<
>

Barcelona y Real Madrid: Los 'gigantes' envejecieron y apuntan a la renovación

play
¿Empieza a dejar dudas el Barcelona de Koeman? (3:43)

Alex Pareja y los expertos de Futbol Center analizan la derrota de los blaugrana ante el Getafe. (3:43)

MADRID -- El Clásico entre Barça y Real Madrid acapara todas las miradas. Desde los aficionados, hasta los jugadores, pasando por los directivos y un entorno que, en los últimos meses, ha ido investigando las causas del bajón de rendimiento de ambos clubes.

Con la plenitud de Lionel Messi pasada y con la marcha de Cristiano Ronaldo sin olvidar, ambos clubes llegan al Clásico con sendas derrotas ante Getafe y Cádiz que arrojan muchas dudas para Koeman y Zidane.

Y cuando hay dudas, ya se sabe: o renovación con jóvenes, o chequera para maquillar los malos resultados. Y en los últimos años, que para nada han sido positivos a nivel internacional para ninguno, la cosa ha ido de una forma curiosa…

Línea por línea, encontramos bastantes similitudes. El Real Madrid pasó de una portería “canterana” formada por Iker Casillas y Diego López, hasta 2014 a fichar a Keylor Navas, portero con el que se consiguieron las últimas Champions League de Zidane, y a Thibaut Courtois, que fue el portero menos goleado del año pasado en La Liga.

Ambos cancerberos tienen en común haber llegado previo pago de una cantidad y en su época de maduración plena con 28 el costarricense y con 25 el belga, cuya experiencia internacional había sido muy superior a la del tico a su edad.

En el Barça ocurrió algo parecido. Después de años con Víctor Valdés y Juan Manuel Pinto, uno canterano y otro llegado del Celta de Vigo, el Barça apostó por el futuro de un joven alemán de 23 años que llegaba del Borussia Monchengladbach.

Con 28 años, Ter Stegen ya es una realidad y uno de los mejores porteros del mundo con Neto, brasileño de 31 años, como suplente. La apuesta de ambos equipos es la de traer a porteros con proyección, pero con un mínimo de experiencia, para sus metas.

En defensa, ambos siguen una línea igual de parecida. Los culés siguen apostando por una linea formada por Piqué (33), Lenglet (25), Alba (31) y Sergi Roberto (28). La llegada de Lenglet hace dos años aportó algo de frescura a una línea continuista desde hace años.

Sin embargo, Koeman ha querido incluir más juventud con la llegada de Sergiño Dest (19) o la subida desde el filial de Ronald Araujo (21). Junior Firpo, de 24 años, llegó hace un año del Betis pero no se cuenta con él.

En el Real Madrid ocurre algo parecido. Ramos (34) y Varane (27) siguen siendo los dueños de una defensa que se completa con Dani Carvajal (28), y con Marcelo (32) y Mendy (25), que se van turnando.

La línea trasera es la misma que en los últimos cinco años, con la única novedad del lateral francés que, poco a poco, va teniendo más protagonismo. Sí es cierto que los de Zidane ha apostado por Militao (22) y Odriozola (24) para rejuvenecer una línea cuyos recambios se completan con un canterano veterano como Nacho (30), que nunca ha tenido continuidad.

El caso más “extraño” es el del centro del campo. Es la línea más diversa en ambos conjuntos. El Real Madrid sí que ha apostado por una nueva generación que ha ido completando la línea más variada de los blancos en los últimos años.

Si bien Zidane sigue dando mucho protagonismo a Casemiro (28), que es indiscutible, el resto van rotando con Kroos (30) como único fijo al lado del brasileño. El resto varían según la semana con la experiencia de Luka Modric (35) para que jugadores como MartinOdegaard (21) o Fede Valverde (22) crezcan como las apuestas que son.

En el Barça la juventud se abre también paso con urgencia. A la veteranía de Busquets (32), se le une el desparpajo de De Jong (23). Sin embargo, la presencia de los Riqui Puig (21), Pedri (17) o Carles Aleñá (22) no es la misma que los jóvenes del Real Madrid. De hecho, Coutinho ha vuelto de su cesión del Bayern con 28 años y los culés han prescindido de Arthur Melo (24 años) para fichar al veterano Pjanic (30 años).

Algo parecido pasa con las delanteras. En Can Barça, y como es normal, Leo Messi (33) sigue siendo intocable. A su lado sigue creciendo Ansu Fati, (17) único brote realmente joven de una delantera que ha apostado por los millones de Antoine Griezmann (29) o Braithwaite (29) para contrarrestar a Ousmane Dembelé (23), a quien se sigue intentando recuperar con pocas esperanzas, o a Trincao que, con 20 años, quieren que entre poco a poco en juego en el Camp Nou.

La delantera es, posiblemente, la línea más renovadora en el Real Madrid. A la veteranía de Benzema (32) se le ha rodeado de Vinicius (20), Rodrygo (19) o Jovic (22). Los tres, sobre todo los dos primeros, tienen un protagonismo constante, aunque el serbio no está cumpliendo, de momento, las expectativas.

Mariano, con 27 años, no cuenta, pero Asensio (24) sigue siendo otra apuesta firma de un club cuya delantera se completa con Lucas Vázquez (29), hombre todoterreno de Zidane.

En resumen, se puede decir que la portería de ambos equipos posee una media de edad igual en ambos caso. En defensa, con 27 años de edad media, el Real Madrid supera al Barça (25) con una zaga más veterana.

Los culés, con plantilla en mano, consiguen un 24.3 de edad media en su centro del campo, aunque incluyendo a todos los jóvenes que apenas cuentan, mientras que la medular del Real Madrid alcanza los 27 años con apenas seis efectivos. La delantera del Real Madrid, con 25 años de media, iguala a la del Barça, que también llega a esa edad.

Los datos globales están ahí, aunque en términos prácticos, es decir, contando sólo a los titulares medios de los últimos cuatro encuentros, la media por línea del Madrid baja ligeramente gracias a la apuesta blanca del centro del campo y delantera por talentos como Odegaard, Valverde, Vinicius o Rodrygo, mientras que el Barça apuesta algo más por la veteranía.

Aún así, la tendencia en ambos es parecida: combinación de estrellas consagradas que no están en su mejor momento con jóvenes talentos por los que se apuesta más a medio que a corto plazo.

Habrá que ver si esas apuestas empiezan a cristalizarse en partidos de máxima exigencia o si los veteranos siguen mandando en los partidos clave.