"Riqui Puig nos devuelve a la memoria ese futbol que hemos vivido años atrás en Can Barça. Ese ADN tan particular de nuestro juego y que es tan complejo de encontrar en jugadores concretos".
Xavi Hernández (Diario Mundo Deportivo, 2018).
La llegada de Xavi Hernández a la dirección técnica del Barcelona le devolvió el brillo a la mirada del canterano Riqui Puig, quien incluso al recibir sus primeros minutos con el nuevo entrenador lanzó el clásico “me vuelvo a sentir futbolista”.
Riqui fue ninguneado, exhibido, señalado y despreciado por Ronald Koeman durante toda su gestión en el Barça. Nunca se conocieron los motivos del holandés para atacar públicamente al centrocampista como lo hizo desde que tomó las riendas del club.
De entrada, cuando Puig acababa de recibir ficha del primer equipo, el estratega lo invitó a buscar acomodo en otro sitio bajo la advertencia de que con él difícilmente tendría minutos.
Posteriormente lo acusó de “filtrador”, declaró que tenía “muchas cosas por mejorar” e incluso en la Final de la Copa del Rey, Koeman llegó al extremo de tener a dos porteros en la banca y mandar al joven a la tribuna.
Luego de la citada pesadilla no resultó complejo para Riqui ni para nadie advertir que su carrera por fin tomaría impulso con Xavi, quien además en distintas ocasiones realizó declaraciones en las que solo tuvo elogios hacia el futbolista.
POCO CAMBIÓ Y HASTA EMPEORÓ
En términos generales existe un desconocimiento acerca del proceso de Puig desde fuerzas básicas hasta llegar al Barça B, pues en dicha categoría fue el mejor futbolista de su generación.
Riqui movía los hilos de un equipo del que era la estrella y que estaba prácticamente confeccionado para que él tuviese el mando con la pelota y la protección sin ella, aunque esto último no siempre resultó del todo, pues durante una temporada fue el jugador más golpeado de toda la liga.
Las mayores virtudes del centrocampista radican en que es un facilitador del juego, un hombre que es capaz de recibir el balón entre varios rivales desde propio campo y darle sentido, además de poseer la capacidad de clarificar entre líneas y con frecuencia colocar a sus compañeros de cara al gol.
Su fortaleza es estar siempre cerca del compañero y entrar en constante contacto con la pelota.
El aspecto defensivo a la fecha es su principal debilidad, pues no tiene ni la velocidad ni el físico para llevar a cabo una presión y robar balones, más allá de que ímpetu le sobra.
Poco más de tres meses después de que Xavi llegó al Barça, Riqui apenas ha sido titular en dos encuentros (232 minutos en total), uno de ellos por más de 15 ausencias entre contagiados de coronavirus, suspendidos y lesionados; y en el segundo (ante el Linares en la Copa del Rey) salió de cambio al medio tiempo, exhibido por la pobre actuación del equipo en esos 45 minutos.
De entonces a la fecha son ocho partidos en fila en los que no pisa el campo, y en la mayoría de ellos ni siquiera ha sido mandado a calentar por el entrenador como una posible alternativa de cambio.
Ni en los peores momentos con Koeman hilvanó tantos encuentros sin participación.
COMPETENCIA Y MALA FORTUNA
Puig tiene 22 años y no solo ha visto estancado su proceso en el Barcelona, lo más delicado es que jugadores más jóvenes con los que tiene que competir por un puesto, lo han rebasado claramente: Pedri, Gavi y Nico.
Además de que Frenkie de Jong tiene la confianza absoluta de Xavi con todo y que suele ser sumamente intermitente; y Busquets es sencillamente intocable, y es en dicha posición en donde Puig se desempeña mejor, en el centro del campo.
Que si Pedri y Gavi son mucho mejores, lo son. Se trata de dos portentos, de esas joyas que surgen muy de vez en cuando y a los cuales es prácticamente imposible encontrarles algún defecto.
Con Nico es distinto, tienen condiciones totalmente opuestas pero al entrenador le ha convencido la potencia física e ida y vuelta de este último por encima del talento y la tenencia de la pelota que ofrece Riqui.
Y ni hablar de De Jong, que puede ser el más parecido a Puig, al que supera infinitamente en rodaje y experiencia (no así en calidad), aspectos de los que nunca ha gozado el canterano.
TIEMPO DE DECISIÓN
Luego de su segundo partido al frente del Barça, Xavi fue cuestionado acerca del papel que tendría Puig bajo su gestión, y resultan reveladoras las palabras del entrenador, quien en lo que parecía un intento de elogio, acabó por desnudar las carencias del mediocampista.
"Tiene un talento innato y tiene que ser importante para el equipo como lo son Gavi y Nico. Tiene que atreverse, tiene que chutar, tiene que llegar al área, pero desde luego que contamos con él", comentó Hernández.
El panorama no es prometedor para el originario de Matadepera, considerado “el pueblo más rico de España”, pues como otro argumento en su contra se dice que tras cuatro entrenadores —Ernesto Valverde, Quique Setién, Ronald Koeman y Xavi—, ninguno ha confiado en él, salvo algunas gratas apariciones que tuvo con el segundo.
Por si fuera poco y muy a tono con los tiempos de polarización que se viven, Riqui es un personaje que divide: tiene muchos adeptos que desde hace algún tiempo claman porque se apueste por él, y numerosos detractores que lo consideran “inflado”, “sin nivel Barça” y hasta aplauden y se alegran por su inactividad.
Lo cierto es que en unos meses Puig debe decidir cuál será el siguiente paso en su carrera, y todo apunta que si no quiere engrosar la larga lista de jugadores que se aferraron a tratar de triunfar en el club y solo perdieron años valiosos, tendrá que buscar nuevos aires.
Hay vida después del Barcelona y tiene que salir a buscarla para esta vez, realmente sí volver a sentirse futbolista.