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Bielsa-Messi: unidos por su pasión y admiración mutua, aunque el fútbol se empeñó en desencontrarlos

Messi y Bielsa volverán a compatir una cancha, de nuevo como rivales ESPN.com

Rosarinos, locos por el fútbol, fanáticos de Newell's Old Boys, ideas claras y manifiestas, dos hombres que han marcado una época en la Selección Argentina. Marcelo Bielsa y Lionel Messi, dos personas con tanto en común que intercambian elogios a la distancia porque el mismo deporte que los une es el que parece haberse empeñado en desencontrarlos y/o enfrentarlos.

De Rosario, de Newell's, del fútbol

Piensan parecido, quieren un fútbol similar. De cuna rosarina. Bielsa, de julio de 1955. Messi, de junio de 1987. La pelota y Newell's fueron los primeros amores de ambos.

Bielsa es un reconocido obsesivo por el fútbol y el trabajo. De breve paso como futbolista por el club rojinegro entre 1976 y 1978, cuando Leo ni siquiera había nacido aún. Y Messi, quien no pudo darse el gusto de jugar en Primera con La Lepra, no se cansa de repetir: "El fútbol es mi pasión y mi vida".

Uno más vehemente, el otro más moderado. Newell's como factor común. Marcelo se inició como técnico en 1982 en las inferiores del club y con su programa reclutó a jugadores como Mauricio Pochettino, Gabriel Batistuta y Eduardo Berizzo, entre otros. Su éxito en esa etapa lo puso al frente del equipo profesional en 1990 y al año siguiente, lo coronó campeón nacional. Título que la familia Messi, con Leo de apenas cuatro años, habrá festejado. En 1992, el DT continuó su carrera en México. Y en 1994 Messi llegaba a las divisiones menores de la institución rosarina.

Caminos que nunca se encontraron

Tras su paso por el fútbol mexicano y un breve regreso a Argentina, en Vélez, Bielsa arribó a Catalunya, precisamente para conducir a Espanyol, el clásico rival de Barcelona, donde Messi brilló la mayor parte de carrera. Pero no hubo derbi entre los argentinos, porque el DT apenas duró seis partidos en el club, al que dejó para asumir en la Selección albiceleste, mientras que Leo se mudó con su familia a España recién en 2000.

El Loco pegó la vuelta al país para "internarse" en el predio de la AFA en Ezeiza, donde gestó un equipo que enamoró con su juego, arrasó en las Eliminatorias y descorazonó con la rápida salida en primera fase en el Mundial de Corea-Japón 2002. Pese a la peor actuación en la cita de FIFA desde 1974, Bielsa continuó en el cargo, fue subcampeón en la Copa América de Perú en 2004 y logró el primer título olímpico para el fútbol argentino en Atenas 2004. Poco después, el DT sorprendió con su renuncia y alegó que se había quedado "sin energía".

Durante esa etapa como técnico nacional, en una escala en Cataluña de camino a una gira por Japón, su ayudante Claudio Vivas le acercó un video en formato VHS con imágenes de un chico de las inferiores de Barcelona. El material se lo había entregado un rosarino, que lo alertó sobre el interés de España por el joven crack.

“Fui con Bielsa y procedimos. Lo gracioso de la anécdota fue que Marcelo me pidió que pasara un compacto. Puse el VHS y, un poco alterado, Marcelo me dijo, golpeando su mano, que lo pusiera en velocidad normal: 'Así no se puede ver', comentó. Le contesté: 'Marcelo, el video está en velocidad normal'. 'Pero este chico es un fenómeno'. 'Sí, es un fenómeno ”, relató Vivas, quien explicó que ya había tenido referencias de Messi de su época en Newell's, pero no había tenido tiempo de ir a verlo.

Al regreso de la gira aisática con la Selección, le hicieron llegar los compactos de La Pulga a Hugo Tocalli, quien junto a Omar Souto se encargaron de captar al rosarino para la Albiceleste. Pero Bielsa no pudo darse el gusto de dirigirlo. Se fue del equipo de la AFA, lo sucedió José Pekerman y meses después, el 16 de agosto de 2005, Messi debutó con la camiseta de Argentina. En 2008, Leo, Agüero y compañía revalidaron el oro olímpico de la era Bielsa en Beijing, con Sergio Batista como DT.

