Julio Furch llegó al Atlas por su experiencia en equipos al borde del descenso; mientras que Alejandro Irarragorri convenció a Camilo para defender la portería rojinegra
Este es el fin a una historia de 70 años sin campeonatos… de un Atlas que siempre fue una excelente Academia para jóvenes talentos y que necesitó de la complicidad de un argentino, Julio Furch, y colombiano, Camilo Vargas, para acabar con siete décadas de manos vacías.
A Camilo Vargas lo fue a convencer Alejandro Irarragorri, según confesó el hermano del cafetalero, para que viniera a un equipo que pretendía una "transformación", para terminar con 70 años de promesas e infamias.
A Furch lo trajeron por tener la piel curtida en la lucha para evitar el descenso en sus inicios en Argentina y en su paso por los Tiburones Rojos del Veracruz. Él inició su historia en el Atlas con una lesión y ahora se erige como el jugador que acabó con los 70 años sin título de los rojinegros.
Camilo Vargas supo lo que significa la frase de "ser del Atlas, aunque gane", porque cuando el colombiano falló, la hinchada de la Academia corrió al hotel de concentración y por 10 minutos se dedicó sólo a cantarle al seleccionado de Colombia.
"¡Vargas! ¡Vargas!", gritaban los aficionados del Atlas un día antes del partido contra el León, empujando a su arquero a recordar por qué era el mejor del semestre y debía estar a la altura de una afición que ya presumía banderas con dos estrellas desde antes del partido.
Si Julio Furch anotó el gol que acabó con las decepciones que vivieron Rafael Márquez, Daniel Osorno, Ricardo La Volpe, Robert Dante Siboldi, Diego Cocca, Oswaldo Sánchez, Jared Borgetti, Andrés Guardado, Robert de Pinho y un sin fin de nombres, fue porque Camilo Vargas traía el papel de héroe.
El arquero colombiano atajó dos de los cinco penales que ejecutó el León y acabó con un equipo que hizo de la derrota su bandera y vuelve a sonreír 70 años después.
Un título que se ganó con jugadores formados en fuerzas básicas, que eran empujados por dos experimentados con Camilo Vargas y Julio Furch.