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Luis Suárez, el 'Gran Pez' del fútbol uruguayo

Luis Suárez revolucionó el fútbol uruguayo con su regreso. 1950foto.com

Este sábado 31 de diciembre de 2022 finalizó oficialmente la segunda etapa de Luis Suárez en Nacional, ciclo que se inició casi que con un hashtag (#SuárezANacional) y que confirmó que el delantero es ‘El Gran Pez’ del fútbol uruguayo.

“Ningún cuento es tan mágico como cuando la propia magia sucede”, escribió el hincha tricolor Ignacio Barquet apenas horas después del último partido de Suárez en su segundo ciclo en el Bolso, justamente la final por el Campeonato Uruguayo 2022 ganada ante Liverpool por 4 a 1 el 30 de octubre en el Estadio Centenario.

Ya culminada la historia de la vuelta del máximo goleador histórico de la Selección Uruguaya al club de sus amores, además de repasarla y celebrarla, queda esperar que en un futuro la nostalgia y su propia inverosimilitud sean combatidas por la narración emocionada de la hinchada bolsilluda, cuyas entonaciones podrán parecer demasiado fantásticas, y es que la propia historia lo fue, como la de Edward Bloom en la película ‘El Gran Pez’ de Tim Burton, film estrenado a fines del 2003 y que narra la relación de Edward con su hijo William, quien intentará descubrir cuánto de verdad tienen los cuentos de su padre.

Los y las tricolores podrán marcar el inicio de su cuento el día de una despedida, y no la de un jugador con su primer equipo. “El día que nos despedimos, yo tenía 16 años y Sofía estaba a punto de cumplir 14. Fue un 'Adiós, un gusto haberte conocido' y no un 'Nos vemos', por mi situación económica y por la de ella”, recordó Suárez en ESPN respecto a la partida de Sofía Balbi con su familia a Catalunya.

Aquel adiós ocurrió en el 2003, generando un impacto en aquel joven atacante nacido en Salto en 1987 que debutó oficialmente en la Primera de Nacional el 3 de mayo del 2005 jugando por la CONMEBOL Libertadores y bajo la dirección técnica de Martín Lasarte.

El entrenador siempre destaca que lo sorprendía la convicción de Suárez, quien aun antes de debutar señalaba que algún día iba a jugar en el Barcelona para reencontrarse con Sofía.

La expresión ‘¿Dices que no tengo un proyecto? ¡Sí que tengo un proyecto!: Encontrarla y casarme con ella’, que afirma el personaje de Edward Bloom en la película citada bien pudo haberla dicho textualmente Suárez en alguna charla con Lasarte en el Complejo Deportivo Los Céspedes.

En julio del 2006 tocó partir al Groningen de Países Bajos, porque bien se sabe que ‘con más espacio, los peces crecerán al doble, triple, o cuádruple de su tamaño’, y el salteño comenzó a desarrollar una carrera espectacular por Europa, marcando goles con el Ajax, Liverpool, en aquel mismo Fútbol Club Barcelona que era sueño y convicción a la vez, y el Atlético de Madrid. Y como nadie puede evitar ciertos finales, el ciclo europeo culminó y habría que buscar nuevos estadios en donde seguir convirtiendo y compitiendo.

Aquí ya la sensacional historia comenzará a tomar giros extraños, casi que rocambolescos. Como Will Bloom, el hijo de Edward en ‘El Gran Pez’, la audiencia de futuras generaciones que escuchará al hincha tricolor ya pelado o canoso tendrá cierta sospecha, y sentirá la obligación a tener que hacer un esfuerzo extra para seguir creyendo en lo que escucha.

'Y entonces alguien escribió en twitter #SuárezANacional', se escuchará. ¿Y entonces qué? ¿Cómo?

El siete de julio del 2022 en una entrevista con ESPN F12, Suárez afirmaba que habría fichado por River Plate si el elenco argentino hubiera superado en esa semana a Vélez por los octavos de final de la CONMEBOL Libertadores.

Y remarcó en aquella nota: “Hace un mes en España dije que mi prioridad estaba en Europa, no en Sudamérica. Pero a los días me llamó River a manifestarme su interés, y el jugador necesita cariño, eso fue lo que me ilusionó de River. De Nacional no hubo eso, me llamó la atención. ¿Por qué no lo intentaron? Me siento un poco dolido”.

Con esas declaraciones, los hinchas de River se volvieron a lamentar, porque no solo habían quedado afuera de la Libertadores en lo que meses después se confirmaría sería la última del ciclo de Marcelo Gallardo, sino que también se perdieron de tener a Suárez. Y del otro lado del Río de la Plata la pena también se hizo sentir, convirtiéndose en molestia con Suárez y/o los propios dirigentes tricolores.

Pero algunos, incluido el presidente albo José Fuentes, entendieron que lo importante era que había una posibilidad. Y así la movida en redes sociales fue impactante, haciendo que el #SuárezANacional fuera tendencia mundial y tuviera repercusiones en cada rincón del planeta.

“Luis siempre tuvo eso de niño: cuando él estaba en cancha estaba latente de que algo iba a pasar, eso lo mantuvo siempre. Cuando él está en la cancha puede pasar, para bien o para mal, cualquier cosa”, señaló alguna vez en ESPN el entrenador Alejandro Garay, técnico de Suárez en las formativas tricolores.

