Argentina sigue con una cuenta pendiente en su historia en los Mundiales: aún no pudo conseguir una victoria. En la lluviosa Hamilton, la Selección perdió 2-0 contra Suecia y dijo adiós. La ajustada derrota frente a las escandinavas, una de las potencias, fue otra muestra de la evolución del seleccionado albiceleste, que se despidió de la Copa del Mundo con 1 punto producto del empate 2-2 contra Sudáfrica en la segunda fecha tras la derrota 1-0 frente a Italia en el debut.
El cuarto puesto refleja la dificultad que representaba el grupo G, con rivales que marcaron la superioridad que aún tienen sobre el conjunto albiceleste.
La esperanza estaba puesta en la presentación, ya que Italia era el objetvio al que le apuntaban las futbolistas argentinas para buscar el primer triunfo en la historia en un Mundial. Y a pesar de la muy buena actuación colectiva, con Estefanía Banini como abanderada del buen juego, el gol en el cierre del juego fue un duro golpe para el equipo de Germán Portanova.
En la segunda jornada, la sensación final fue de alegría aunque el éxito volvió a ser esquivo. La épica remontada ante las sudafricanas luego de sufrir una desventaja de dos goles significó mucho más en lo anímico que en lo matemático. El 2-2 le permitió a Argentina llegar a la última fecha con opciones de clasificarse, pero con necesidades propias y ajenas: debía ganarle a Suecia y además esperar un resultado favorable en el duelo entre Italia y Sudáfrica.
La caída, esperable, en el cierre de la cuarta participación mundialista volvió a dejar la sensación de que Argentina continuó su camino ascendente y que al mismo tiempo sigue lejos de los poderosos. Estuvo a la altura del complicado compromiso ante Suecia, subcampeón del mundo en 2003 y tercero en 1991, 2011 y 2019, pero no logró incomodar seriamente a las europeas.
El balance de dos caídas y un empate puso punto final a la actuación de Argentina, que de esta manera acumula 9 derrotas y 3 igualdades en su recorrida por las Copas del Mundo que comenzó en Estados Unidos 2003, siguió en China 2007 y cosechó sus primeros puntos en Francia 2019.
La performance en el Mundial 2023 entregó un sabor agridulce. El futuro es más prometedor que el presente, que marcó la despedida de Estefanía Banini, la mejor jugadora de la Selección.