El arranque de la Fecha 8 de la Liga MX fue una jornada en las que el muerto se equivocó de cadáver... y el vivo también
PASADENA -- De cuando en cuando, hay jornadas así, como la Fecha 8 de la Liga MX. Jornadas en las que el muerto se equivocó de cadáver... y el vivo también.
1.- Cruz Azul con la cruz de cabeza: un autogol, día aciago de Gonzalo Piovi (errores en goles y roja al ‘74), y los propios postes celestes convertidos en los mejores asistidores del rival. Le clava tres el austero Atlético de San Luis, que llegaba con la palidez de la inconsistencia. Un partido emotivo, accidental y accidentado, con los potosinos alebrestados y el #ShinkansenAzul termina siendo de nuevo La Máquina atorada en el andén de lo impredecible. Insisto, un accidente, cuando recibes la misma cantidad de goles que sumabas en siete fechas.
2.- América sacó (en términos del cronista Ángel Fernández), a algunos de sus muertos, heridos y desaparecidos del limbo, y los tuvo en la cancha. Y a un equipo que se había vuelto seriecito, con sólo un gol por partido en promedio, le encaja tres y pudieron ser más. Brian Rodríguez pasó a ser la versión que quiere Marcelo Bielsa con Uruguay, se robó el partido, y Coapa aprovechó que Gaddi Aguirre se gana la roja y deja colgado al Atlas con diez. Y ya como un acto obsceno de presunción, de balandronada, América hace cambios con cuatro seleccionados nacionales de tres distintos países: Henry Martín, Víctor Dávila, Alejandro Zendejas, y el contrito Kevin Álvarez, quien jura y perjura que se ha arrepentido de todos sus pecados, y sustituyó al lesionado Israel Reyes.
3.- Y hablando de inquilinos de La Morgue, entre su propia autopsia, aparece Querétaro a humillar a Tigres. 1-0, pero es humillación, ante la diferencia de plantel, y el dominio abrumador de los felinos: 75% de posesión, 22 disparos a portería y 14 tiros de esquina. Y el gol lo hace Franco Russo, un gambusino de fracasos en tristones torneos europeos, y que en 15 años de carrera había marcado diez goles, y el once lo hace ante Tigres. Y mientras los prófugos de la rosticería queretana meten a la cancha a prácticamente cinco devaluados, Tigres recurre a un delantero de prestigio como Nico Ibañez, dos prospectos como Marcelo Flores y Ozziel Herrera, y dos sólidos confiables, como Juan Pablo Vigón y Jesús Angulo. Sí, el Diablo anduvo suelto.
4.- Inimaginable que Pachuca, en su dolorosa y doliente transición, y habitando la fosa común de la MultiPropiedad, termine arañando un punto al segundo mejor equipo de México, el Toluca. La defensa del infierno vuelve a las andadas en los goles de Pachuca, incluyendo un titubeo de Tiago Volpi. Con un hombre más, los Diablos Rojos (roja a Jorge Berlanga a los 80’), y con todo su incuestionable poder ofensivo, no pudo revolcar el marcador, para conseguir ese triunfo que los habría puesto como líderes generales.
5.- Y en el caso de Pumas, decidieron bajar del cadalso a su entrenador. Gustavo Lema ya sale a la cancha con la guillotina hambrienta sobre su pescuezo. Pero esta vez, hubo rebelión para rescatarlo. El agobio de Pumas se explica más por la abulia y el pánico del Puebla, que por una sublevación exquisita de los universitarios. Memote Martínez rescata a su técnico, pero además las cifras son abrumadoras: 23 disparos y 73 por ciento de posesión. Ni cómo salvar a un Puebla que vendía ilusiones frágiles, tras sumar siete de nueve puntos posibles, pero ante equipos en su misma condición de miseria: América en su peor momento, además de Querétaro y Mazatlán, estos, dos de los equipos parásitos de la MultiPropiedad, como lo son los mismos camoteros.
Sí, eso fue el arranque de la Fecha 8: una jornada en las que el muerto se equivocó de cadáver... y el vivo también.
Continúa este miércoles, con Chivas que saca a Chicharito de su misterioso sarcófago para meterlo ante León, además de Necaxa visitando a Mazatlán y Juárez a Rayados. Que llamen a los exorcistas.