El futbol fue rebeldía para Junior Moreira, uno de los dos futbolistas africanos en Cancún FC, que através del balompié llegó a Liga Expansión, pese a no tener la aprobación de su padre
Junior Moreira creció en las calles de Guinea-Bissau. Ahí, entre tierra y hierbas nació la pasión por el futbol ante el desacuerdo de su padre, un militar de la fuerza área del país africano. El actual futbolista de Cancún FC logró convencer a su familia para ser futbolista y llegó al profesionalismo en Liga Expansión, donde desea jugar para el América bajo el ejemplo de su compatriota Ansu Fati.
Moreira, de 19 años de edad, dio con timidez sus primeras palabras. “Con ocho años yo empecé a jugar futbol y me la pasaba jugando”, declaró en entrevista para ESPN.
“Como todos los niños africanos, nosotros allá en la calle todo el mundo quiere jugar futbol y yo empecé así a jugar futbol. No tuve a una persona que me motivó a jugar, yo personalmente empezó(sic) a jugar futbol”.
Junior describe que las canchas donde jugaba en su infancia eran de tierra y con hierbas, pero el principal problema para aspirar a ser futbolista lo tenía en casa. Su papá, un militar de la fuerza área de Guinea-Bissau, no estaba de acuerdo con el sueño de su hijo.
“En principio a mi papá no le gustaba que jugara futbol, era pura escuela, pero yo quería jugar, yo le decía que iba a jugar. A él no le gustaba nada que jugara futbol”.
El juvenil de 19 años no desobedeció a su papá. Siguió en el estudio, pero en sus ratos libres jugaba futbol, hasta que a los 13 años le llegó una oportunidad académica en Estados Unidos, misma que sirvió para convencer a su padre.
“En mi salida para Estados Unidos me dijo ‘bueno’, yo le dije que ‘iba a estar en una buena escuela, con más condiciones y voy a jugar futbol’, ahí lo convencí, me dijo ‘ok, puedes jugar’”.
Ya en el Continente Americano conoció a un entrenador que con sus palabras lo impulso a llegar al futbol profesional. Comenzó a seguir los partidos del Real Madrid y su ídolo Cristiano Ronaldo, mismos que lo llevaron a escalar en la ambición de algún día llegar al máximo circuito, tal como su compatriota Ansu Fati.
“Es un privilegio tener a una persona como Ansu Fati, con 18 años ya está en un equipo de primera, camisola ’10’ del Barcelona, es un privilegio, así hace conocer nuestro país, porque nuestro país es un país pequeño y me da gusto. Nosotros estamos felices de tener una persona como Ansu Fati”.
A través de una agencia de representación, fue como Moreira llegó a Cancún FC, luego de jugar a nivel universitario en Colorado, Estados Unidos, pero recuerda que los primeros días en México fueron complicados sobre todo por el picante.
“Yo no sabía nada. Me sorprendí de que me dijeron que iba ir a México, pero llegué y no estaba acostumbrado. Los primeros días estaba perdido, por el clima, comida y un poco de eso”.
Moreira, fan de la música mexicana, tiene un año en las filas del Cancún FC, donde ha disputado 21 partidos con una anotación. Su aspiración por ahora es ser campeón de la Liga de Expansión, aunque no niega que sueña con ir a Europa o llegar a la Liga MX, donde tiene a América entre sus equipos predilectos.
Por la distancia, Moreira no ha visto a sus papás desde hace tres años, pero habla con ellos todos los días a través de videollamadas, donde el futbolista les cuenta el panorama que ve en México, además de que les promete que su carrera seguirá en crecimiento, pues sueña con que un día sus padres lo vean por primera vez en una cancha profesional de futbol.
“(Les digo) que es tranquilo, porque allá pensamos que eran cosas de películas, que era peligroso, pero les digo que aquí está tranquilo, aquí hay mucha buena gente, que me recibieron bien, que estoy bien y que en mi carrera voy a tratar de continuar aprendiendo para llegar más alto”.