Y pasó. Con jugadores de Nacional festejando goles poniéndose la máscara de Suárez, con llamadas permanentes, con videos emotivos, con el viaje de Fuentes a España, con la ilusión del hincha, con el amor de Luis. “Cuanto más difícil es hacer algo, mayor es la recompensa que te espera al final”, afirma Edward Bloom, y entonces también hubo días en donde equipos de la MLS insistían en contratar al uruguayo, y otras jornadas donde la no confirmación comenzaba a alimentar temores.

Pero un video de apenas 57 segundos y todo pudo suceder, Suárez confirmaba su regreso.

El domingo 31 de julio Suárez llegó a Montevideo con su esposa Sofía y sus tres hijos y fue presentado como nuevo jugador de Nacional en el Gran Parque Central.

Dos días más tarde, en el partido ante Atlético Goianiense por la CONMEBOL Sudamericana, Suárez, haciendo el calentamiento como suplente, se mordería su labio inferior realizando su típico gesto de reprobación que revelaría que en su vuelta, que también fueron sus meses previos a su cuarto Mundial con la Selección Uruguaya, no bajaría ni un escalón su competitividad y su nivel de autoexigencia.

Y entonces llegó su gol de cabeza ante Rentistas, su reconocimiento al joven golero Lucas Machado, su imagen sin quejas propias al arribar al vestuario visitante de Belvedere, su regreso al Centenario con la camiseta del Bolso y su tanto ante Montevideo City Torque. Su gol frente a Peñarol, la volea de zurda en el clásico que ganó Nacional en el Parque Central por 3 a 1 que quedará en los registros más importantes del fútbol uruguayo.

Luego un nuevo gol (vs. Plaza Colonia) y declaraciones fuera de lo común porque su figura también generaba el respeto de los adversarios o de niños hinchas del tradicional rival que siempre lo acompañaron cada vez que se puso la Celeste.

El gol al minuto 87 ante Albion por la antepenúltima fecha del Torneo Clausura para darle el triunfo por 1-0 a Nacional hizo recordar la Zona Suárez que el Cholo Simeone mencionaba a fines de LaLiga 2020-22 que ganó el Atlético de Madrid. Y su despedida en el Parque Central fue ante Danubio con un nuevo tanto el 23 de octubre por la etapa 15 del Clausura.

Después fue el turno de la final por el Uruguayo 2022 ante Liverpool y, como cuando Will Bloom lleva a su padre al lago con la presencia en esa última aventura de los personajes de todos los cuentos, aquel domingo en el Centenario nadie se perdió la cita: además de su familia, en la tribuna estaban el Loco Sebastián Abreu (el mismo que le advirtió a Lasarte hace quince años que ‘el día que pongas a este gurí, me voy a tener que buscar un laburo’), el Nico De La Cruz, compañero de Suárez en Uruguay que lo esperó sin éxito en River, y Matías Zunino, el único jugador que se fue de Nacional a mitad de año y que no pudo coincidir con el salteño.

También estaban el atacante Martín Cauteruccio, quien en las juveniles de Nacional relegaba a Suárez al banco de suplentes, el brasileño Lúcio (que llegó a enfrentar a Suárez en sus primeras eliminatorias rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010), o por ejemplo Esteban Conde, ante quien Suárez anotó su último gol en el Parque Central en el partido entre Nacional y Danubio (ese también fue el último gol que Conde recibió como arquero profesional).

Estaban todos para ver la última función del salta con la casaca tricolor. Y fue a pura fiesta, con dos goles en el 4-1 ante Liverpool, encuentro que debió irse al alargue tras terminar 1-1 en los 90’.

Es que el fútbol uruguayo, como público ante historias bien contadas, quería media hora más del Luis antes del Mundial de Qatar. Quería disfrutar en su tierra al máximo goleador representando al país rioplatense en su actividad más popular, en el fútbol, ese deporte que se extendió por todo el mundo antes que llegara la televisión gracias a los inmigrantes y a los relatos, hayan sido directos, por radio o en palabras escritas en periódicos.

“Un hombre cuenta sus historias tantas veces que él se vuelve sus historias. Lo sobreviven a él. Y de esa forma, él se vuelve inmortal”.

Como en El Gran Pez, con Suárez es imposible pensar en límites a los futuros relatos que lo sobrevivan y hablen de él, porque la misma realidad sonríe y cede ante la imaginación, que con la nueve en la espalda llega, observa y vence.

El 31 de diciembre del 2022, día en que terminaba su contrato con Nacional, Suárez expresó en sus redes: “Fue lindo mientras duró. Último día del año, último día como jugador de Nacional. ¡Gracias por el cariño!”

Se podría cuestionar el ‘mientras duró’, porque seguramente esta historia del regreso de Suárez a Nacional jamás finalice, e incluso algún testimonio llegará hasta dudar de su cuento al escuchar atentamente sus propias palabras, recordar el hashtag, la vigencia en la que volvió Luis, sus goles, sus jugadas, sus salidas del túnel buscando a sus hijos en la tribuna.

Sí es un hecho que la inocencia tendrá en esta casi locura un refugio, un partido ganado, un lugar donde apoyarse e ilusionarse de cara a una transferencia o un hecho no tan creíble, un momento para crearse y creerse los mejores cuentos, siendo suficiente que apenas alguien se permita el derecho a dudar de que es posible. Porque así empezó todo.