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Los no-fans del Liverpool, encantados con la marcha de Salah

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Salah brilla en Liverpool, Haaland marca triplete y el desastre de Everton (3:32)

Premier League: las tres cosas que aprendimos el fin de semana. (3:32)

Manchester United fue humillado 3-0 en Anfield y Salah se aseguró de ser el centro del debate antes y después del partido


Se ha convertido en una tradición de la Premier League que, cuando Manchester United y Liverpool se enfrentan, sea Mohamed Salah quien acapare los titulares, y así lo hizo el egipcio el último fin de semana, dentro y fuera del campo.

Los Diablos Rojos fueron humillados 3-0 en Anfield, y Salah se aseguró de ser el centro del debate posterior al partido, ya que el hecho de que Salah atormente al United -al tiempo que se divierte- ha empezado a parecer una especie de formalidad.

Sus rivales del norte se alegrarán de no verle de vuelta cuando finalmente abandone la máxima categoría, que fue el otro elemento que se debatió tras el partido: sus insinuaciones de que ésta será su última temporada con los Reds llamaron mucho la atención.

Es, sin lugar a dudas, el jugador más letal en este famoso duelo, con 15 goles en 16 partidos entre Liverpool y United. Para que nos hagamos una idea, esta cifra supera en seis goles a Sandy Turnbull (segundo en la lista), cuyo récord se había mantenido durante más de un siglo antes de la llegada del egipcio.

Con las dos asistencias que dio el domingo, ya suma seis en esos 15 partidos, y debería haber aumentado su cuenta si no hubiera sido porque su remate con rosca fue bloqueado y desviado, y porque otro intento se marchó por encima del larguero.

Sólo Wayne Rooney ha marcado y asistido en más partidos de la Premier (36) que Salah (33), mientras que ningún jugador visitante ha marcado más goles en un solo estadio que los 10 goles de Salah en Old Trafford, un récord que iguala el botín de Alan Shearer en Elland Road durante su histórica estancia en la máxima categoría.

¿Tendrá la oportunidad de aumentar su cuenta?

Ahora que entra en el último año de su contrato, esta puede ser la última vez que veamos a Salah en Old Trafford, un hecho reconocido por el atacante en una tímida entrevista posterior al partido con Sky Sports, donde el jugador de 32 años puso el tema de su futuro sobre la mesa.

"Tuve un buen verano y tuve mucho tiempo para mí mismo para tratar de mantenerme positivo, porque como ustedes saben, es mi último año en el club", declaró Salah con indiferencia.

"Sólo quiero disfrutarlo y no quiero pensar en ello. Siento que soy libre para jugar al futbol y luego ya veremos qué pasa el año que viene".

"Hoy venía al partido pensando que podría ser la última vez", añadió. "Nadie en el club me ha hablado todavía de un nuevo contrato, así que simplemente juego esta última temporada y luego ya veremos al final de la temporada".

"No depende de mí, pero nadie me ha hablado de un contrato con el club. Ya veremos".

Después de su actuación contra el Manchester United, puede parecer una obviedad que el Liverpool ofrecerá al delantero un nuevo acuerdo, pero con un salario irrisorio -estimado en 350,000 libras por semana-, así como su avanzada edad, todavía no es una conclusión clara.

Aunque Salah parece contento y todavía muy motivado en Anfield, no le faltarán pretendientes en Europa y más allá, y aunque su impecable condición física sigue garantizando actuaciones intensas y comprometidas, esto no puede continuar para siempre.

"La mayoría de los futbolistas piensan que a los 35 años es el momento de acabar", dijo también a Sky Jamie Carragher, otro grande del Liverpool. "Creo que Mo Salah estará mirando a finales de sus 30 años y entonces eso da vueltas en su cabeza.

"Estará buscando romper todos los récords que pueda, ya sea en la Premier League o en el Liverpool.

"Creo que es consciente de su estatus y veo muy difícil ver a Mo Salah en la Liga Saudí, por ejemplo, la próxima temporada. Está jugando así de bien en uno de los clubes más grandes del mundo".

