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El no fichaje de Neymar y la cesión inexplicable de Dembélé

Opinión: Cartas desde Barcelona

BARCELONA -- Ousmane Dembélé fue el jugador que echó por tierra el deseado, o no, fichaje de Neymar por el FC Barcelona.

En toda esta novela de Neymar se han publicado, proclamado, filtrado y asegurado multitud de informaciones, datos, desmentidos y confirmaciones que han dejado tan exhausto al público como descentrados a los protagonistas.

Directos, indirectos, interesados y transmisores de esas noticias de las que, una vez cerrado el asunto (hasta la próxima ventana de fichajes), no pueden responder una pregunta tan simple como ¿qué era, exactamente, la cesión de Dembélé?

Mientras el diario L’Equipe publicaba este jueves que el francés que se pasa media vida lesionado en el Camp Nou no quiso abandonar el Barça porque jugar de azulgrana es “la ilusión de su vida” y entiende que en este club puede “ganar el Balón de Oro” nadie era capaz de explicar cuál era su papel concreto en la ‘Operación regreso’ de Neymar, días después de que Bartomeu, en primera persona, tomase un papel directo en esa operación.

El Barça ofrecía 130 millones de euros más el pase de Rakitic y Todibo, además de la cesión de Dembélé. Según una información del programa ‘Què t’hi jugues’ de la Cadena Ser, la propuesta definitiva fue de 115 millones al contado y otros 15 aplazados, el pase de Rakitic, valorado contablemente en 70 millones, y el de Todibo, valorado en 25 millones. Total de 225 millones de euros… Además de ‘la cesión’ de Dembélé.

¿Cesión por una temporada? ¿Con opción a compra? ¿Obligatoria? ¿Por cuánto? Se entiende, obvio, que el PSG se haría cargo del salario del delantero durante su permanencia en París pero no se aclaró cuál sería su futuro. Ni tan solo si él, personalmente o por medio de su atribulado representante, tenía clara que su salida del Camp Nou era por un plazo determinado o a perpetuidad… Siempre que el PSG pudiera decidir.

Se entiende, o se supone, que a partir de ahí el escenario ni era apetecible ni mucho menos agradable para Dembélé, que corría un riesgo deportivo evidente, convertido en una simple pieza de un complicado puzle al cabo de dos años de convertirse, en su momento, en el fichaje más caro de la historia del Barcelona.

Tres días después de cerrarse el mercado, con el temor sensación de que insistiendo tanto con Neymar el club azulgrana volvió a quedarse sin un sustituto de garantías para Luis Suárez, existe la sensación de que el PSG se pasó tres meses jugando al gato y el ratón con el Barça porque, en realidad, Qatar nunca tuvo la intención de verse ‘derrotado’ en el mercado con un jugador, Neymar, que siendo, o no, el crack diferencial del verano podía ofrecer una imagen de debilidad a la que no está acostumbrado.

Es posible que dentro de cuatro meses, o de diez, el PSG ponga en el escaparate a Neymar y, sea así o no, es seguro que el Barcelona volverá a ser un actor protagonista de esta película. Habrá que ver cuál será el papel entonces de Dembélé.