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Megan Rapinoe, la leyenda de Estados Unidos que lucha por el fútbol, la igualdad y los derechos

Megan Rapinoe jugará su cuarta Copa del Mundo en Australia-Nueva Zelanda 2023. Getty Images

¿Cuándo conociste a Megan Rapinoe? ¿Cuando hizo pública su orientación sexual? ¿Cuando se arrodilló durante el himno de Estados Unidos? ¿Cuando se peleó verbalmente con Donald Trump? Una de las mejores jugadoras de fútbol de la historia es, para una gran mayoría, más conocida por sus acciones sin una pelota de por medio que por los goles que convirtió, las asistencias que dio o los títulos que ganó. O, simplemente y más fuerte aún, es una desconocida.

Rapinoe es una leyenda del fútbol. Campeona del mundo en Canadá 2015 y Francia 2019 -donde fue la goleadora y elegida como la mejor del torneo-, medalla de oro olímpica en Londres 2012, subcampeona mundial en Alemania 2011 y ganadora del balón de oro y el premio FIFA a la mejor jugadora del mundo en 2019, son los logros más sobresalientes de una trayectoria brillante. Sin dudas, la gran referente de la Selección de Estados Unidos.

El último capítulo de su historia deportiva se escribirá en 2023. Megan ya anunció que Australia-Nueva Zelanda será su último Mundial y que se retirará al final de la temporada actual de la NWSL que se puso en pausa debido a la Copa del Mundo.

Es un símbolo dentro de la cancha. De excelencia por cómo juega, por sus goles, su forma de pegarle a la pelota, su manera de atacar y sus asistencias. La perseverancia para recuperarse de las lesiones que le impidieron jugar el Mundial 2007 y los Juegos Olímpicos 2008, la influencia en los dos títulos Mundiales consecutivos y la conquista dorada en los Juegos Olímpicos, y la vigencia que la ubica a los 38 años como pieza fundamental del poderoso seleccionado estadounidense.

También es un ícono fuera del campo. Por su compromiso, sus luchas por la igualdad, sus batallas contra la discriminación y su valentía para no callar sus convicciones. Es de esas atletas a las que no solo no se las minimiza si se habla de sus acciones fuera de su actividad deportiva sino que se las potencia.

Y en la combinación de lo que genera como futbolista y su repercusión más allá del deporte, hasta protagonizó junto con Zlatan Ibrahimovic una película animada, The football soccer movie, en la que un científico les roba su talento y deben recuperarlo con la ayuda de unos fanáticos.

SU ORIENTACIÓN SEXUAL, EL PRIMER IMPACTO EXTRADEPORTIVO

En One Life, su autobiografía, Rapinoe detalló el momento en que decidió hablar públicamente sobre su orientación sexual. "En el vuelo de regreso de Alemania (tras el Mundial 2011) estábamos de mal humor, destruidas del cansancio. Estaba sentada entre Alex Morgan y Lori Lindsey, hacia quien me giré y retomé una conversación que habíamos tenido de por qué los y las deportistas no comunicaban abiertamente su orientación sexual, especialmente cuando estaban en un momento de alta exposición. Nuestro equipo no había tenido popularidad hasta esa Copa del Mundo, pero ahí sí la habíamos conseguido y, sin embargo, no me sentía bien con eso. Era una situación rara. Había estado todo el año leyendo sobre leyes y derechos de las personas homosexuales, algo con lo que había tomado mayor conciencia política. Entendí que hablar del orgullo sobre mi orientación sexual sería parte de un proceso que generaría un impacto positivo. Ninguna de mis compañeras homosexuales lo había dicho y yo sentí que si no lo decía lo estaba ocultando", escribió Megan.

Desde que ella dijo que es gay, en una entrevista publicada en julio de 2012 por la revista Out, les abrió las puertas a otras figuras del deporte para que hablaran del tema sin temores. Y a partir de allí comenzó a trabajar, junto con su pareja la basquetbolista Sue Bird, como una militante y vocera por los derechos de las deportistas y le dio visibilidad al colectivo LGBTI+.

LA BATALLA POR LA IGUALDAD

Uno de los reclamos en los que Rapinoe se puso al frente y lideró hasta el cansancio, y que finalmente consiguió, fue el de pedirle a la Federación de Estados Unidos igualdad en los salarios de hombres y mujeres.

