La ‘reingeniería’ mas cocinada de la historia —60 días— resultó un auténtico fiasco protagonizado por los de siempre, los directivos del futbol mexicano.
Yon de Luisa y Mikel Arriola salieron a hacer el ridículo el martes pasado al presentar una serie de propuestas que pensaron a lo largo de dos meses, las cuales, según ellos, ayudarán al desarrollo del balompié nacional.
No hubo anuncio ni novedad alguna. Son solo intenciones, planes, maquillaje pues, que le mostrarán a los dueños de los clubes de Primera División en mayo próximo, y ellos decidirán si proceden o no.
Estas ‘mentes brillantes’ de la Federación Mexicana de Futbol y la Liga MX, se enteraron tras el fracaso en el Mundial (y todos los demás de 2022) que el torneo casero es mediocre, pues clasifican 12 de 18 equipos a la Liguilla; que hay muchos extranjeros, 10 por plantel y ocho en la cancha; que el futbolista mexicano no tiene cartel en Europa; que la multipropiedad da pie a las suspicacias; y para acabar pronto, que el negocio impera sobre la competencia.
Con tablitas, discursos vacíos y la contratación de personajes que abonarán a enriquecer la ignorancia en la FMF —Rodrigo Ares de Parga—, los directivos del futbol mexicano volvieron a dejar de manifiesto que no habrá escarmiento ni fracaso suficiente para atender los problemas de raíz y no con “propuestas” irrisorias.
Seguramente darle un premio económico al equipo que haga más puntos en un año para que haya tres campeones —aunque a la par ese equipo galardonado no será campeón—, ayudará a que la Selección Mexicana llegue por fin al quinto partido o impulsará la exportación de futbolistas.
Reducir, quién sabe para cuándo, un extranjero por equipo, ¡claro que también es una medida enérgica ante los papelones de las selecciones mexicanas el año pasado!
O acabar con la multipropiedad, pero hasta 2026, también le dará armas a jugadores, técnicos y representativos nacionales para trascender en el ámbito internacional. Ese es el nivel. Esos anuncios ‘no anuncios’ hicieron De Luisa y Arriola, quienes además desfilaron por distintas televisoras y medios para “presumir” su llamada reestructura.
Vamos, hasta Emilio Azcárraga a través de los conductores de sus noticieros que se aventaron una editorial, cuestionó las medidas anunciadas. Sí, el mismo personaje que desde hace años toma prácticamente solo las decisiones más importantes del futbol mexicano.
Hay que partir de realidades, no de supuestas buenas intenciones disfrazadas de propuestas. Si realmente se buscara un cambio sustancial en el futbol mexicano, personajes como Yon de Luisa y Mikel Arriola no tendrían cabida al mando de organismos como la FMF y la Liga MX.
Seguramente son muy capaces en otros ámbitos, pero no en el deportivo, además de que atienden a intereses directos de una televisora, no son figuras imparciales que puedan maniobrar con libertad sin estar cuidando o ejerciendo la línea que les dictan.
Arriola, por ejemplo, en su participación en ‘Futbol Picante’ hizo gala de conocer todas las estadísticas de la Liga MX —faltaba más, es el presidente—, tiene estudiado en dónde juegan los futbolistas de las selecciones campeonas del mundo, qué países exportan más jugadores, los costos y algunos otros datos; sin embargo, no pudo responder en qué ayudarán a las selecciones nacionales las propuestas que presentaron. ¿Cómo se traducirá en resultados?
Lo mismo De Luisa, que se aventó mentiras gigantescas como que Jaime Ordiales y Ares de Parga elegirán al nuevo técnico del Tricolor. O disparates tales como asegurar que México quedó fuera de los Juegos Olímpicos de París 2024 porque “futbolistas probados” tuvieron la mala fortuna de fallar penaltis en un partido ante Guatemala, ¡ante Guatemala! Y ya mejor ni hablar de que volvió a mencionar el ‘argumento’ de que solo faltó un gol ante Arabia Saudita y por eso no se avanzó a Octavos de Final en Qatar.
Tristemente nada cambiará, La Liga MX seguirá en su medianía, desconocida por completo a nivel internacional, mientras que la Selección tendrá uno que otro partido ante alguna potencia rumbo al 2026 —parece confirmado un juego ante Alemania en octubre—, pero predominarán los ‘moleros’ en Estados Unidos —ya están firmados— para que las arcas de la Federación se sigan llenando.
Sea quien sea el elegido como nuevo entrenador nacional, por sí solo no será capaz de cambiar una estructura diseñada para el éxito económico y el fracaso deportivo, así que hasta parece tema menor quien llegue.
A final de cuentas, hasta Miguel Herrera es “finalista” para volver a dirigir al combinado nacional. De ese tamaño es la supuesta ‘reingeniería’.