Hoy, el escrito versa sobre dos temas que se dieron en el último mes.
En una emisión de Fútbol Picante, me preguntaron mi opinión sobre si algún representante o promotor pudiese ser propietario de un equipo. Mi respuesta fue tajante: NO.
Al cabo de esa respuesta, con su correspondiente explicación, tengo que reconocer que mi argumento fue muy pobre. Ahora, tengo la oportunidad de rectificar. Los señores Taylor y Velarde, de todos conocidos como representantes o promotores de jugadores y técnicos, con un mercado grande dentro de nuestro futbol, con éxito en su trabajo de oficina; por supuesto que sus utilidades dentro de su trabajo las pueden invertir o gastar en lo que quieran. Están en todo su derecho de así hacerlo.
En esta última inversión-compra del equipo Querétaro, la FMF ha puesto candados para hacer estas transacciones de una forma limpia y transparente en cuanto a que los dineros destinados a este fin sean limpios y a que los personajes inmiscuidos tengan la solvencia moral y económica.
Quiero entender que estos dos puntos fueron aceptados por el organismo rector. Lo que no queda claro es el apartado en el reglamento, en el cual se dice que ningún promotor o representante puede aparecer en operaciones de compra o venta de franquicias. Estos señores señalan que llevan dos años sin efectuar ninguna operación y en esa aclaración viene el sustento de mi afirmación: claro que sí pueden comprar un equipo, pero por supuesto que han hecho en los dos últimos años operaciones con jugadores en su calidad de promotores. Simplemente, de los 12 jugadores que llegaron al Querétaro procedentes del Atlante, y que ellos administraban, son jugadores que ellos mismos representan, tirando la afirmación que en los dos últimos años no hicieron transacción alguna.
Si la FMF lo acepta, su motivos tendrá, pero los hechos no se apegan al reglamento tantas veces violado en múltiples circunstancias. La última ocasión que da fe a estas violaciones del reglamento, es el por qué Mazatlán es autorizado a jugar en un estadio cuando su directiva, al día de hoy, no tiene firmado el comodato del gobierno de Sinaloa para el uso de esta instalación. Con estos dos ejemplos, la veracidad de la máxima autoridad dentro del fútbol, decrece ante los ojos de la afición.
Renuncia de Miguel González ‘Míchel’
A tan solo 3 días del inicio de la temporada Guardianes 2020, el técnico de Pumas da un paso de costado después de dirigir 34 juegos con 13 ganados, 10 empatados y 11 perdidos, con un promedio de efectividad del 48%. En su carrera como técnico lleva un 54% de productividad.
Las ocasiones que lo he escuchado, me da la imagen de una persona educada, correcta y que dice cosas que más que a él, le pertenecían a la directiva declarar. Él desde su llegada, se pronunció en un proyecto de 3 años, en el cual se tenían que poner las nuevas bases de la institución fortaleciendo la cantera y la alineación de estos jóvenes. Entiendo que este proyecto iba de la mano de jugadores que arroparan a los nuevos.
Como consecuencia de esta pandemia, los jugadores estructurales de la institución tienen que salir por el poco flujo de dinero con que se cuenta. Esto provoca que el plan inicial ya no tenga soporte. Si a esto le sumamos la inconformidad del plantel por la reducción de salarios, el poco espacio que tenía el técnico para ejercer presión y defender a sus jugadores, los roces constantes con su director deportivo, algún problema familiar que solo al técnico le concierne, más alguna oferta que tenga en la liga española; lo llevó a dar ese paso de costado, que totalmente entiendo y apoyo. El fútbol tiene muy poca memoria y lo platicado y acordado en mayo, ya no tiene validez en julio.
El técnico que llegue tendrá que aceptar todos los puntos a los que 'Míchel' dijo que no, pagando los platos rotos de esta gestión. Los técnicos no son magos y no están capacitados para hacer lo imposible. Candidatos para tomar el nuevo proyecto hay muchos; tantos como el porcentaje que esto no va a caminar a corto o mediano plazo.