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Crystal Palace, la pesadilla de Liverpool que vuelve a atormentarlo en la Copa de la Liga

Liverpool atraviesa un presente más que complicado en la Premier, que se acrecentó con su caída el sábado ante Brentford, por 3-1. Y en ese contexto, quizá lo peor que le puede tocar es un partido contra Crystal Palace, su "bestia negra", como ocurrirá por la cuarta ronda de la Carabao Cup este miércoles desde las 16:45 (ARG, CHL, URU), las 14:45 (COL, ECU, PER), con transmisión en vivo por el Plan Premium Disney+.

Sobre el papel, Crystal Palace no deberían representar un rival tan alarmante para Liverpool. Sin embargo, el equipo al que conduce Arne Slot acumula 4 derrotas al hilo en la primera división inglesa, un registro que el club tuvo solo cuatro veces antes en la era Premier.

El historial indica que desde que el equipo londinense consiguió el ascenso en 2013 perdió 16 de los 27 encuentros que disputaron contra Liverpool en todas las competencias, incluyendo un 0-7 en Selhurst Park en 2020. Pero las veces que Crystal Palace se impuso siempre representaron golpes muy dolorosos para los de Anfield.

Glasner, el DT que tiene medido a Liverpool

Así como los números en macro ubican a los de rojo y azul muy por detrás de Liverpool, también es cierto que desde que Glasner se hizo cargo del club sufrió apenas una derrota en 5 choques, un 0-1 como local el año pasado. De hecho, la actual racha de terror de los Reds comenzó con una caída ante Crystal Palace. El 2-1 que le convirtió Eddie Nketiah en el séptimo minuto de adición, algo que hasta entonces se había vuelto una costumbre del otro lado, le hizo perder la punta a manos del Arsenal, y hasta entonces aún no puede recuperarse por la Premier.

Otro de esos cruces recientes resultó en un día histórico para Crystal Palace: la consecución de la primera Community Shield de su historia en agosto. En aquella ocasión, Liverpool presentó algunos de sus fichajes estrella, como Jeremie Frimpong, Milos Kerkez, Florian Wirtz (entonces el jugador más caro de la historia de la Premier) y Hugo Ekitike, que convirtió el primer gol del partido apenas a los 4 minutos. Pero el encargado de amargar la fiesta fue Ismaila Sarr, jugador que estuvo en carpeta del club previamente, y que selló el 2-2 final a 13 minutos del cierre. En los penales, Mohamed Salah, Alexis Mac Allister y Dominik Szoboszlai malograron sus lanzamientos y le otorgaron el título, que revalidó su previa conquista de la FA Cup en la temporada anterior.

Klopp y Gerrard, víctimas del Crystal Palace

Hay dos instancias en particular que aún pesan fuerte en la mente de los hinchas de Liverpool, que tienen que ver con quizá las dos figuras más importantes del club en el siglo XXI. Jürgen Klopp había anunciado de manera sorpresiva que iba a abandonar Anfield tras casi nueve años como director técnico a mitad de la temporada 2023/24, pero lejos de descarrilar la campaña, el plantel se potenció para intentar darle al entrenador una última gran alegría. Para la fecha 33 de esa liga, la competencia entre Arsenal, Manchester City y ellos estaba imparable, y solo 3 puntos los separaban en la cima.

Hasta que llegó Crystal Palace. Eberechi Eze abrió el marcador con un gran gol colectivo a los 14 minutos y el equipo del Sur de Londres cerró filas, lo que frustró de sobremanera a los atacantes Reds. Darwin Núñez en particular tuvo una tarde para el olvido, y Dean Henderson dio uno de los rendimientos más impresionantes de un arquero en ese curso de Premier League. Aquella derrota por 0-1 fue la última de Liverpool con Klopp, pero dio un lugar a una serie de traspiés que lo dejaron a 9 puntos del eventual campeón, Manchester City. El histórico técnico alemán se tuvo que conformar con solo una Copa de la Liga para despedirse de la institución donde hizo historia.

Esa derrota fue difícil de digerir para los hinchas de Liverpool, pero el legado de Klopp ya estaba asegurado por las transformaciones que llevó a cabo y que arrojaron una Premier y una Champions League, entre otros grandes títulos. El mismo consuelo no aplica para uno de los más grandes jugadores que vistieron la camiseta roja, Steven Gerrard, que 10 años antes sufrió un destino aún peor a manos de las Águilas.

Durante largos períodos, la temporada 2013/14 parecía destinada a ser la que iba a terminar con la sequía de 24 años sin títulos de liga en Anfield. Con una delantera telepática conformada por Luis Suárez y Daniel Sturridge, un Philippe Coutinho encendido y un líder ejemplar como Gerrard, Liverpool fue el gran animador del campeonato, donde en cada partido parecía seguro de convertir más goles de los que recibía. La ilusión que se respiraba en ese entonces, después de muchos años en los que los Reds no estaban ni cerca de pelear títulos, hizo que la caída sea mucho más dolorosa de lo normal.

La imagen que perdura en la memoria colectiva es la del resbalón de Gerrard, que le abrió el camino a Chelsea para propinar una brutal derrota por 2-0 en la fecha 36. Pero el equipo que entonces dirigía Brendan Rodgers tenía chances matemáticas de superar a Manchester City en la tabla si conseguía un triunfo muy abultado ante Crystal Palace en la última fecha. Y durante un largo tramo de ese encuentro, en que Liverpool comenzó arriba por 3-0 en 55 minutos, parecía más que posible. Sin embargo, lo que siguió fue una capitulación histórica: en un lapso de tan solo 11 minutos sobre el final del duelo, los londinenses igualaron el encuentro, y así mataron cualquier esperanza del número 8 Red de ser campeón inglés.

Con los años, Liverpool pudo exorcizar esos demonios, sumar dos Premier a su vitrina y ubicarse como uno de los mejores clubes de Europa una vez más. La década posterior también le otorgó a Crystal Palace una estabilidad en la primera división que nunca antes había gozado, coronada este año con una FA Cup y su primera campaña europea en la historia. Hoy, mientras las Águilas sueñan con dar el siguiente paso en su progresión, los de Anfield necesitan cortar con una racha que amenaza con descarrilar sus aspiraciones. Si sufren una eliminación temprana, no sería la primera vez que el mismo rival les sirva un trago amargo.