BARCELONA -- El Manchester City no tiene la intención de atacar el fichaje de Sergio Busquets… A no ser que Sergio Busquets le invite a hacerlo. La entrevista del futbolista a ESPN Digital en que dejaba abierta la posibilidad a volver a trabajar a las órdenes de Pep Guardiola fue tomada como una invitación al club citizen. Y su reacción no se ha hecho esperar.
De acuerdo a una información del diario SPORT representantes del Manchester City se pusieron en contacto con personas próximas a Busquets, se entiende que su manager Josep Maria Orobig, para hacerle saber su disposición a ofrecerle un contrato de crack después de ficharle, siempre en el caso que él fuera quien se mostrase abierto a abandonar el Barcelona.
Las intenciones del futbolista pasan por permanecer en el Barcelona, pero entiende que la directiva de Bartomeu no ha cumplido las promesas que le hizo en su día, viendo como en el club se toman con más urgencia asuntos de otros futbolistas. “Sergio está cómodo fuera del foco… Pero no le gusta sentirse menospreciado” advirtió a ESPN Digital una fuente cercana al club azulgrana, dando cuenta del disgusto del jugador ante la paralización absoluta en cuanto a la mejora de contrato que se le prometió en su día.
A mediados de la pasada campaña, con Bartomeu asentando las bases de su inmediata campaña electoral, Busquets prolongó su contrato hasta 2019 (con otra temporada opcional) bajo la promesa, firme, de adecuar su salario en un plazo no superior a un año. Pero el tiempo pasa…
El tiempo pasa y las dificultades financieras se multiplican en el Camp Nou. La masa salarial de la plantilla amenaza con dispararse al tiempo que firmar un nuevo patrocinio con Qatar (Pepsi, Rakuten o la lavandería de la esquina) comienza a ser una cuestión de máxima urgencia.
El “podríamos estar un año sin publicidad” que soltó el vicepresidente Vilarrubí el lunes es una auténtica majadería porque el Barcelona necesita esa inyección para que las amenazas por llevarse a Messi, a Neymar o a Busquets no pasen de eso.
“A Guardiola le debo mucho y volver a trabajar con él sería un honor” aseveró el centrocampista catalán en una insinuación que ni la matización inmediata debe servir para calmar una alarma creciente.
Y entre todo ello, el Manchester City se mantiene expectante. Guardiola es barcelonista y, como tal, no moverá un dedo para llevarse a ninguna figura del Camp Nou. Y menos a Busquets. Pero eso no significa que vaya a quedarse de brazos en el caso que sea el propio jugador el que, cansado ante el silencio del club, diera una señal.