El equipo de Guardiola cobró venganza de la final de la FA Cup y se llevó el título que pone en marcha el año futbolístico en Inglaterra.
En un partido clásico de pretemporada, más cercano a una pachanga que a un título en juego, Pep Guardiola y su Manchester City rompieron una racha de tres Community Shield perdidas de forma consecutiva y doblegaron este sábado al Manchester United en la tanda de penaltis.
El técnico español, que había ganado dos de las últimas siete Supercopas que había disputado, vio como su City empató en el último suspiro el gol inicial de Alejandro Garnacho, y en la tanda de penaltis se sobrepuso al fallo inicial de Bernardo Silva para, tras 16 lanzamientos, sellar su tercera Supercopa inglesa.
Sin Rodrigo, Phil Foden ni Kevin de Bruyne como titulares (solo jugó el belga unos minutos), Guardiola alineó un once con muchos jóvenes, pero que dio la cara durante buena parte del encuentro.
Las primeras intentonas fueron de los 'Cityzens', con ocasiones para Rico Lewis, Oscar Bobb y un Erling Haaland más que desaparecido. El primer aviso serio lo tuvo James McAtee, uno de los canteranos con experiencia Premier tras estar el año pasado en el Sheffield United, que estrelló un disparo en el palo.
Muy alejado del área y del balón, el United no se estiró hasta pasada la media hora, cuando encontró en Amad Diallo una forma de hacer daño a la banda de Josko Gvardiol.
El marfileño fue el gran catalizador del peligro de los de Erik Ten Hag y rozó el gol tras tirar una pared con Casemiro y buscar el pase de la muerte con Mason Mount. El inglés, en la tónica de los últimos tiempos, vio el movimiento tarde y no llegó al gol cantado.
Con el paso de los minutos, el encuentro se igualó y Ten Hag dio el golpe maestro. En el minuto 60, como si de un amistoso se tratara, hizo cuatro cambios de una tacada. Quitó a Mount y dio más presencia en el área con Scott McTominay, puso de lateral a Facundo Pellistri, en lugar del cansado Diallo, sustituyó a Maguire y dio el pivote al joven Toby Collyer y, sobre todo, dio una punta de velocidad al ataque con la incorporación de Alejandro Garnacho.
El argentino fue el receptor de los pases en largo de un Bruno Fernandes al que anularon un tremendo golazo por fuera de juego. En la primera que conectaron, Garnacho dejó en boca de gol a Marcus Rashford, que, inexplicablemente, con la zurda y todo a favor se estrelló en el palo.
En la siguiente, en el minuto 82, Garnacho estuvo menos generoso. Atrapó el pase en profundidad de Bruno, recortó hacia el interior y su disparo al palo corto pareció dar la Community Shield al United.
Sin embargo, siete minutos después, una gambeta y centro de Bobb acabó en la cabeza de Bernardo Silva, que mandó el partido a los penaltis.
En la tanda, Bernardo, en el primer lanzamiento de los 'Sky Blues' revivió los fantasmas de las semifinales contra el Real Madrid del año pasado y se topó con André Onana, antes de que Jadon Sancho, en el cuarto, fallara también, como hace tres años en este mismo escenario en la final de la Eurocopa.
Con la tanda igualada, no falló nadie hasta que Johnny Evans, en el decimoquinto tiro, mandó el balón por encima del larguero. Manuel Akanji no falló el siguiente y el City, tras tres decepciones seguidas en esta competición ante Leicester City, Liverpool y Arsenal, conquistó la Community Shield.