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A seis meses del ridículo en Qatar: 'Bomba' nueva, petardos viejos en la FMF

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El presente del Tri a 6 meses del fracaso en el mundial (4:44)

Para Rafa Ramos, nada ha cambiado en la situación del seleccionado nacional y es probable que nada cambie en el futuro inmediato. (4:44)

LOS ÁNGELES — Han pasado seis meses desde la hecatombe del futbol mexicano en el Mundial de Qatar. Sólo quedan cadáveres, putrefactos, especialmente de las promesas sin honor hechas aquel primero de diciembre, por Yon de Luisa y Jaime Ordiales.

Ambos fueron ya exiliados de la Federación Mexicana de Futbol. Hay gente nueva producto de los viejos vicios. Al aficionado mexicano le dieron dedazos de atole, pero ya no traga fácilmente.

Esa mañana del primero de diciembre en las instalaciones del club Al-Khor, le hicieron, al ya harto seguidor del Tri, promesas engusanadas de embuste, que no pensaban cumplir.

1.- Acabar con la Multipropiedad. Que hoy, seis meses después, ha sido cínicamente fortalecida.

2.- Le juraron reactivar el mecanismo de ascenso y descenso. Que hoy, seis meses después, ha sido falazmente relegado a una componenda entre directivos.

3.- Le hicieron creer que reducirían el número de extranjeros. Hoy, lejos de ello, el número de naturalizados, aumenta, y los promotores siguen siendo hienas en libertad.

4.- Le deslumbraron con regresar a torneos de Conmebol. Hoy, lejos de que eso ocurra, la Concacaf, MLS, USSoccer y SUM han confirmado al futbol mexicano como su suripanta favorita, maltratada, mal pagada, pero favorita.

5.- Le juraron al aficionado mexicano que acabarían el Repechaje. Hoy lo redujeron a cuatro involucrados en lugar de ocho. Baba de perico.

Nada ha cambiado. Sólo hay nuevos nombres, con menos pericia y conocimiento que quienes fueron segregados. Los artilugios tampoco cambian: Emilio Azcárraga Jean es el proxeneta de sus amigos, de sus caprichos y del futbol mexicano.

El nuevo presidente de la FMF ha sido un empleado y estratega de Emilio. Juan Carlos Rodríguez, La ‘Bomba’, fue ungido ante la #YuntaDeDueños (dixit Sven-Goran Etiksson) y aceptado sin que nadie retobara. Emilio puso y quitó a Yon de Luisa; lo mismo le espera a Rodríguez, y todos lo saben.

Tras la anestesia, tras el narcótico promiscuo de aquellas promesas, con el brutal cinismo del absolutismo, comienza una nueva etapa, esta vez, de cara al Mundial 2026, del cual México será el anfitrión de los pocos partidos que Estados Unidos le tiró como migajas por su respaldo.

La ‘Bomba’ empezó a armar su equipo. Este lunes se anunció la adhesión de Ivar Sisniega, un deportista especializado en pentatlón, y que, en su época de deportista activo, arremetió contra el futbol, con desprecio absoluto.

Jorge Vergara lo sumó a su proyecto al comprar a Chivas. Pronto entendió su error. Sisniega no estaba capacitado para presidir al Guadalajara, pero el cheque de OmniLife tenía los mismos ceros que su apellido. “De futbol, nada”, explicó Vergara sobre su salida de la organización.

De acuerdo al boletín oficial, llega desde la Odepa (Organización Deportiva Panamericana) a la FMF. Y evidentemente llega sin conocimiento organizacional ni de la misma Federación, ni de la Liga Mx, ni de los vicios y virtudes (si las hay) entre los clubes mexicanos.

Llega pues, Sisniega, a empezar de cero. A aprender primero, para una supuesta reestructuración total, a tres años del arranque de la Copa del Mundo 2026. Esta relación entre Rodriguez y Sisniega puede sintetizarse en un ciego guiando a otro ciego.

En la Asamblea de Propietarios o #YuntaDeDueños privó la anarquía. No hubo consenso para aprobar ningún cambio oficialmente en el proceder del futbol mexicano. Todo quedó en un rebuscado boletín, hablando de buenas intenciones, y en un informe maquillado, soso, intrascendente y aburrido, de Mikel Arriola, que la mayoría de los oligarcas ni siquiera se entretuvo en ojear ni en hojear.

Los multipropietarios consolidaron el poder feudal de la Multipropiedad, mientras dejaban, puntualmente, carta libre a promotores. El Repechaje sigue, sólo maquillado, mientras el ascenso y descenso se enquistó de nuevos obstáculos. Mucha verborrea y demagogia, y poca seriedad y dignidad en este acercamiento entre el mecenas y sus nuevos y viejos pinochos.

Seis meses, pues, y todo sigue igual. Necesario reiterarlo: Azcárraga Jean eligió a La ‘Bomba’ no para mejorar al futbol mexicano, sino, estrictamente, para mejorar las finanzas del futbol mexicano y de su televisora. Porque, necesario recalcarlo y recalarlo, a Rodriguez le entregaron el mando, pero no el poder; le entregaron el trono, pero no el báculo.

Hábil en estrategias mercantiles, avezado en negocios, especialista en lidiar con lobos financieros, Rodríguez tiene la gran tarea de reconciliar al futbol mexicano y a su selección, en medio de un hábitat que le es hoy totalmente agreste.

1.- Los más de 20 patrocinadores del Tri han llamado a cuentas a Emilio. El fracaso en Qatar los golpeó de manera brutal. Las expectativas de ventas de Adidas, se vinieron por los suelos. A estas alturas, ya estaría presentando una nueva camiseta para la Nations League y la Copa Oro. Ahora parece que deberán esperar hasta la Copa Panamericana 2024.

2.- La repulsa de la afición. En el amistoso con Estados Unidos en Phoenix, los seguidores acudieron, pero más por un fenómeno de catarsis que de devoción. #ElGrito regresó y quedó impune. Ese es un logro de Yon de Luisa, garantizar que a ese dichoso alarido se le considere oficialmente por FIFA, y sólo para México, como un acto irreverente del folklor del país.

3.- Ante semejante escepticismo, La Bomba pretende desarrollar un nuevo plan maestro para involucrar a la selección con una interacción más sólida y constante con los patrocinadores y los aficionados. Pero, para ello, necesita de victorias, de trofeos, de actuaciones deslumbrantes.

Por eso, Diego Cocca y el infausto Rodrigo Ares de Parga saben que, si no vencen a Estados Unidos en la Nations League y si no ganan la Copa Oro, deberán empezar a circular sus hojas de vida en otras latitudes.

Nada ha cambiado, pues. Y no es sólo por los seis meses de ocultar los desechos tóxicos de la FMF, sino que las promesas de reinventar al futbol mexicano, tras cada fracaso cuatrienal, sugieren la intocable proclividad a nuevos fracasos.

Nadie como Octavio Paz entendía la fobia a una metamorfosis en el mexicano: “Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio”. Vigente, aún 40 años después.