Cuando llegó al Complejo no se le conocía la voz. Federico Valverde no hablaba. Era tímido al extremo. Pero lentamente, aquel chiquilín que Pablo Bengoechea había subido al primer equipo de Peñarol, ligó su nombre a las selecciones juveniles de Uruguay desde los 13 años.
La evolución de Valverde sorprendió a propios y extraños. El volante fue vendido a temprana edad a Real Madrid, club que adquirió su ficha pero lo dejó jugando en Uruguay hasta que cumpliera la mayoría de edad. El 18 de julio de 2016 se incorporó al club madridista con un contrato con el equipo filial, el Castilla.
A Federico lo fueron llevando lentamente. Al poco tiempo, la dirección deportiva del club entendió que, para su adaptación, era conveniente que jugara en Primera por lo que en 2017/18 fue cedido al Deportivo La Coruña. El equipo perdió la categoría y Valverde regresó al Madrid donde terminó su consolidación. Allí fue dirigido por el francés Zinedine Zidane, un técnico que lo marcó.
Valverde la peleó en el merengue para ganarse su lugar. Para que tengan una idea, llegó a jugar de lateral en un partido contra el Liverpool de Inglaterra. “Me contó los detalles. ‘¿Te animás? ¿Cómo no me voy a animar?’ Eso no lo hace cualquier jugador. Lo hacen los grandes, los que confían en lo de ellos y los que se sacan cualquier rasgo de ego exagerado”, reveló Oscar Tabárez luego de una charla que tuvo con el jugador.
El maestro agregó sobre Valverde: “Las circunstancias que generaron que él saliera de las posiciones más centrales es que el Real Madrid tiene un mediocampo con Modric, Casemiro y Kroos que hace mucho tiempo viene jugando. Escuché a mi amigo Vicente del Bosque decir que alternar con su edad entre esos tres grandes mediocampistas es algo casi inédito”.
Sin embargo, Federico se animó a pelear un lugar en medio de esos monstruos del fútbol mundial. Y de aquel jugador tímido que daba sus primeros pasos en el Complejo Celeste quedó solo el recuerdo. Valverde se terminó de recibir en el Madrid y en la Selección donde se transformó en titular.
El nuevo entrenador de la Selección de Uruguay, Diego Alonso, entendió que el jugador debía asumir un protagonismo importante en el equipo seleccionado. Valverde reveló que el técnico de la Celeste lo fue a visitar a su casa en Madrid y tuvieron una charla que le hizo un click en la cabeza.
“Yo tenía hasta entonces un poco la cabeza cerrada, y él me hizo abrir la mente. Él tiene mucha experiencia en el fútbol y me dijo cosas bonitas, pero también ciertas, y tengo que aprender mucho de él. Mi mujer (Mina Bonino) estaba también en esa charla y ambos hicimos un click porque ella también me ayuda mucho. Un click para poder demostrar más cosas que el entrenador sabía que tenía. Me dio la confianza que necesitaba entonces y eso me ayudó mucho para ganarme un lugar en el Madrid. Fue de gran ayuda”, expresó el jugador en nota con Marca.
Y agregó: “En el Madrid tengo un rol importante pero a veces el juego no solo gira en torno a mí. Yo me siento importante con Ancelotti pero el juego también gira alrededor de otros compañeros. Yo puedo ayudar en bastantes facetas y técnicamente me siento capacitado para ello. En cambio, en Uruguay tengo una posición diferente, tengo más libertad a la hora de jugar, estoy más suelto y eso conlleva una responsabilidad que quizás en el Madrid todavía no afronto tanto”.
El de 2010 fue el Mundial de Forlán que fue elegido como el mejor jugador del campeonato. En 2014, Luis Suárez se robó la atención con los goles a Inglaterra. En 2018, los uruguayos aplaudieron la entrega de Edinson Cavani que no pudo jugar en cuartos de final contra Francia. Y ahora, el Mundial de Qatar 2022, espera por la confirmación de Pajarito Valverde como figura de la Celeste.