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Chivas femenil vs. Chivas varonil

Este análisis no tiene nada que ver con género, solo es un comparativo del porqué al Guadalajara femenil le va bien, y al varonil le va mal

MÉXICO -- Este escrito nada tiene que ver con género, simplemente una idea y un comparativo del porqué a unos nos les va bien y a las otras les va estupendamente. También, dejar claro que cuando hablo de Chivas varonil, también me refiero al Tapatío, equipo que tendría que ser la última escala en el proceso de formación Sub-20 y Sub-17, en esta idea, van más pegados a lo que sucede con el equipo femenil.

En esta temporada, Guard1anes 2020, salta a la vista lo poco agradable que resulta ver un partido del equipo mayor de Guadalajara; nada que ver con la inversión que se hizo, con cambios de técnico de excelente calidad, el que estaba y el que llegó, con un director deportivo que en condiciones menos favorables, llegó al America y triunfó.

Partidos pasan y pasan y el no tener un juego definido en cuanto a su estilo, en cuanto a sus formas, en cuanto a una alineación que se repita y que provoque mayor entendimiento, da como resultado 19 puntos en 13 juegos, 12 goles a favor, octavo lugar de la tabla, y muy poca ilusión de sus millones de seguidores.

Del Tapatío, la cosa esta peor. Un equipo con un gasto significativo, que sus elementos tendría que dar el último estirón para tomar un lugar en el primer equipo, y de esa forma dejar de pagar por jugadores normales, una millonada, no veo a corto o a mediano plazo un solo elemento que podría pasar a nómina del primer equipo.

Quizá el joven Martinez, centro delantero, pero que sufrió una lesión muscular hace tres juegos. Después de escribir lo anterior, me encuentro con Chivas Femenil, con una directora deportiva nueva, Nelly Simón, y un entrenador salido de la Sub-15, con ninguna experiencia en el entrenamiento de mujeres.

Ves la tabla, llevan 8 ganados y un empatado, 26 goles a favor, primer lugar igualados con Tigres; pero lo principal para mí, con un gran entendimiento y orgullo del uniforme que portan, el de CHIVAS. Verlas jugar tiene que ser para la institución, un bálsamo, un vaso de agua en el desierto, una satisfacción al legado del señor Jorge Vergara y un ejemplo a seguir por todos los integrantes, sean hombres o mujeres.

Algo tiene que estar sucediendo para que se dé esta gran diferencia. Platico, pregunto, investigo a mi manera el porqué de lo que veo semana a semana y llego a la conclusión, que en ellos, no saben dimensionar en dónde están parados, porque vienen de afuera, porque se suben a un 'ladrillo' y se marean y porque nadie les ha hecho entender lo grande que es la institución.

Tapatío, al ser un equipo nuevo dentro de la organización, sus componentes están por estar, muchos formados en su cantera y después prestados, pero con la formación de este plantel, a su regreso, lo toman como un premio y no como la oportunidad de pertenecer y emborracharse de historia, que pocas instituciones les pueden dar.

Entonces, aparece el equipo femenil, con una directora deportiva salida de los medios de comunicación, con un técnico salido de la cantera y con tan solo 32 años y los más importante, con un grupo de jugadoras con el sueño cumplido de estar en profesionalismo en el equipo que siempre soñaron: CHIVAS.

Todo esto se resume al que solo quiere estar y a las que estar no les basta, ellas quieren pertenecer y conjugan 'el yo pertenezco', 'el tú perteneces', 'ella pertenece', 'nosotras pertenecemos', 'vosotras pertenecéis', 'ellas pertenecen'. La solución la tienen en sus instalaciones, en el campo de junto.