Si todo en la vida y en el fútbol transcurriera con normalidad, José Manuel Contreras se hubiese puesto los botines para volver a entrenar con Comunicaciones durante la presente semana. Pero, las medidas de prevención decretadas por el Gobierno de Guatemala en plena crisis del COVID-19, han hecho que el referente crema tenga que esperar unos cuantos días más.
‘El Moyo’ cumple el próximo 15 de mayo la sanción de un año impuesta por la Agencia Nacional Antidopaje (ANADO), tras haber dado positivo en un control antidoping durante la fase final del Torneo Clausura 2019, cuando militaba en Antigua GFC, el campeón de aquel certamen.
Cuando el periodo de suspensión es de 10 meses a un año, el futbolista puede volver a entrenar con su club dos meses antes de la fecha de su regreso oficial, según estipula el artículo 54 del Reglamento Antidopaje de la FIFA.
La tranquilidad del ‘Moyo’
Ha esperado diez meses desde aquella fatídica tarde en la que le notificaron de la suspensión provisional. José Manuel confiesa a ESPN, que los primeros días fueron muy complicados, pero se mantuvo de pie y ahora esperar unas semanas más no es problema.
“Estoy tranquilo, muy apegado a mi familia y esperando que llegue ese día. Por lo pronto, hay que seguir las reglas por está situación que afecta a todo el mundo. Estoy contento; tener la oportunidad de entrenar con el grupo es de mucha felicidad”, dijo Contreras.
Pese a que no pudo jugar, Contreras nunca estuvo ausente. La afición no lo olvidó ni un instante y sus compañeros siempre lo mantuvieron presente, de hecho el mexicano Agustín Herrera adoptó una celebración que hacía referencia a su amigo: 'El Cabezón' Contreras, como le dicen los más cercanos.
“Cuando Agustín anotaba un gol era de mucha alegría. El apoyo que me ha dado la gente, el grupo, el Club Comunicaciones ha sido muy importante”, comentó el centrocampista.
Ensayo del retiro
‘El Moyo’ Contreras relató a ESPN cómo pasó estos 10 meses alejado de los terrenos de juego, pero compartiendo con la familia momentos que no imaginó. “Los primeros días fueron muy difíciles, pero después lo asimilé de la mejor manera. Creo que todo tiene un por qué y para mí ese por qué fue poder estar con mi familia. Pude hacer cosas que no me permitía hacer el día a día del fútbol. Estoy tranquilo, con la cara en alto, puedo salir a cualquier lugar, puedo frecuentar el estadio y ser bien tratado. Para mí eso tiene un valor fundamental”.
El experimentado jugador de 34 años, cree que este tiempo le ha servido para visualizar lo que será un futuro inminente: su retiro. “No falta mucho para dar ese paso, todo esto que pasó puede ser un aviso para cuando tenga que dejar el fútbol. Destaco haber tenido tiempo para convivir con mis hijos, para ir a traer a mi hija al colegio, estar en sus actividades, muchos futbolistas no podemos hacer eso. También destaco haber conocido personas que no tienen nada que ver con el fútbol, destaco conocer el mundo que nos espera después”.
Ahora José Manuel Contreras se enfoca en estar listo para el día que toque volver a los entrenamientos, ponerse bien físicamente lo más pronto posible y sueña el momento de festejar de nuevo con sus compañeros para recibir el cariño de la afición que nunca lo dejó durante los 10 meses alejado de la cancha.