El equipo de Londres, Chelsea, quiere ser protagonista en la próxima temporada de la Premier League y ya prepara una fortuna para atraer grandes refuerzos
Nadie gasta más dinero que Chelsea en la actual ventana de transferencia. Liberado para recontratar después del castigo de la FIFA, el club quiere eliminar el retraso y preparar el anuncio de un "paquete" para los próximos días, que sólo aumentará la cantidad de dinero invertido desde la llegada del ruso Roman Abramovich.
Los siguientes en llegar probablemente a Stamford Bridge son el lateral izquierdo Ben Chilwell (Leicester) por 50 millones de libras, los defensores Malang Sarr (Niza) y Thiago Silva (PSG), ambos libres, y el centrocampista Kai Havertz (Bayer Leverkusen) por 71,8 millones de libras.
Si estos fichajes se concretan, el Chelsea alcanzará la suma de 1.980 millones de libras esterlinas en jugadores desde la temporada 2003-04, la primera tras la adquisición de Abramovich.
Muchos nombres aparecen en la lista entre los más caros, pero no siempre con éxito. A la cabeza está el portero Kepa, que fue comprado por 72 millones de libras al Athletic Bilbao en 2018. Hoy en día, se le ve como un elemento desechable en el equipo de Frank Lampard, que apunta a otro portero.
Otros, sin embargo, han tenido una excelente relación costo-beneficio. El ex delantero Didier Drogba, por ejemplo, costó "sólo" 34,6 millones de libras en 2004 y se ha convertido en uno de los más grandes en la historia del club. Lo mismo con el portero Petr Cech, adquirido por 11,7 millones en la misma ventana.
Otra gran historia de éxito fue Eden Hazard, comprado por 31,5 millones de libras al Lille en 2012 y luego vendido por casi el triple al Real Madrid.
Para la próxima temporada, el Chelsea ya ha asegurado la llegada del centrocampista del Ajax, Hakim Ziyech, por 36 millones de libras y del delantero del RB Leipzig, Timo Werner por 47,7 millones de libras. Con esos cuatro nombres añadidos, Frank Lampard tendrá la plantilla prometida para llevar a los Blues de vuelta al título.