PARÍS -- El seleccionador francés, Didier Deschamps, reconoce que la plaga de bajas entre sus habituales justo antes de la Eurocopa y las polémicas declaraciones sobre racismo no se las habría imaginado "ni en la peor de las pesadillas".
"Imaginar todo lo que nos ha pasado desde el anuncio de la lista el 12 de mayo pasado, francamente, ni en la peor pesadilla creo que lo hubiera podido hacer", asegura el técnico en una entrevista que este miércoles publica el diario L'Équipe.
Deschamps señala que no quiere responder a las alusiones de racismo lanzadas por el exfutbolista Éric Cantona o el jugador del Real Madrid Karim Benzema, pero sí lo hace en lo referente a la pintada que apareció en su domicilio de Concarneau.
"Siempre he sido feliz en mi trabajo, es un privilegio ser seleccionador de Francia. Pero también soy un hombre. Estoy concentrado en mi objetivo (la Eurocopa), pero también soy padre. Tengo una mujer y un hijo, una familia que me rodea. Para ir al grano, nadie tiene derecho a tocar a mi familia", afirma.
El seleccionador indica que hace todo lo posible para que todos estos problemas no influyan en la vida cotidiana de la concentración y que él es el encargado de darles confianza y tranquilidad.
Sobre las bajas previas a la concentración (Benzema, Valbuena, Sakho, Varane, Mathieu, Diarra) el técnico afirma que "forman parte del pasado" y que "lo importante es saber adaptarse".
"Hay un grupo y luego las ausencias, por razones diversas de jugadores que estaban con nosotros hace dos años. Es molesto pero no nos vamos a parar por eso. La prioridad es ayudar a los que están para ser lo más eficientes posible. Tengo confianza en ellos", señala.
Deschamps asegura que no se siente "inquieto" por los "imponderables y los golpes duros".
El técnico reconoce que la selección "no es joven" en términos de edad pero sí "de experiencia internacional" porque pocos de ellos tienen al menos 50 partidos con la selección.
El seleccionador comenta que la gran expectación que se ha creado en Francia sobre la posibilidad de ganar el trofeo "no es negativa" porque "se necesita adrenalina, excitación" a condición de que eso no les haga caer en "el nerviosismo".
"Una gran competición, cuando el país conoce problemas sociales, permite al pueblo francés evadirse, ver espectáculo, apoyar a la selección", asegura.