Rodrigo Aguirre, delantero del América y la Selección Uruguaya, dijo que le cambió la vida poder jugar con la Celeste, y contó algunas grandes diferencias entre cómo se vive el fútbol en México y en Uruguay.
En entrevista con el programa “Los mismos locos” (El Espectador Deportes), Aguirre definió como “una locura” lo que ha podido vivir desde que llegó a la Selección Uruguaya, donde debutó en noviembre de 2024 en la victoria contra Colombia. “Me cambió la vida. Que me llegue en este momento, ya con 30 años… Muchas veces pensé en pegar la vuelta al país porque a veces no salen las cosas y decís: extraño a mi familia, estoy lejos de mis amigos, me vuelvo a Uruguay y estoy tranquilo, tengo a los míos cerca. Siento que la Selección es como un premio al esfuerzo de muchos años, de no bajar los brazos. Por más que las cosas no salían, seguir intentándolo y hoy estar viviendo este presente que me hace muy feliz”, señaló.
El delantero, que anotó uno de los goles en la victoria contra Venezuela de la última fecha de las Eliminatorias, contó cuánto disfruta su familia también poder acompañarlo cuando viaja a Uruguay para estar a las órdenes de la Celeste. “Mi hijo ya entiende todo, se disfruta mucho verlo a él también y lo que disfruta la familia venir a Uruguay. Cada vez que nos dan medio día libre, ir a Uruguay siempre es la primera opción. Tener esta oportunidad de ir en cada fecha FIFA, hace que el clima cambie en la familia. Vamos a Uruguay a estar con familia y amigos, es todo positivo. Hace diez años que me fui de Uruguay y lo extraño como si me hubiese ido ayer”, expresó.
En el Complejo Celeste, el jugador también puede vivir ese ambiente bien uruguayo, con charlas con sus compañeros y rondas de mate. “Siempre estamos haciendo algo: jugando al truco, tomando mate, las sobremesas se hacen largas. Se disfruta compartir con gente que tiene la misma cultura que vos. A algunos no los veía desde la Selección Sub 20”, contó.
Hablando sobre la disciplina que impone el DT, Marcelo Bielsa, y cómo utilizan los espacios de ocio, Aguirre dijo que “hay espacio para todo”. “Somos conscientes de la realidad en la que estamos en la Selección, pero es necesario compartir con los compañeros más allá de lo que es dentro de la cancha. Eso lo disfrutamos mucho. En muchos lugares es diferente, no lo tenés en todos lados. Es hacer lo que nos gusta hacer y a lo que estamos acostumbrados desde que somos chiquitos”, indicó.
En referencia a ese amor que siente por su país, le consultaron al delantero si está contento con su vida en México o tiene planificado moverse a otro destino. “Estoy muy bien, disfrutando. El América es un equipo muy grande. El club no estaba acostumbrado a que pase que perdimos la final del Clausura contra Toluca y a la semana, contra Los Ángeles FC para ir al Mundial de Clubes. Pero estoy feliz, y mi familia también. Ahora estoy peleando un puesto en la Selección y sé que tengo que competir lo más alto que pueda. Por lo menos, hasta después del Mundial”, señaló.
Aguirre también dijo que en el plantel uruguayo no había dudas de que el equipo podía dar vuelta el mal momento y estar a punto de sellar su clasificación a la próxima Copa del Mundo. “Después del partido contra Paraguay tuvimos una charla entre todos, creo que era necesaria, pero más que nada para refrescar el momento: decir que es ahora, que había que ganarle a venezuela, y era necesario para ganar confianza entre nosotros. Nos vemos cada tres meses y si le ganábamos a Venezuela íbamos a estar con mucha más calma para la próxima fecha FIFA. Teníamos claro que ganar era, prácticamente, asegurar la clasificación al Mundial. Creo que así como lo pienso yo lo deben pensar todos. En ningún momento pasó la duda por el lado de que íbamos a quedar afuera”, dijo el delantero.
De Uruguay a México
El atacante del América dijo que en el fútbol mexicano, “cualquiera le puede ganar a cualquiera”. “Todos te van a atacar, hay muchas chances de gol por partido. No es que el primero sale campeón, como hay playoffs eso te da esa chance de salir a buscar los partidos. Mientras que en Brasil tenés a los equipos grandes a los que no les podés jugar de igual a igual porque te comés cinco goles”, contó.
Hablando sobre cómo se viven los partidos en un vestuario en México, dijo que “lo viven más tranquilos que nosotros”. “Aprendí a entender eso. En Necaxa, perdíamos más de lo que ganábamos y yo salía re caliente, no quería hablar con nadie. Un día perdimos contra Pachuca y en el vestuario había un jugador del rival cagándose de risa con el resto. Yo no quería ni ver a mis compañeros y estos se ponían así… Lo viven diferente, no digo que sea mejor ni peor, pero se toman la derrota de una manera más tranquila”, explicó.
Esa competitividad al máximo que tiene el uruguayo puede llegar a extremos complicados. Aguirre relató una vez en la que enfrentó a su compatriota, Agustín Oliveros, con quien tiene “tremenda amistad”, y se dio una situación tensa. “Creo que nosotros habíamos empatado en la hora, cuando terminó el partido se armó un quilombo bárbaro y Agu me encaró de una. Me descolocó. Me empezó a putear, a decir que el lío era por culpa mía y yo quedé pensando: ¿le contesto o no? Ahí te das cuenta que es un partido y que dentro decís cualquier cosa. Todos queremos ganar, y si te tengo que putear, te puteo”, expresó.
Un aspecto donde también ve diferencias es en el trato de la prensa hacia los futbolistas. “Siento que en Uruguay son un poco más respetuosos. Te cruzás a cualquier periodista en cualquier lado, en una cancha, hasta en el barrio. En México hablan de cualquier cosa y no te los cruzás nunca en cualquier lado. Entonces hablan con una libertad que, si no estás bien de la cabeza, te mata”, planteó Aguirre.