Tal vez a favor de una estancia prolongada de Salah en el Liverpool, aunque sea una teoría basada en pruebas limitadas, está la aparente facilidad con la que este equipo de Liverpool se ha adaptado a la vida bajo Arne Slot.

Es pronto, por supuesto, pero a pesar de un periodo de traspasos desigual, y del triste precedente de entrenadores que luchan por suceder a un técnico veterano, exitoso y querido, el Liverpool está superando las expectativas con el nuevo técnico y parece preparado para presentar una candidatura creíble al título.

Si el club decide que hay margen de maniobra para al menos posponer una costosa revisión de esta plantilla en 2025, entonces pueden permitirse el lujo que un Salah envejecido engulla una parte considerable de su masa salarial.

Si no es así, por muy impopular que sea la decisión, puede que estemos presenciando el comienzo del largo adiós y el último hurra de Salah en Old Trafford... al menos como Red.

Si bien fue un día para olvidar en el United, puede que la actuación del animado Amad Diallo les sirva de consuelo.

El centrocampista marfileño, que el pasado fin de semana marcó un gol contra el Brighton, fue un rayo de esperanza para el 'no-Harry-Potter', Erik Ten Hag, y podría haber causado sensación contra el Liverpool después de eliminar al equipo de Jürgen Klopp de la Copa de Inglaterra el curso pasado.

Sin embargo, el técnico holandés optó por alinear a Marcus Rashford en su lugar, provocando la ira de los seguidores del United.

En el cameo de 21 minutos de Diallo, después de sustituir tardíamente a Rashford, registró más toques en el área rival que cualquier otro jugador del United en los 70 minutos anteriores, o incluso en todo el partido.

Una prueba más de que Ten Hag no tiene un control del todo lúcido en Old Trafford, pero al menos un aspecto positivo para intentar trabajar cuando el equipo regrese de sus compromisos internacionales.

Mientras tanto, en el Chelsea...

Mientras que en el Chelsea se hablaba de los fichajes (Jadon Sancho), de los posibles (Victor Osimhen) y de los que salían por la puerta de atrás (Romelu Lukaku, Trevoh Chalobah), la firma del nuevo contrato de Nicolas Jackson pasó un poco desapercibida.

El internacional senegalés, que recibió críticas dispares en su primera temporada en Inglaterra, firmó una ampliación de contrato de dos años, que le vincula al club hasta 2033.

Si bien la prolongación de los contratos del Chelsea lo sitúa en una categoría propia, el nuevo acuerdo parece una muestra de confianza para un jugador que recibió bastantes críticas el curso pasado.

En medio de un grupo de interesantes jugadores de ataque -aunque ninguno de ellos sea un sustituto similar de Jackson-, el antillano ha demostrado hasta ahora por qué podría seguir siendo un eficaz hombre de ataque para los 'Pensioners' esta temporada.

Tras un gol y una asistencia en la humillante victoria por 6-2 sobre el Wolves, Jackson abrió el marcador en el empate del domingo contra el Crystal Palace, al rematar a gol un pase de Cole Palmer tras una rápida jugada de contraataque.

Sin embargo, como suele ocurrir con Jackson en el Chelsea, un paso adelante y dos atrás, ya que su temprana contribución se vio anulada por una serie de ocasiones desperdiciadas después de que Eberechi Eze empatara para las Águilas.

Dos veces en el tiempo añadido, cuando los de Enzo Maresca parecían tener los tres puntos al alcance de la mano, Jackson recibió un pase de gol que desperdició: primero disparó a la parte lateral de la red, y luego se lo negó Dean Henderson.

Una vez más, el héroe Jackson se convirtió en el villano, y la paciencia de Maresca podría no durar para siempre.

Dada la sonada pero fallida persecución de Osimhen por parte del club, cabe sospechar que la jerarquía de Stamford Bridge no tiene una fe ilimitada en el jugador de 23 años.