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Un segundo tiempo autodestructivo que alarma en Colombia

La Selección Colombia volvió a perder contra Uruguay en Montevideo por su bajón de rendimiento en el segundo tiempo. Permitió tres goles que duelen.

Desperdició un golazo de tiro libre que marcó Juan Fernando Quintero a la media hora, así como un debut titular promisorio de Juan Camilo Portilla de mediocentro. Esa ventaja fortaleció el orden en una cancha empinada desde 1973 y la seguridad con la pelota para juntar pases, defenderse y mostrar autoridad.

En el segundo tiempo se autodestruyó. JuanFer perdió influencia, Luis Díaz desapareció por su banda, mientras que Jhon Arias pasó inadvertido. Sin esa superioridad, Uruguay empujó y encontró soluciones por nuestro costado derecho. En tres minutos remontó por la pasividad defensiva para permitir centros y la libertad que dejó viva la jugada del 2-1 sin presión de los centrales.

El ingreso de James ni se sintió. Los uruguayos sumaron piernas en la mitad y obligaron a medidas desesperadas en el técnico Néstor Lorenzo. El debutante juvenil Carlos Gómez, desubicado y sin control del balón, además de Yerry Mina de nueve en tiempo de adición.

Sonó más a lo que salga. Sin embargo, un pelotazo al área abrió espacio entre los bloqueos de Mina y Rafa Borre, bajado por Johan Mojica y definido por Gómez para el 2-2 en a los 96'. Un desahogo emocional incapaz de disimular otro mal segundo tiempo de visitante.

Lo imperdonable se consumó en tiempo cumplido. Del saque de mitad de cancha al 3-2 con pocas escalas. Nervios atrás, zonas descuidadas y la cabeza fría de un equipo que desconoce la rendición.

El DT reconoció la frustración.

“Eso es lógico, por momentos por la manera en que llegaron los goles sientes un poco de frustración y culpa, pero luego se recuperó el equipo y quiso intentar recobrar su estilo de juego, llegamos al final y lo que pasó, lo quiero ver, pero fue muy frustrante que te ganen así”, señaló.

La fiabilidad fuera de Barranquilla se fracturó. Empató con lo justo en Lima, perdió en El Alto y se quedó sin nada en Montevideo. El patrón es repetitivo. Se confunde y reacciona con menos criterio. Cedió el último gol con tres centrales en la cancha.

Alarma, aunque sea tercera de la Eliminatoria.