Este equipo en el que participó Daniel Osorno fue el que jugó la Semifinal contra Pumas. El equipo me lo dieron el 20 de diciembre y el torneo arrancaba los primeros días de enero.
Mi única condición que puse era que la directiva limpiara el equipo, mismo plantel que yo había dirigido hasta septiembre y después llego el Sr. Mario Carrillo.
En los tiempos de pretemporada, el equipo había ido a Acapulco, pero no tenía técnico, entonces la preparación no fue buena. Yo pedí que solo se quedaran18 jugadores, mismos que habían logrado el ascenso. Ya después, en los 15 días que faltaban para el arranque, podían incorporarse los refuerzos.
En los primeros entrenamientos, no recuerdo quien me recomendó a Daniel. Él estaba en la última temporada en algún equipo de la MLS, pero sin actividad. Llegó fuera de ritmo o con sobrepeso. Era Osorno, pero fuera de forma.
Era obvio que así no podía funcionar, pero él tenía muchas ganas de participar con nosotros. Le pregunté al grupo de los 18 jugadores cuál era su opinión del jugador. Todos comentaron que se tenía que poner en forma física, pero que no tenían problema con su persona. También recordar que este equipo tenía que hacer 27 puntos o más para salvarse del descenso, misión casi imposible.
Cuando me entrevisté con Daniel, le hice saber de sus condiciones físicas y entonces le dije que lo contrataba por día. Él entrenaba y terminando el día, me preguntaba si venía al otro día. De esa manera lo hicimos durante los primeros cinco días. Después de ese tiempo, le dije que sería por semana. Al cabo de dos semanas y ya con el torneo en puerta, el trato fue por mes: si no respondía en el mes, se le pagaba el tiempo y se anulaba el contrato que tenía con el club.
Al final de la temporada, fue fundamental su participación en todos los aspectos, fue pieza fundamental en la cancha y afuera de ella, con sus nuevos compañeros. Me acuerdo mucho de su esposa que tenía una fábrica de dulces en Guadalajara y cada oportunidad que tenía, nos traía una gran dotación de producto.
Terminando el torneo y nuestra participación en la liguilla, recibió una muy buena oferta del Atlas, que era el equipo que lo dio a conocer. El Puebla se salvó, Daniel nos ayudó mucho y regreso al equipo de sus amores: todos salimos ganando en lo que parecía que no tenía futuro. Con un contrato por día, resultó una gran oportunidad para todos.
Gran persona Daniel Osorno.