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Atenas 2004: El fin del karma de Marcelo Bielsa con la Selección Argentina

La Selección Argentina de Marcelo Bielsa ganó el oro en Atenas 2004. AP

Los argentinos estaban heridos. La tempranera y sorpresiva salida del Mundial de Corea y Japón 2002, donde no pudo superar la fase de grupos, fue un golpe inesperado. Como se dice habitualmente, Marcelo Bielsa "la tenía que remar en dulce de leche".

El hombre se tiró arriba del bote en el inicio de las Eliminatorias para Alemania 2006. En la primera fecha, el equipo recibió una cachetada al igualar 2 a 2 con Chile, pero la historia se comenzó a encaminar en la segunda jornada con triunfos ante Venezuela, Bolivia, Ecuador y un empate contra Colombia en la siempre compleja ciudad de Barranquilla.

Hasta que llegó el clásico con Brasil. El 2 de junio de 2004, la Albiceleste del Loco se presentó en Belo Horizonte, donde perdió 3-1 con un Ronaldo letal, ya que anotó los tres goles del elenco brasileño.

A los pocos días, Argentina recibía a Paraguay y en la conferencia previa al partido, el Loco asumió: “El problema soy yo”.

La tarde del 6 de junio, el Monumental apareció plagado de banderas pidiendo su alejamiento: “Bielsa: por respeto al fútbol, ándate”. “Bielsa: enemigo íntimo, por vos ahora miramos tenis”.

El clima anti Bielsa se incrementó tras el 0 a 0 contra los paraguayos.

Un mes después, la Selección se fue a la Copa América de Perú donde terminó limpiando su imagen. Argentina estuvo cerca de ganar el torneo tras igualar 2 a 2 en la final con Brasil, que terminó perdiendo por penales.

El equipo dejó un sabor agradable en la gente aunque no obtuvo el título. Y fue aprobado por el periodismo y reconocido de manera unánime como el mejor. Ahora habrá que comprobar si esto es transitorio o definitivo”, expresó Bielsa en conferencia de prensa.

Atenas, la sede de la redención

El próximo objetivo eran los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. La mochila era pesada. Argentina acumulaba 52 años sin ganar una medalla, desde Helsinki 1952. Es más, la Selección de fútbol jamás había ganado la medalla de oro.

“No ignoro esos datos, pero aunque no fueran considerados o no existieran, igual para nosotros esta competición sería un logro trascendente. Imagínese si a esto le sumamos esos detalles que lo hacen excepcional”, expresó Bielsa.

El Loco llevó a Atenas a 15 de los 18 futbolistas que estuvieron en la Copa América, lo que llevó al técnico a declarar: “Siempre la continuidad es positiva. La competencia sucesiva le brinda al equipo ciertos hábitos que siempre deben ser interpretados como favorables”.

Y cuando se le preguntó si Argentina era candidata al oro, el DT respondió: “Las candidaturas previas, en este caso más que nunca, me parece que no tienen sostén por lo que poco que se conoce de los protagonistas. Pero lucharemos por ser los mejores”.

El 11 de agosto, Argentina debutó con una goleada 6-0 ante Serbia y Montenegro. En la segunda fecha del Grupo C, venció 2-0 a Túnez y cerró con puntaje perfecto con un triunfo 1-0 sobre Australia.

En cuartos de final, el equipo de Bielsa se cruzó con Costa Rica a la que aplastó por 4-0 con un Carlos Tevez que brilló a gran altura anotando tres goles. El otro fue de César Fabián Delgado.

El 24 de agosto, Argentina enfrentó a Italia en semifinales y la dejó por el camino con un 3-0 con goles de Carlos Tévez, Luis y Mariano González.

Y llegó el día de hacer historia. El 28 de agosto de 2004, el equipo de Bielsa enfrentó a Paraguay en la final.

Argentina formó con Germán Lux; Fabricio Coloccini, Roberto Ayala, Gabriel Heinze; “Lucho” González, Javier Mascherano, “Kily” González, Andrés D'Alessandro; Carlos Tevez, Mauro Rosales y César Delgado (luego reemplazado por Clemente Rodríguez).

La Albiceleste ganó por 1-0 con gol de Carlos Tevez, a los 18 minutos de juego, y de esa forma logró por primera vez la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.

En su arribo a Argentina, el Loco Bielsa recibió sus primeros aplausos tras el Mundial de 2002 y expresó: “Al recibir la medalla sentí la alegría genuina del deportista ante una consagración. Y no es vanidad ese sentimiento, es satisfacción. Argentina jugó un muy buen fútbol durante la Copa América y los Juegos Olímpicos, y ese es uno de los puntos más destacables de los últimos dos meses, porque si uno lo hace bien llegan los éxitos. El éxito resalta el juego”.