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Cómo ser voluntario mexicano en Qatar, conocer a Cristiano, decirle 'ciao' y admirar ahora al coreano Heung-Min-Son

ESPN platicó con un mexicano que vive el Mundial desde adentro muy cerca de Mbappé, Cristiano y Messi

Su sueño era conocer a Cristiano Ronaldo. Lo tuvo a unos metros. La ilusión de estar cerca de la figura internacional portuguesa no se le olvida, pero la vida, o ese destino que se encapricha en cambiar las cosas hizo que CR7 pasara a la historia y Yair Rangel se convirtiera en un aficionado más de Corea del Sur. Incluso -confiesa- se hizo admirador de Heung-Min Son.

Este tapatío de 24 años de edad se convirtió en voluntario de la FIFA desde la Copa Árabe. Aunque es sabido que de los 22 mil que se encuentran en Qatar, 17 mil son de zonas cercanas y 5 mil países más lejanos, entre ellos varios mexicanos, no reciben sueldo. Yair no comparte la idea de que haya tenido que costear sus pasajes hasta Qatar con diversas escalas y un presupuesto que hasta hoy superó los 100 mil pesos.

En el balance final -reflexiona- el jaliscience es muy positivo. Fue líder de otros 14 voluntarios. Estuvo en el área de Media-Press donde atendió a los reporteros del Qatar University Stadium. Sin embargo, aunque las historias dictan que en la mayoría de los casos es color de rosa, para Yair las cosas no fueron fáciles. "Duermo en un cuarto con una sola ventana", relata con un dejo de nostalgia.

La FIFA les ofrece, hasta el 25 de diciembre la posibilidad de mantenerse en Doha. Luego tendrá que abandonar el lugar. Deberá pagar por su cuenta el tiempo que busque permanecer en Oriente Medio o bien regresar a México. En realidad, Yair pudo hacerlo desde el pasado 10, día en que la sede registró su último partido cuando Croacia sorprendió a Brasil en los Octavos de Final del Mundial.

Sin embargo, su deseo es conseguir boletos para la Final. No los tiene. La FIFA le otorga un solo ticket al voluntariado. En su caso le tocó un juego de Irán. No más. Si desea acudir este domingo al Estadio Lusail, sede de la Final deberá desembolsar mínimo entre mil y cinco mil dólares, cantidad en la que actualmente se vende un boleto por ver coronar a una de las grandes figuras de la actualidad: Lionel Messi (Argentina) o Kilyan Mbappé (Francia).

Entonces por qué si hay un lado negativo en la historia, sí vale la pena vivirla. "Era el encargado de llevar la cuerda que controla a los fotógrafos. Ver pasar a Mbappé, Cristiano Ronaldo, Diego Godín, Luis Suárez, fue algo verdaderamente indescriptible. Estuve cerca de Gabi, Bono, Pedri... Hay fotos mías que describen las sensaciones que uno vive cuando ve a sus ídolos caminar de frente", describe.

Yair entendió entonces que todo el sacrificio que hizo por estar ahí valió la pena. "Ése es el momento que dices '¡Ya!' aquí estoy. Lloré 784 millones de veces al ver la ceremonia de protocola de la FIFA con los fuegos y los fuegos artificiales. Es decir, todo los sueños que tienes desde niño, dices, por fin, los cumplí... Ahora sí que con todo respeto y perdón de la palabra... ¡Qué chin...!".

Plática justo en un centro comercial. Yair la salpica con una serie de anécdotas personales. Se sentó hablar sobre cómo un mexicano, estudiante de periodismo en la Universidad Panamericana, puede lograr sus sueños aun en medio de las críticas de sus compañeros y conocidos.

"También es para toda esa gente que cuando eliges tu carrera te dice '¿estás estudiando comunicación?, ¡te vas a moriri de hambre!', pero hacerlo me trajo a Qatar, entonces, es para motivar a todos los que entran a la carrera existe la posibilidad de que cumplas tus sueños. Quisiera ser ese ejemplo para los estudiantes y decirles que estudiar comunicación no sólo es grabarte videos en Instagram y subirlos a la red, sino que pueden lograr lo que se proponen".

