¿Qué tienen los uruguayos? Son apenas tres millones en un rinconcito de tierra en América. ¿Cómo hacen para destacarse entre dos potencias como Argentina y Brasil? Desde hace mucho tiempo el mundo se pregunta algo que no tiene respuesta. Alguna vez, cuando le consultaron al Loco Abreu sobre cómo definiría al fútbol uruguayo, lo definió con una palabra: “Milagro”.
Otra vez la Celeste sorprendió al mundo futbolístico. Así como en 1950 silenció un estadio en Brasil provocando un triunfo que se denominó como el Maracanazo, salvando las distancias, en la noche del jueves 16 de noviembre de 2023, generó un Bombonerazo.
Uruguay le ganó al campeón del mundo, Argentina, en su casa de La Bombonera por primera vez en la historia. Y lo hizo en base a una propuesta osada de su técnico Marcelo Bielsa.
¿Motivos? Los cambios que instrumentó antes del partido generaron dudas. Muchos daban por hecho que José María Giménez ocuparía el lugar de un Ronald Araujo desplazado al lateral derecho ante la baja de Nández.
Sin embargo, el técnico sorprendió a propios y extraños con Mathías Olivera de zaguero y Matías Viña de lateral izquierdo.
Bielsa volvió a apelar a su sistema de jugar con cuatro defensas, dos volantes centrales (Ugarte y Valverde), tres por delante -con uno que se mueve libre (De la Cruz) y dos extremos (Pellistri y Maxi Araújo), y Darwin como referencia de área.
El equipo uruguayo, como había anticipado el entrenador, salió a desafiar al campeón del mundo en su casa. Lo hizo sin complejos. Luego de un inicio donde le costó encontrar la pelota, Uruguay casi sorprende a Argentina a los nueve minutos tras un pase largo de Ronald Araujo a Núñez, que ganó en potencia y velocidad, y definió mal en el mano a mano contra el golero argentino.
Minutos después, Maxi Araújo ganó por izquierda pero no resolvió bien la jugada cuando tenía a Darwin por el corazón del área.
El equipo argentino no estaba cómodo en la cancha. Si bien tenía la pelota, carecía de profundidad y todo quedaba supeditado a la magia de Messi. Pero el 10 fue bien rodeado y apareció con chispazos de su talento.
Uruguay jugó con determinación. Sus jugadores fueron a todas las pelotas divididas como si fuera la última. El juego elevó la temperatura y se generaron una serie de discusiones.
La Celeste volvió a avisar sobre los 27 minutos cuando puso a correr a Maxi Araújo por la izquierda y el extremo metió el pase atrás para la llegada de Nico De la Cruz que definió mal.
Sobre el cierre de la etapa inicial, despertó Argentina. A los 36’, Julián Álvarez dispuso de una media vuelta, pero la pelota se perdió afuera.
Hasta que, cuatro minutos después, Viña peleó una pelota en la salida de Argentina, la recuperó y se internó en el área para meter el pase al segundo palo, donde apareció Ronald Araujo, libre de marcas, para batir la resistencia de Martínez y poner en ventaja a Uruguay.
En la última del primer tiempo el local estuvo cerca del empate cuando Messi cobró una falta y metió el balón al primer palo donde Tagliafico se lo llevó por delante cuando Rochet cerraba el arco.
El regreso de Josema
Para el inicio de la parte complementaria, Bielsa apeló a un cambio incluyendo a José María Giménez en lugar de Matías Viña.
De movida, justamente Josema le metió un gran pase a Maxi Araújo que habilitó por dentro a Núñez que no llegó al balón.
Pero Argentina movió piezas en el banco. Mandó a la cancha a Lautaro Martínez y Di María acelerando el trámite e inclinando la cancha rumbo al arco de Rochet.
Los cambios dotaron de aire fresco al campeón. Uruguay perdía la pelota rápidamente en la mitad de la cancha. Y la pelota rondó siempre las cercanías del área charrúa.
A los 56, Messi estrelló una pelota en el travesaño ejecutando un tiro libre que paralizó los corazones de los uruguayos.
La salida de Maxi Araújo -lesionado- habilitó el ingreso de Bentancur que permitió cerrar filas e impedir circuitos de juego. Cada vez que Messi tomó la pelota uno de los centrales, habitualmente Sebastián Cáceres, le salió al cruce para no dejarlo pensar, y de esa forma Argentina se fue chocando contra el muro defensivo celeste.
A los 82 minutos, Rochet le ahogó el grito de gol a Lautaro Martínez y a cuatro del final, Uruguay le pegó el golpe de nocaut al campeón. Bentancur recupera la pelota en su campo, toca corto con De la Cruz que pone en carrera a Darwin, que amagó y definió ante Martínez para cerrar el partido.
Histórico triunfo de Uruguay. En poco tiempo, Marcelo Bielsa logró dos victorias históricas ante los poderosos del continente: Brasil y Argentina. Uruguay volvió a dejar su huella en un estadio de la vecina orilla. Ayer la sufrió Maradona, hoy le tocó a Messi padecer el raro embrujo de la camiseta Celeste.