Como lo ha sido para la historia moderna de la humanidad, la importancia de Francia en el desarrollo del fútbol es muy grande desde los orígenes mismos del juego. Además de haber formado varios jugadores de élite, los franceses fueron decisivos en la creación de la FIFA y abrazaron al fútbol como una causa nacional, tal como ocurrió con todas las naciones que luego lograrían levantar la Copa del Mundo.
La historia oficial del origen de este deporte ubica el nacimiento del balompié en Inglaterra, estableciendo 1863 como la fecha oficial por la creación de la Football Association (FA, como continúa llamándose hoy), organismo dedicado a unificar la diversidad de reglas del deporte que se disputaba en varias regiones a la vez con leves variaciones.
Si bien la Federación Francesa de Fútbol no fue de las primeras de Europa (se fundó recién en 1919), el fútbol se jugaba en tierras galas desde fines del siglo XIX, aunque en principio se encontraba bajo la órbita de la USFSA (Union des sociétés françaises de sports athlétiques), que lo reconoce como deporte y lo nuclea en 1894.
Prueba de que el deporte había calado hondo en la cultura francesa es que en 1900, cuando el país organizó los Juegos Olímpicos en París, se armó un torneo de exhibición en el que los galos obtuvieron la medalla de plata tras perder en la final ante un combinado de Reino Unido por 4-0. El otro equipo participante fue Bélgica (bronce).
El representativo galo fue formado por futbolistas de Club Français, la primera institución dedicada al fútbol que fue fundada por franceses en 1890. Hasta ese año, todos los clubes del territorio eran de origen británico, algo que ocurrió en el resto del mundo del mismo modo.
La influencia del fútbol en Francia quedó en evidencia cuando el país fue decisivo en la creación de la Fédération Internationale de Football Association en 1904 (FIFA; nombre que aún hoy se mantiene en francés por su gestación en París), organización diseñada en conjunto con otros países del continente: Bélgica, Dinamarca, España, Países Bajos, Suecia y Suiza. El primer presidente de la organización, de hecho, fue Robert Guérin, secretario del comité de fútbol de la USFSA.
En 1908 se organizó el primer torneo oficial según el registro histórico y Francia presentó dos equipos para las competiciones desarrolladas en Londres, disputando cada uno un único partido coronado con derrota. El seleccionado había jugado su primer partido en 1904, un empate 3-3 contra Bélgica.
Después de la Primera Guerra Mundial culminada en 1918, la USFSA dejó de existir y se pasó a un sistema de Federaciones individuales por deporte. Entonces, nació la Federación Francesa de Fútbol (FEF).
En 1920, Francia retornó a los JJ.OO. de Amberes pero quedó con las manos vacías tras caer en semifinales. De todos modos, su participación evidenciaban la evolución del deporte. En 1924 París volvió a organizar las competencias y Les Bleus cayeron ante Uruguay (campeón) en cuartos de final.
En 1928 (Ámsterdam) también participaron, y en 1932, acompañando estos cambios sociales, se tomó la decisión de profesionalizar el fútbol.
Con respecto al fútbol femenino, su desarrollo fue dificultoso a la par de lo que ocurrió en todo el mundo por la construcción social de los géneros y las tareas asignadas a las mujeres en el comienzo del siglo. Recién en 1974 se funda la Division 1 Féminine y la selección francesa de fútbol femenino arriba a unos Juegos Olímpicos en Londres 2012 (hazaña que logra repetir en 2016).
En cuanto a las Copas del Mundo, cuya primera edición data de 1991, muestra un crecimiento ascendente de Francia en la disciplina: recién en 2003 clasificaron a su primer Mundial, y luego disputaron las ediciones de 2011, 2015 y 2019. En esta última fueron anfitrionas, y cayeron en cuartos de final ante Estados Unidos (que a la postre serían las campeonas).
Su mejor participación fue en 2011, cuando terminaron en cuarto lugar por detrás de Estados Unidos, Japón y Suecia.
En resumen: la relación entre Francia y el fútbol es estrecha: hoy la Federación Francesa de Fútbol nuclea a aproximadamente 18.000 clubes (entre Francia y sus territorios de ultramar), y tiene en sus vitrinas varios títulos obtenidos por el seleccionado masculino: un oro olímpico (1984), dos copas del Mundo (1998 y 2018), dos Eurocopas (1984 y 2000), dos Copas Confederaciones (2001 y 2003), una copa Artemio Franchi (1985) y una reciente UEFA Nations League (2021), entre otros títulos juveniles y de fútbol playa.