Cristiano Ronaldo, 'ciao'

El interés de Yair, quizá como todos los jóvenes, era el de conocer a Cristiano Ronaldo, pero confiesa que se desencantó cuando pudo cumplir su sueño. "Muchos pueden decir, tuviste a Cristiano Ronaldo o a Neymar Jr. de frente, sí, pero lo que me hizo sentir Corea del Sur -jugó tres partidos en el University City- fue distinto. Cualquier le puede ir a los grandes, yo, por ejemplo soy del Atlas, pero estar con el equipo en las buenas y en las malas es increíble. Eso pasó en Corea".

Recuerda la historia de su delantero, Heung-Min Son, quien hace cuatro años, después de la eliminación de México, debió cumplir con su servicio militar, pero más allá, cómo los coreanos vinieron de atrás porque luego de perder contra Ghana en Qatar, donde sus aficionados lloraron, después pudieron derrotar a Portugal. "Te haces uno más de ellos. Esa es la historia que más me movió en Qatar. Te sientes parte importante del fracaso y la victoria. Fue muy emocionante", recuerda.

¿Y qué pasó con Cristiano Ronaldo? "Sentí padre, pero a la vez entendí que 'ya fue', es de esas ocasiones que vez no a tu ídolo porque yo admiro más a Messi, pero que dices, 'se le fue el tren, ya no lo ves parado igual, ya no corre igual, sí es un mostruo, lo vez cómo le habla a sus compañeros, su liderazgo... Son de las cosas que no ves en la tribuna y sí en la cancha. Es increíble ver cómo organiza al equipo adentro de la cancha, cómo les grita a sus compañeros, te das cuenta de su liderazgo".

Las jornadas laborales son casi incansables. Por el momento ya ha sido requerido por la FIFA para los partidos de Semifinales o los que vienen por el tercer puesto o la gran final, sin embargo, recuerda que cuando era requerido para ir al Estadio Education City -el más lejano de todos- eran jornadas de más de 12 horas. Salía a la una de la tarde del Cluster asignado por la FIFA -vive con un compañero ruso- y regresaba a las cinco de la mañana. El problema es que se dormía y cuando despertaba por la tarde, abrió los ojos y ya estaba oscuro en Doha -en invierno el sol se oculta a las 17.00 hrs- lo que hacía que sus días fueran muy extraños.

Rangel cree que en cuanto la organización sí hubo cosas que pudieron ser mejores. Compañeros que estuvieron en otros mundiales le platicaron facilidades que lamentablemente no tuvo con las autoridades qataríes. "En este Mundial no hubo apoyos con los vuelos. Creo que si comparamos con lo hecho con otros mundiales, considero que sí le bajó el Comité Organizador en el tema de voluntarios en el Mundial".

Yair recuerda que voló de Guadalajara-Houston, Houston-Londres y Londres-Doha pagado por el mismo. "El año pasado hice hasta seis escalas en la Copa Árabe. Hablamos de 95 mil pesos más todo lo que te gastas acá. Varía, pero en dos años fue mínimo una inversión de 100 mil pesos", ratifica.

El mexicano lo ve con sapiencia. Le dijo a su mamá que el viaje quizá no era una mestría, pero sí iba aprender mucho y así lo considera. Su cargo es 'media operations team leader'. "Si mi puesto hubiera sido checar boletos, híjole, si hubiera dicho tanto para checar boletos, pero con el puesto que tengo, valió la pena. Si la gente piensa que es un gasto, yo les digo que es una inversión".

"Llegué a escuchar a Ronaldo a Neymar... Nada me paga eso. Sí es algo que recomiendo deben vivir a los jóvenes. Fue un sueño realizado", remató Rangel que afirma que a las cuatro de la mañana la FIFA les deja sus desayunos lo cual es un "paro". "Vivimos dos personas por cuarto, pero seis individuos por piso. Es cómodo, pero es una cama, una ventana y un closet. Es todo".

Yair Rangel se hizo novio de una voluntaria rusa. Ahora su deseo es cerrar su ciclo con la Final en Lusail. Espera obtenerlo, aunque sabe que habrá más inversión, sin embargo, reafirma el valor de cumplir un sueño que para él significa una maestría.