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El fenómeno (Cristiano) Ronaldo en su sexta Eurocopa con Portugal

LEIPZIG (Enviado especial) -- Ya había transcurrido media hora del miércoles cuando un centenar de jóvenes traspasó el vallado de seguridad dispuesto a 100 metros del estadio y accedió hasta la salida del estacionamiento del Red Bull Arena, donde otros tantos aguardaban pacientemente por la salida del micro de Portugal

Decir “el micro de Portugal” es un tanto amplio. La mayoría de ellos, por no decir todos, solo querían ver a Cristiano Ronaldo. Menos afortunados resultaron aquellos que quedaron enfrente, aunque del otro lado de las rejas. Allí se colgó un cartel que decía: “CR7, dáme a camisola tua. Vamos Portugal”.

Finalmente cerca de las 00:40, más de una hora y media después de la agónica victoria por 2-1 sobre República Checa en su presentación en la Eurocopa 2024, el ómnibus del plantel de Roberto Martínez abandonó la cancha. En ese preciso instante, un joven vestido de jeans y la camiseta 7, vulneró el cordón policial y arrancó un pique fenomenal, con los brazos abiertos al grito de “Siuuuuuu”, esperando poder entrar en contacto con su ídolo. La maniobra, tan curiosa como arriesgada, fue apenas una muestra del fenómeno Ronaldo.

Desde Sudamérica hacia Europa, por amor al Bicho

Camilo y Andrés Torres son hermanos y llegaron desde Colombia por “el sueño de conocer a Cristiano Ronaldo”. Con la tranquilidad de contar con tickets para presenciar la presentación, toman algo frente al acceso principal del estadio.

El mayor de ellos, con la camiseta de la Selección Colombia, expresó su deseo de que CR7 los sorprenda. Y consultado sobre cómo vivirán la Copa América desde el Viejo Continente, el menor, con la casaca de Junior Barranquilla, insistió: “Lo más importante es conocer al Bicho”.

“Es un sueño que tengo, es mi jugador favorito. Por eso venimos a verlo a su último baile”, confiesa Benjamín Aguilar, quien llegó desde Chile junto a dos familiares. En el momento de la despedida, no lo dudó: “¿Puede hacer el salto?” Y por supuesto, cerró con el “Siuuuuuu” de su máximo referente.

Todos los ojos puestos en Cristiano

Cuando las pantallas gigantes mostraron el arribo de Portugal, el estadio comenzó a vibrar. La cámara seguía cada gesto de Ronaldo y en muchos hinchas ya se notaba esa ilusión de la primera vez. En el momento en el que saltó al campo para la entrada en calor, empezaron a agitarse las miles de banderas que habían sido prolijamente dejadas sobre la cabecera donde se ubicó mayoritariamente el público luso.

Durante el rondo, llegó el momento del anuncio de las formaciones. El primer gran estruendo se dio con el “Number 7, Cristiano…” que completó la gente. En su rol de líder, se acercó a Vitinha y le dio su “bendición”. Lo abrazó, le agarró la cara y le dijo algo al que terminó siendo el MVP del encuentro.

Cada intento suyo al arco que terminó en la red generó el “Siuuuuuu”. Notable efectividad del actual delantero de Al Nassr: metió dos de los tres tiros libres que ejecutó en la previa. Ya en el partido, no llegó a conectar un cabezazo con comodidad y la chance más clara la tuvo en ese primer tiempo, luego de un pase filtrado que lo dejó mano a mano. Definió cruzado y Jindrich Stanek metió la mano justo a tiempo.

En el complemento, el arquero controló su tiro libre en dos tiempos. El golazo de Lukas Provod parecía aguarle la fiesta a esa multitud ávida de gritar un gol del crack mundial. Pero si hablamos de aguar, la intensa lluvia de la noche de Leipzig ya estaba haciendo de las suyas.

Exigió con su intimidante presencia en el área chica en la jugada que culminó en el gol en contra de Robin Hranáč. Avisó con un cabezazo al poste que terminaba en gol de Diogo Jota, pero el VAR lo anuló por posición adelantada del propio Cristiano. El campeón de la Euro 2016 se lanzó al ataque en busca de la heroica y tuvo recompensa: en tiempo de descuento, Pedro Neto escaló por izquierda y mandó un centro rasante, otra vez falló Hranáč con un despeje defectuoso y el también ingresado Francisco Conceição aprovechó la pelota suelta para el 2-1.

Ya no hubo tiempo para más. Sin mostrar un gran nivel, los de Martínez consiguieron un premio a la intención. Esta vez, no hubo “Siuuuuuu” durante los 90 minutos. Sin embargo, el triunfo de Portugal quedará grabado para siempre en aquellos que pudieron cumplir su sueño. No es Ronaldo Nazario, es otro fenómeno. El fenómeno Ronaldo.