Si bien logró el objetivo tras una desgastante lucha, Rapinoe sabe que lo que ella generó todavía no se replicó en otros países, ni siquiera en FIFA, que paga premios ampliamente inferiores en los Mundiales de la rama femenina.

En esta batalla por la igualdad, Megan se involucró para intentar mejorarles las condiciones a otros seleccionados. Cuando Estados Unidos y Argentina se enfrentaron por la She Believes Cup en febrero de 2021, Rapinoe cambió la camiseta con Yamila Rodríguez y se tomó una foto con la celeste y blanca en la mano. Luego, posteó la foto en Instagram en la escribió el apellido de su rival, ya que las casacas de las futbolistas argentinas no los tenían, y acompañó la imagen con un reclamo hacia la AFA para que corrigiera esa diferencia entre la Selección masculina y la femenina. Argentina jugó cuatro partidos más sin los apellidos en las camisetas (ante Venezuela y País Vasco en abril y dos frente a Brasil en septiembre), hasta que finalmente aparecieron en un encuentro amistoso contra México en octubre.

LA LUCHA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN RACIAL

El 27 de agosto de 2016, antes del partido de NFL entre San Francisco 49ers y Green Bay Packers, Colin Kaepernick se negó a ponerse de pie y se mantuvo sentado en forma de protesta por los asesinatos de ciudadanos negros por parte de policías blancos. Para el partido siguiente ante San Diego Chargers subió la apuesta y se arrodilló: "Quiero poder hacer un cambio y creo que hay otras personas que también quieren lo mismo", dijo el quarterback de los 49ers.

Rapinoe fue la primera deportista blanca en acompañar el reclamo de Kaepernick y se arrodilló previo a un amistoso contra Países Bajos. “Sentí que eso era lo que Colin nos estaba pidiendo”, explicó la futbolista en una entrevista con la revista Time. Ella fue parte de un gran movimiento que se extendió por todo el mundo y como en tantas luchas fue una de las pioneras en alzar la voz.

LA DISPUTA CON DONALD TRUMP

Antes del Mundial 2019, Rapinoe expresó en la revista Eigth by Eight que en caso de consagrarse campeonas no asistiría a la Casa Blanca por estar en contra de muchas políticas de Donald Trump y habiendo sido obligada a cambiar su postura de arrodillarse durante el himno. "Gracias, pero no gracias. No voy a ir a la jodida Casa Blanca", dijo la jugadora.

Trump le respondió con un texto en su cuenta de Twitter: "Megan nunca debe faltarle el respeto a nuestro país, a la Casa Blanca o a nuestra bandera, especialmente porque se ha hecho mucho por ella y por el equipo. Siéntete orgullosa de la bandera que llevas". Los seguidores de quien era el presidente atacaron constantemente a Rapinoe a través de las redes sociales. Megan respondió en la cancha con un torneo maravilloso.

Con el cambio de presidente la relación de ella con la Casa Blanca dio un vuelco de 180 grados y Joe Biden la condecoró con la Medalla Presidencial de la Libertad. Rapinoe había estado muy activa en pedirles a los estadounidenses que acudieran a votar.

Rapinoe es una futbolista de nivel superlativo y una luchadora por derechos que van mucho más allá del deporte. Para disfrutarla en una cancha queda poco tiempo. Todas sus otras conquistas han marcado un camino que se seguirá transitando.

¿No viste el centro preciso desde la izquierda que Megan lanzó para asistir a Mary Wambach en el epílogo del tiempo extra de los cuartos de final del Mundial 2011 contra Brasil que llevó el encuentro a los penales? ¿Y el córner rasante para servirle el primer gol de la final de 2015 a Carli Lloyd contra Japón? ¿Y el gol de tiro libre contra Francia en los cuartos de final de la Copa del Mundo de 2019 con el que nació el festejo de ella firme y con los brazos abiertos que se volvió icónico? ¿Y su aplomada ejecución del penal que le dio la ventaja en la final de 2019 contra Países Bajos? Rapinoe ya construyó una carrera repleta de ilustres momentos. Si aún no la viste, ahora que la conociste, la oportunidad de mirarla en su última Copa del Mundo es ahora.