por eso se llegó a pensar que quizás era mejor pasar página y arrancar el próximo proyecto con otro capitán del barco, un hombre que trajera ideas nuevas, un brío renovado a la plantilla y que propusiera a los que debían ser los nuevos jefes del vestuario. Por suerte, esto no ocurrió.
Simeone, como ya hizo tras perder su segunda final de Champions League en tres años ante el Real Madrid en Milán, decidió seguir con el reto de volver a armar un equipo campeón en el club de su corazón y, por lo visto hasta ahora, la jugada le ha salido ganadora.
El argentino ha tenido que encontrar hasta seis futbolistas con posibilidades de ser titulares en su equipo. Las llegadas de hombres como Trippier, Felipe, Hermoso, Renán Lodi, Héctor Herrera o Marcos Llorente han puesto de manifiesto lo bien que funciona la parcela técnica en el Atlético de Madrid. No era una afrenta menor la que tenían delante, y han conseguido armar una plantilla quizás hasta mejor y más competitiva de lo que fue la del año pasado.
A expensas de que pueda llegar la guinda a un verano espectacular, con el traspaso de James Rodríguez, el joven Joao Félix ya se ha eregido como el nuevo ídolo de la hinchada tras su actuación en el Derbi ante el Real Madrid en Nueva Jersey.
El equipo colchonero se deshizo con comodidad de un irreconocible equipo merengue por 7-3 en lo que viene a ser la mejor demostración de que Simeone y los suyos están en el camino correcto.
Las dudas han quedado atrás y el Atlético de Madrid vuelve a soñar con una temporada grande. Simeone ha sabido dar con la tecla y ahora su equipo parece uno de los más temibles del continente. Obviamente, un partido de pretemporada no debe ser el único baremo para lanzar las campanas al vuelo, pero no es menos cierto que todo lo que rodea al equipo este verano parece marchar sobre ruedas.
Son esas buenas sensaciones las que hacen que los aficionados estén más ilusionados que nunca con el equipo. Mucha de esa ilusión descansa sobre los hombros de Diego Pablo Simeone, el arquitecto de esta obra y también de la revolución de este verano. Uno de los hombres más importantes de la historia del equipo colchonero.