El astro argentino Diego Armando Maradona fue el único extranjero de Napoli que se llevó el Scudetto en la temporada 1986/87. El mítico 10 fue la bandera de un plantel de italianos con el detalle de que llegó apresuradamente antes de que se anule la opción de incorporar jugadores que no sean italianos en el Calcio.
En la década de 1970, el mercado de pases del fútbol de Italia estaba cerrado al exterior, pero después de distintos debates y de que el torneo doméstico bajara considerablemente su nivel y se viera debilitado frente a ligas como la inglesa, la neerlandesa y la alemana, se reabrió la posibilidad de contratar jugadores foráneos en el verano de 1980.
Sin embargo, en la antesala de la temporada 1984/85, comenzó a instalarse la idea de dar marcha atrás con la medida de poder contratar extranjeros y distintos clubes salieron a comprar jugadores que no eran del país antes de que se hiciera oficial la decisión.
Se dio la llegada de Diego Maradona a Napoli, así como también la de Karl-Heinz Rummenigge a Inter y Sócrates a Fiorentina. Cabe destacar que se sumaron a algunos grandes jugadores que habían desembarcado en mercados anteriores como Michael Laudrup (Lazio), Michel Platini (Juventus), Falcao (Roma), Zico (Udinese) y otro importante referente del fútbol argentino como Daniel Passarella (Fiorentina).
Cada club tenía a un futbolista de primer nivel mundial, lo que volvió a convertir a la Serie A en la mejor liga de Europa. Para llegar al calcio hacía falta ser figura de la selección nacional. Era un mercado reservado a los mejores exponentes de cada país. Y en ese contexto se consagró el Napoli de Maradona.
Durante tres años en los que ganó el Scudetto y transformó a Napoli en uno de los mejores conjuntos del planeta, Maradona fue el único extranjero. En 1987 se reabrió la posibilidad de contratar jugadores que no sean italianos y eso posibilitó la llegada del brasileño Careca, desde el São Paulo, formando la fórmula MaGiCa (Maradona, Giordano y Careca).
Más allá de esos cambios reglamentarios, la Serie A de Italia era considerada como la más destacada del mundo. El ámbito en el que se dirimía qué equipo era el mejor de la época, como en los 2000 y 2010 fue la Liga española y hoy es la Premier League.
Hasta ese entonces, muy pocos argentinos habían tenido la posibilidad de destacarse en el Calcio. Antes de Maradona hay que remontarse a la primera camada que había llegado entre 1920 y 1940. Julio Libonatti fue el primer argentino en desembarcar. Procedente de Newell’s Old Boys firmó para el Torino en 1925. Por tener ascendencia italiana, el propio Libonatti defendió los colores de la Azzurra al igual que Luis Monti, Raimundo Orsi, Attilio Demaría y Enrique Guaita, campeones del mundo con Italia en 1934.
Tiempo después, Diego Armando Maradona inauguró un nuevo desembarco, que continuó con nombres como como Ariel Ortega, Diego Simeone, Juan Sebastián Verón, Gabriel Batistuta, Esteban Cambiasso, Javier Zanetti y Diego Milito.
El 10 llegó al equipo del sur de Italia en el que se convirtió en ídolo después de un paso por Barcelona en el que se esperaba más por él, aunque también marcó el camino siendo el único extranjero del primer Scudetto del equipo cuando el fútbol italiano era la mejor liga del planeta.