BARCELONA -- Ivan Rakitic ha dicho basta. Apartado del plano esta temporada, en la que apenas ha sumado 188 minutos en los primeros diez partidos oficiales con el Barcelona, nunca como titular y viéndose hasta fuera de dos convocatorias, el futbolista explotó en Croacia, concentrado con su selección, y reconoció que si su situación no cambia “tendremos que sentarnos y hablar”, abriendo la puerta, por primera vez, a una posible marcha del club.
El mediocampista croata se expresó con claridad tanto en rueda de prensa, con la selección, como en una entrevista concedida al diario ‘24sata’, donde dejó patente la incomodidad que sufre contemplando su pérdida de protagonismo en un equipo del que fue indiscutible hasta el pasado curso. “Quiero jugar y no solo disfrutar de paseos por la ciudad y la playa” solventó.
“Me quedan dos años de contrato y no hay mejor sitio que el Barcelona, el mejor club del mundo, pero yo estoy en el Barça para jugar”, explicó Rakitic, a quien el club azulgrana ya trasladó durante el verano la idea de traspasarle, lo que él no aceptó y desembocó en su actual ostracismo en los planes de Valverde.
De hecho, la actual situación del jugador en el Camp Nou se sospechaba desde hacía meses. ESPN Deportes ya avanzó en febrero que a pesar de su entonces trascendencia para el entrenador era una pieza con la que el Barça no contaba en su proyecto de futuro, lo que provocó una evidente controversia en el club para acabar, en octubre, con el croata condenado a un papel residual que encajó de entrada... Hasta hartarse.
“Haré todo lo posible por cambiar la situación en los próximos partidos y voy a pelear para que el equipo me vea preparado para salir del campo”, resolvió Rakitic, avanzando, por primera vez, que ya se plantearía un cambio de aires si las cosas siguen igual. “Si veo que nada cambia, tendremos que sentarnos y hablar de nuevo de mi situación” proclamó, mostrándose expectante con el futuro inmediato. “Está siendo duro porque quiero jugar, no solo ser parte del equipo... No sé qué vendrá ahora”, especificó.
“En verano tenía otras opciones. Hablé con gente del club y lo sabían”, desveló el centrocampista, quien se mostró especialmente “agradecido con la afición del Camp Nou por su recibimiento el fin de semana”, refiriéndose a la ovación que le dedicó la hinchada cuando entró en el campo durante el partido con el Sevilla aunque, por primera vez, dejando en el aire una permanencia que hace pocos meses ni dudaba y que, de pronto, ha descubierto podría no ser para nada segura.