Con la experiencia de haber disputado la zona de descenso con otros equipos de la liga española, Javier Aguirre buscará no repetir los errores del pasado para salvar al Mallorca
Las derrotas ante Barcelona y Granada complican el objetivo del técnico mexicano Javier Aguirre, quien fue contratado por el Mallorca para eludir el descenso en la liga española, algo que no consiguió al mando del Leganés en el verano de 2020.
Dos triunfos y cuatro derrotas es lo que suma Javier Aguirre en su nueva incursión en el futbol de España. Debutó con derrota ante el Getafe (1-0) en la fecha 30, en un partido en el que sus pupilos se batieron en pos de la victoria; luego aprobó el segundo examen con sonado triunfo sobre el Atlético de Madrid en casa (1-0), pero en el siguiente compromiso demostró que su trabajo todavía no estaba bien cimentado al ser goleado por Elche (3-0). Después Mallorca dio cuenta del Alavés por 2-1 y alimentó la esperanza de la salvación, pero las derrotas ante el Barça y especialmente contra el rival directo por la permanencia, Granada, complican el sueño de la salvación.
Sevilla, Rayo Vallecano y Osasuna son los últimos rivales del ‘Vasco’ y sus muchachos, puntos que deberá disputar a muerte. Así que el estado de estrés de Javier Aguirre se mantendrá hasta el partido 38. Lo bueno es que el estratega mexicano se sigue acostumbrando a los retos difíciles, llámese como se llamen. Hasta hace poco sufría en la Liga MX por buscar que el Monterrey fuera protagonista; no hubo paciencia de la directiva rayada y fue cesado.
El pasado de ‘bombero’ de Javier Aguirre lo llevó de vuelta a España para seguir tronándose los dedos, aunque ahora para no descender, y ahí está, poniendo al servicio del Mallorca su experiencia de salvador de equipos, más allá de que se le haya negado uno: el Leganés, su negrito en el arroz en España.
El ‘Vasco’ ya sabe lo que es perder la categoría en el futbol ibérico. En el verano de 2020 y tras ocho meses en el timón, no pudo salvar al Leganés y en la última jornada descendió. Sin embargo, son más los clubes a los que ha sabido darles el orgullo de seguir siendo de Primera División.
¿Quién no recuerda su debut internacional dirigiendo al Osasuna?, un equipo humilde, con bajo presupuesto al que llevó a la final de la Copa del Rey y a ubicarse en el cuarto sitio de la tabla general en 2006.
Con el Zaragoza, otro equipo al que tomó, en los últimos lugares, también le dio la imagen de tozudo y en la última jornada lo alejó del descenso. Luego, con el Espanyol de Barcelona consiguió algo parecido: sacarlo de las bajas posiciones y hasta lo metió en puestos de competencia europea.
A sus 63 años, Javier Aguirre les da cátedra a muchos colegas de cómo manejar situaciones difíciles, cuando la soga la tiene hasta el cuello; desde el 2 de abril, el estratega mexicano comenzó su actual batalla de la que espera salir ileso.