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Diego Godín, el capitán de Uruguay en la Copa del Mundo 2022

Diego Godín volverá a ser el líder de la Selección de Uruguay en la Copa del Mundo, el cuarto de su carrera Fotobaires

Nadie le regaló nada al capitán de la Selección de Uruguay. Diego Godín la peleó desde su etapa de aspirante. Tenía 15 años cuando volvió frustrado a su Rosario natal. Entre lágrimas se abrazó a su padre para darle la noticia de que lo habían dejado libre en Defensor Sporting.

Pero su papá lo tranquilizó y le consiguió una prueba en Cerro ya que conocía al técnico de la Quinta División, William Lemos. El día de la prueba, el papá de Godín acompañó a su hijo, y cuando le presentó a Lemos le dijo: “¿Sabés jugar al truco? Esto es quiero o no quiero. Así de fácil. En 15 días quiero que me digas si te sirve porque si no sirve tiene que anotarse en el liceo”. A los 10 días lo ficharon.

A los pocos meses Gerardo Pelusso lo subió a Tercera División y lo mandó a la zaga, porque el Flaco jugaba de 9. En 2003 debutó en el primer equipo y tres años después lo fichó Nacional donde fue campeón de la Liguilla y figura en la Libertadores de 2007. Eso le valió el pase a Villarreal de España.

Su camino en Europa es conocido. Se transformó en un ganador. En 2010 pasó a Atlético de Madrid donde es ídolo y referente. Con los colchoneros ganó la Liga, la Supercopa de España, la Copa del Rey, tres veces la Supercopa de Europa y dos veces la Liga de Europa.

Godín comenzó a escribir su historia con la Selección de Uruguay el 26 de octubre de 2005 en un amistoso contra México en el estadio Jalisco de Guadalajara. El equipo Celeste, que era dirigido técnicamente por Jorge Fossati, perdió 1-3. El zaguero jugó los 90 minutos.

Posteriormente se transformó en pilar del proceso de Oscar Tabárez al frente de la Celeste. En el año 2011 se consagró campeón de América en Argentina. Aquel torneo fue particular para el zaguero. A poco de iniciarse la Copa fue duramente atacado por un virus que le impidió jugar. En la final contra Paraguay, el técnico Tabárez lo mandó a la cancha a falta de dos minutos para el cierre del juego, para que entrara en la historia.

Los primeros años en la Selección los jugó bajo el ala del capitán Diego Lugano. Unos años después fue su sucesor. En pleno Mundial de Brasil 2014, cuando se confirmó la baja de Lugano en el segundo partido de la serie contra Inglaterra, el técnico Tabárez confirmó a Godín como capitán. Antes de salir a la cancha contra los ingleses, Godín le pidió a Lugano que le pusiera en su brazo el brazalete de capitán.

El zaguero se transformó en figura inamovible de la zaga Celeste al punto tal de convertirse en el jugador con más partidos en la historia defendiendo a Uruguay. Godín es un líder medido, de palabra justa, un referente que no apela a declaraciones fuera de tono o de lugar. En los últimos tiempos al zaguero uruguayo le costó tener continuidad.

Pasó por Inter de Milán, Cagliari, Atlético Mineiro y ahora por Vélez Sarsfield, tras aceptar una propuesta de un viejo conocido como Alexander Medina, entrenador del cuadro argentino. Godín expresó que, como lo hizo desde que se puso la Celeste, definió su futuro pensando en Uruguay. El capitán aspira a llegar con rodaje para afrontar su último Mundial.