A sus 33 años y con un par de Copas del Mundo en la espalda, Estefanía Banini tuvo, ante Suecia en Hamilton, Nueva Zelanda, su despedida mundialista, la misma que tendrán en Oceanía leyendas del fútbol como la brasileña Marta y la estadounidense Megan Rapinoe.
La derrota de la Selección Argentina frente a las escandinavas le puso punto final a la historia de la mendocina en Mundiales, tal y como adelantó el mes pasado en ESPN Equipo F, donde señaló que “no llegaba a otro Mundial”.
"Creo que hice una gran lucha en su momento para que esto mejorara, pero acá se termina con la Selección. Tengo sensaciones encontradas: por un lado, la emoción y el orgullo de poder representar a mi país en un Mundial, y por el otro obviamente una tristeza de saber que es el último, porque tomé la decisión personal de no seguir en la Selección", profundizó la figura del Atlético Madrid en una entrevista con Télam.
Y amplió: “Pude cumplir lo que quería: jugar en Estados Unidos, jugar en un gran equipo y jugar un Mundial con la Selección, ese era mi gran sueño. Estoy viviendo lo que siempre soñé. Tengo objetivos, obviamente, aunque con la Selección acá se termina, creo que hice una gran lucha, en su momento para que esto mejorara y bueno ahora queda dar un paso al costado. Ojalá que sigan peleando por el fútbol femenino”.
En Australia-Nueva Zelanda 2023, con la ‘22’ en la espalda, Banini disputó los tres partidos de la Albiceleste: la agónica caída ante Italia, el épico empate vs. Sudáfrica y la derrota contra Suecia, potencia a nivel global.
LA APERTURA DE CAMINOS, EL LEGADO DE BANINI EN LA SELECCIÓN ARGENTINA
En un apartado meramente estadístico, Banini representó a la Selección mayor por primera vez en 2010, a sus 19 años, y totalizó 53 partidos y 13 goles con la Albiceleste.
Respecto a las Copas del Mundo, fueron seis sus presentaciones, tres en Francia 2019 y tres en Australia-Nueva Zelanda 2023, sin anotarse en la red y sin cumplir el sueño de la primera victoria nacional en la competencia, pero erigiéndose en figura del equipo y consiguiendo tres empates, dos de ellos heroicos (Escocia y Sudáfrica) y el otro contra las a la sazón vigentes subcampeonas mundiales (Japón).
No obstante, el legado de la futbolista que brilló en Colo Colo, Washignton Spirit, Valencia y Levante va más allá de los números. A lo largo de esta década y media, con un forzado impasse de tres años, Banini fue la guía del equipo adentro y afuera de la cancha. Y hoy, con 33 años y consolidada como una de las mejores jugadoras del mundo, se despide con “sensaciones encontradas”.
"Lamentablemente creíamos que necesitábamos un cambio para poder seguir creciendo y hacer que esta rama crezca. En ese momento, él (Carlos Borrello, el DT) llevaba más de 15 años y creíamos que necesitábamos un proceso distinto, que nos enseñaran y aprendiéramos. Necesitábamos ese plus, que la Selección juegue a algo y no solo ver a los rivales, meternos atrás y dedicarnos a defender, porque era imposible ganar. Yo estaba jugando en su momento en Estados Unidos, con campeonas del mundo, y llegaba a la Selección y quería algo mejor para mi país. Y bueno, me costó estar tres años afuera", indicó la talentosa futbolista en Equipo F.
Y quien contó que no siente un peso sino un alivio por haber hecho lo que sentía que tenía que hacer, convencida, con los valores de luchar por mejorar, amplió: “En ningún momento sentí que no había servido para nada; creo que cuando tomamos ese tipo de decisión podía llegar a haber algún tipo de consecuencia, sos consciente de que puede haberlas. Uno espera que no sea en contra de las jugadoras (NdR: Ruth Bravo, Belén Potassa y Florencia Bonsegundo también fueron apartadas), al hacer un reclamo que quería todo un grupo para tratar de mejorar. Fue difícil hablar en ese momento, pero creo que con el tiempo se dio un cambio, y supieron escuchar, después de un año o dos”.
Banini afrontó la cuarta Copa del Mundo en la historia de la Albiceleste con otra postura, la de "disfrutar", consciente de que se acercan sus últimos años en el fútbol. Y después de romperla ante Italia y formar parte de una remontada épica frente a Sudáfrica, como hace cuatro años, llegó la despedida contra Suecia.
Con la bronca de no haber podido cumplir el sueño y la emoción del último partido, la pequeña que jugaba con hombres en el Club Cementista de su provincia natal se despidió del escenario máximo.
MARTA Y RAPINOE, LAS OTRAS GRANDES QUE SE DESPIDEN
El punto final de Banini en la Selección Argentina no es el único de la Copa del Mundo, ya que también será la última de la brasileña Marta y la estadounidense Megan Rapinoe, leyendas y emblemas del fútbol.
"Con un gran sentimiento de paz, gratitud y emoción quiero compartir con ustedes que será mi última temporada, mi último Mundial y mi último torneo en la NWSL. Obviamente, habrá más por compartir más adelante, cuando terminemos lo que queremos lograr, pero solo quiero decirle gracias a todo el mundo. Nunca podría haberme imaginado donde este hermoso deporte me ha llevado. Siento el honor de representar a este país y a esta federación por tantos años. Realmente es lo más importante que he hecho", expresó Rapinoe, bastión de la lucha por la igualdad y los derechos, en conferencia de prensa.
En la misma línea, pero más escueta, una Marta de 37 años sentenció: "Sí, es mi última Copa del Mundo. Tenemos que entender que llega un momento en el que hay que priorizar otras cosas. Debo ser agradecida por haber vivido todos estos años en el equipo nacional. Tener la oportunidad de jugar otro Mundial, mi sexto, es algo que para mí es surreal".
La norteamericana de 38 años, autora de 63 goles en 201 internacionalidades, se consagró dos veces campeona mundial y una olímpica, siendo una de las figuras de la potencia mundial y llevándose todos los premios individuales de la edición de Francia 2019 (goleadora, mejor jugadora y MVP de la final), año en el que también se hizo con el Balón de Oro.
La sudamericana, por su parte, es la tercera jugadora en disputar seis Mundiales (también tiene cinco Juegos Olímpicos en su espalda), competencia de la que es la máxima goleadora histórica, contabilizando los masculinos y femeninos, con 17 tantos. No obstante, la seis veces mejor jugadora del mundo no pudo consagrarse campeona, como sí hizo tres veces en la Copa América: se quedó la medalla de plata en Atenas 2004, China 2007 y Pekín 2008 (también suma 13 goles olímpicos).
De esta manera, la de Australia – Nueva Zelanda no será una Copa del Mundo más, sino que marcará el fin de una era, con Banini, Rapinoe y Marta despidiéndose bajo las grandes luces.