En veredas opuestas, pero del mismo lado del fútbol

Entre 2007 y 2011, Marcelo Bielsa tomó las riendas de la Selección chilena, a la que condujo al Mundial de 2010. En ese camino le tocó cruzarse dos veces con el combinado de su país, que ya por entonces tenía a un joven Messi como una de sus principales figuras.

"Bielsa respira fútbol por la piel, es un gran técnico. Este no es un ambiente sencillo, pero no encontré a ningún jugador que me hablara mal de él", comentaba La Pulga. Messi también destacaba el fútbol ofensivo que proponía el técnico compatriota y agregaba: "No lo conozco personalmente, pero será extraño que esté en el banco visitante".

Ese primer enfrentamiento con la Roja del Loco terminó en victoria argentina por 2-0, con doblete de Riquelme y Messi titular, en el Monumental de Buenos Aires. La revancha en 2008, en Santiago, fue para los locales por 1-0.

La siguiente vez que Messi y Bielsa se enfrentaron fue con el técnico en Athletic y el atacante en Barcelona. En ese período en el que coincidieron en España, La Pulga acumuló cinco títulos locales (dos ligas, una copa y dos supercopas) y tres internacionales (Champions League, Supercopa UEFA y Mundial de Clubes), mientras que el entrenador alcanzó dos finales, una de ellas la de Copa del Rey 2012, donde cayó por 3-0 frente al conjunto catalán, con un tanto del argentino.

Ahora, uno vestido con la Albiceleste y el otro en el banco de Uruguay, volverán a enfrentarse por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026, en La Bombonera de Buenos Aires.

"No hay un método, ni un procedimiento que sea lo suficientemente efectivo como para controlar a Messi, que es el mejor del mundo, justificadamente y sin lugar a dudas, entonces si nadie encontró una fórmula habrá que entender que no la hay”, asumió días atrás Bielsa en conferencia de prensa. El entrenador no ha escatimado elogios para el capitán argentino, ni ahora y mucho menos antes, cuando todavía no era campeón del mundo.

"Messi es un jugador superior, distinto, absolutamente verificado. Y ustedes saben qué hacemos los argentinos con las personas que admiramos. Las sometemos a una cantidad de pruebas que nadie termina por pasarlas, a no ser que seas campeón del mundo, como Maradona, y que ese campeonato se obtenga en base a su genialidad", comentaba Bielsa, cuando dirigía a Athletic Club, en 2012.

Para el Loco, las veces que Leo se cayó y volvió a levantarse y todo lo que sufrió para poder alzar la Copa en Qatar 2022, le dan un valor especial a su conquista.

"Sentí una alegría enorme por todos: por él, que perseveró, luchó, aguantó, espero y triunfó, y eso es un mensaje contracultural. Vivimos en la cultura de lo inmediato y Messi, por no haber ganado, sufrió todo tipo de ataques”, destacó Bielsa después del título de Argentina de la Copa América 2021, el primero para Messi con la Selección, luego de la frustración de las tres finales perdidas (Mundial 2014, Copas América 2015 y 2016).

Pese a su dolor y aquella renuncia temporal al equipo nacional, tras perder la Copa América del Centenario, Messi cree en lo mismo que Bielsa: en que "el éxito no es una meta, sino un camino que debemos recorrer todos los días" y que "el esfuerzo y la dedicación son las claves para alcanzarlo".

Siempre estuvieron cerca. Rosario pudo haberlos encontrado. O Newell's. O la Selección. O, incluso, algún club. Se admiran mutuamente, pero sin conocerse. Sienten y viven el fútbol muy parecido, desde sus lugares. Sin embargo, el tiempo y el mismo fútbol que los identifica, es el que no permitió que pudieran trabajar juntos. El próximo Argentina-Uruguay será una nueva oportunidad para verlos, al menos, cerca otra vez.