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Diez razones para entender los motivos que llevan a Cavani a ganarse el corazón de la gente

Desde que el fútbol es fútbol la gente suele identificarse con algún jugador. La entrega por los colores, el rendimiento, los goles, son motivos suficientes para que los hinchas adopten a un futbolista en su corazón.

Pero hay un espacio reservado para pocos. Los ídolos. Ser ídolo es un privilegio de pocos. Y el ídolo va más allá de los aspectos futbolísticos. La gente lo elige por otras cosas. Su andar por la vida, su comportamiento, la forma de declarar, la humildad, el entregarse por la causa, la forma de actuar con los hinchas ante cada requerimiento.

Edinson Cavani tiene una extraña particularidad: ser ídolo con todas las camisetas que se puso. Ese círculo se reduce a muy pocos.

Edi es orgullo de Danubio, en Palermo los hinchas se cansaron de gritar sus goles, fue locura en Napoli, adorado en París Saint Germain por encima de Neymar, es canción en Manchester United e intocable para los uruguayos.

¿Cómo lo logró? ¿Cómo puede ser que haya dejado su huella con todas las camisetas que vistió?

Estas son algunas de las razones que llevan a Cavani a ganarse el corazón de la gente.

ENTREGA A LA CAUSA
Si hay algo que se destaca de Cavani es la entrega por la camiseta que le toca defender. Walter Zenga, el histórico golero de la selección de Italia, contó una anécdota que lo pinta de cuerpo entero. Edi llevaba más de 20 horas de vuelo encima pero, a la hora marcada, se presentó a entrenar con el primer equipo de Palermo. “Era el único que lo hacía. No se quejaba”, comentó el técnico en el libro Cavani el matador del periodista Romain Molina.

PROFESIONALISMO
Cavani vive por y para el fútbol. Al margen de ser un superdotado desde el punto de vista físico, no escatima en horas de entrenamiento. En Italia, luego de cada práctica, se pasaba dos horas en la sala de musculación. Uno de los médicos de la selección, Edgardo Barbosa, reveló que el salteño se traía de Francia los complementos nutritivos en unos frasquitos y se hacía sus preparados para facilitar la recuperación.

NUNCA FALTA
El profesionalismo va de la mano con su regularidad. Es difícil que Cavani sufra lesiones. Y cuando le ocurrió, su trabajo en la recuperación fue increíble. Sebastián Ribas, excompañero del Matador en la selección Sub 20, contó cuando Edi se lesionó una rodilla. “Se dudaba de su presencia en el Mundial, pero Edi estaba seguro de que llegaba. Se pasaba horas y horas preparándose y participó en la competición. Se recuperó a una velocidad increíble, que asombró a todo el mundo”, declaró Ribas.

El preparador físico de Napoli, Giuseppe Pondrelli, dijo en el libro Cavani el Matador: “No recuerdo ninguna lesión muscular. Dejó de jugar un partido contra el Inter por un golpe en el tobillo, pero aparte de eso, nada más”.

CARISMA
Está claro que el carisma es una parte importante del ídolo, y Cavani lo tiene. La gente tiene rápida empatía con el Matador. Su forma de ser, su entrega, su lado solidario, entre otras cosas, determinan que los hinchas lo arropen. En la medida de sus posibilidades atiende cada requerimiento. Siempre dispuesto a firmar una autógrafo o tomarse una foto. A modo de ejemplo, en 2018 cumplió el sueño de un niño del interior que quería conocerlo. Fue así como Cavani recibió a Nicolás Jara, un chico de 10 años de la escuela rural número 102 de Berachí, que fue el ganador del concurso “Un Cuento Celeste 2018”.

SU ALTURA
Cuando la vida o el juego lo pusieron en lugares complicados, Cavani jamás sacó provecho de ser una figura reconocida. Por el contrario, asumió lo que le tocó con altura. Le pasó con el accidente de tránsito de su padre y con la mala experiencia que le tocó vivir con el chileno Jara. Fue suspendido por la FIFA debido a su reacción y jamás tocó el tema, ni siquiera cuando al jugador trasandino le tocó venir a Montevideo para jugar contra Uruguay.

Otro tanto ocurrió con la situación que vivió recientemente en la Premier donde fue sancionado por un comentario que se consideró racista.

SU MENTALIDAD
En Palermo no olvidan el pasaje de Edi por el club. El preparador físico Maurizio Di Renzo, que trabajaba con Walter Zenga en el cuerpo técnico, recordó: “Normalmente intento presionar a los jugadores para que se esfuercen más, pero no a Edinson: tenía que decirle que lo hiciera todo con más suavidad. Había que frenarlo porque era una bestia”.

El kinesioterapeuta Antón Roy Fernández aportó que “Edi consiguió desarrollar una musculatura especial, parecida a la de un felino. Pasaba dos horas en la sala de musculación antes de ir a los entrenamientos y hacía lo mismo después”.

JUGADOR DE ROL
El Matador es el jugador que todo técnico sueña con tener. Es que, lejos de ponerse el saco de estrella, cumple a la perfección con la tarea que le mandan. Interpreta el rol. “Yo invito a que vean la actuación de Cavani en el partido con Inglaterra en el Mundial de Brasil; es uno de los mejores partidos de Cavani que vi desde que lo conozco. Cumplió una función táctica importantísima en la limitación del poderío del equipo rival, borró a Gerrard de la cancha o, mejor dicho, no dejándolo hacer. Cuando se aproximó al área, puso una pelota de gol. Cuando se adelantó en el campo, no la tocó él pero obligó a Gerrard a cabecearla para atrás. Fue clave. Esos jugadores démelos en la cancha, ojalá, con la posibilidad de ponerlos en la zona del campo donde más influyen; pero eso no significa borrar de un saque la chance de que en algún momento puedan cumplir otra función”, expresó Oscar Tabárez el 7 de marzo de 2017 en La Diaria.

SU FORMA DE DECLARAR
El delantero de Manchester United jamás se descuelga con una declaración fuera de lugar. Cuando el poderoso presidente del Napoli, Aurelio De Laurentiis tiró la bronca por la posición que ocupaba en cancha en la selección, jamás dijo nada. Cuando Tabárez lo dejó fuera del repechaje lloró en su casa y tragó bronca. Ahora, cuando en Manchester no lo ponen desde el arranque, no dice nada. Su hablar es pausado y medido. Piensa lo que dice y difícilmente declare en caliente.

COMPAÑERO
Otro detalle que no es menor es que no se conoce un solo compañero, de todos con los que compartió plantel, que haya hablado mal de Cavani. Durante un tiempo fue tema su relacionamiento con los mediáticos Zlatan Ibrahimovic y Neymar. Cavani jugó con ambos en París Saint Germain y se tuvo que bancar sus egos. Es más, jugó para ellos. El año pasado trascendió, de boca del defensa francés Michael Ciani, que Zlatan odiaba a Cavani, pero resulta que salió goleador del PSG con el Matador al lado.

GOLEADOR
Y finalmente un tema que no es menor: su aporte goleador. Cavani deja su huella con todas las camisetas. El gol y la entrega forman parte de su particular forma de vivir el juego. El Matador no para, no descansa en el partido. No es el delantero que espera que la pelota le llegue redondita. La va a buscar, genera espacios y colabora con los aspectos defensivos. No se le cae ninguna chapa si se tiene que tirar a los pies a barrer una pelota. Y esa entrega es reconocida por la gente. No en vano, fue ídolo en todos los clubes donde jugó.