Aston Villa se quedó con un partidazo ante Brighton por 4 a 3 en el American Express Stadium, por la Fecha 14 de la Premier League. El equipo de Unai Emery consiguió su sexta victoria al hilo, se metió en el podio y en puestos de Champions League. Mientras que Dibu Martínez salió a realizar la entrada en calor como lo hace habitualmente, pero finalmente no fue de la partida.
El local tuvo un comienzo dominante y sacó rápida ventaja con el gol de Van Hecke a los 9 minutos y el posterior tanto en contra de Pau Torres, que dejó el partido 2-0 antes de la media hora. Con intensidad y presión alta, el local controló el desarrollo y generó varias situaciones, aunque también sufrió interrupciones por las lesiones de Tzimas, Van Hecke y luego Kadioglu. Aston Villa, pese a estar incómodo en el inicio, empezó a encontrar espacios y avisó con intentos de Guessand, McGinn y Konsa.
La reacción visitante se consolidó en el tramo final. Primero descontó a los 37’ con el tanto de Ollie Watkins tras una jugada iniciada por Guessand y, en el tiempo añadido, alcanzó el empate: a los 52', Watkins volvió a aparecer en el corazón del área para sellar el 2-2 después de un pase profundo de Morgan Rogers. En esos minutos frenéticos también hubo acciones claras en ambas áreas, un remate peligroso de Gruda y varias intervenciones defensivas, hasta que el primer tiempo se cerró con la amarilla a Verbruggen y un choque que quedó completamente abierto.
Aston Villa salió con decisión en el segundo tiempo y rápidamente inclinó la balanza. Tras varios avisos, el equipo de Unai Emery encontró el 3-2 a los 60 minutos con un cabezazo de Amadou Onana tras un córner ejecutado por Matty Cash. Ese tanto cambió el partido: la visita tomó el control, generó peligro constante y obligó a Brighton a replegarse. Las intervenciones de Maatsen, Guessand y Rogers mantuvieron viva la presión, mientras que los cambios buscaban sostener la intensidad en un tramo cada vez más físico.
La superioridad del Villa se confirmó con el 4-2 de Donyell Malen a los 78’, apenas ingresado, en una acción que reflejó la eficacia del equipo en el área rival. Brighton, sin embargo, no bajó los brazos y volvió a meterse en partido con el 3-4 de Van Hecke a los 83’, tras una asistencia de Hinshelwood. Aunque el local intentó reaccionar empujado por los cambios ofensivos, la visita administró la ventaja en el cierre y dejó una segunda parte cargada de ritmo, goles y emociones hasta el final.
