Con su irrupción por “compromisos comerciales”, Ochoa rectifica (“yo no regalo nada”) a Javier Aguirre, pero también lo ratifica (“no hay pa’ más”)
LOS ÁNGELES -- Frases. Sólo frases. Unas cuestionadas. Otras cuestionables. Y otras, sin cuestionamiento.
1.- “Yo no regalo nada”, dijo Javier Aguirre hace dos meses sobre una eventual convocatoria de Guillermo Ochoa a la Selección Mexicana, sólo para satisfacer la estadística egomaníaca de jugar un sexto Mundial.
2.- “Eso lo aprendí de Julio Grondona (ex presidente de la AFA). Ninguna convocatoria (al Tri) se va sin que yo la palomee [apruebe]), ninguna”, Justino Compeán, expresidente de la FMF.
3.- “A mí sí me impusieron a Guillermo Ochoa en la selección”, Ricardo Tuca Ferretti, extécnico del Tri, hoy comentarista en ESPN.
Hechos: Guillermo Ochoa, súbitamente, se apareció con el uniforme de la Selección Mexicana este miércoles. “Compromisos comerciales”, fue la explicación oficial.
¿Es el rostro de la Selección Mexicana un tipo de 40 años que desde la Copa Oro no ha sido convocado por Javier Aguirre y que juega en una de las ligas del Limbo, como lo es el torneo chipriota, y en un equipo con nombre de desinfectante como lo es Limassol?
Sí. Así es. Cuando la Selección Mexicana blofea sobre su renovación con nombres como Gilberto Mora, Armando González, Mateo Chávez, etcétera, Javier Aguirre sigue en ascuas por la inconsistencia de Luis Ángel Malagón y Tala Rangel, y suplica a la Virgencita de Guadalupe para que el arquero de los caireles, a los 41 años, llegue en mejores condiciones que los parches de América y Chivas que administra en este momento.
Al Vasco no le queda de otra que comulgar con el fatalismo de Roosevelt: “Haz lo que puedas con lo que tienes, dondequiera que estés”. O, dicen los brasileños, “el que no tiene perro, caza con gato”.
León Lecanda comparte los detalles al interior del equipo de Javier Aguirre, de cara al amistoso ante los charrúas en Torreón.
1.- "No regalo nada"
Javier Aguirre ya ha regalado. Lo hizo en el Mundial 2002 con Alberto García Aspe y Luis Hernández. Lo hizo en 2010 con Guillermo Franco, Cuauhtémoc Blanco y Bofo Bautista. Y lo hará de nuevo en 2026. Guillermo Ochoa será uno de los ungidos.
Hoy, Ochoa es el único que tiene camiseta y número: el 13. Así lo ostentó este miércoles en sus redes sociales. Como patiño, además, usó a Malagón, posando en selfies y a quien le mandó buenas vibras. Seguramente como las que le mandaba a Memo el Conejo Pérez antes del Mundial de Sudáfrica 2010.
La realidad, que certifica y avala a Aguirre, es que hoy el portero del equipo con apellido de desinfectante chipriota es mejor opción que Malagón y Rangel. Revise Usted: se equivocan en lo mismo. Pero, Ochoa además tiene voz e imagen dentro del vestidor.
Con su irrupción por “compromisos comerciales”, Guillermo Ochoa termina por rectificar (“yo no regalo nada”) a Javier Aguirre, pero también termina por ratificar (“no hay pa’ más”) a Javier Aguirre.
El analista de Futbol Picante defiende la convocatoria posible del nacido en España y exjugador del Real Madrid al Tri.
2.- Palomear convocatorias
Hoy Javier Aguirre, como pasó con Gerardo Martino, es el señor feudal del Tri. En su momento, Alejandro Burillo Azcárraga, Justino Compeán, y hasta Decio de María, llegaban a manosear las listas de pajecitos de la selección. Después, nada. Guillermo Cantú, Yon de Luisa y Gerardo Torrado eran ujieres (achichincles, pues) del Tata.
Y Martino llevó a Raúl Jiménez y a Rogelio Funes Mori, por capricho, en detrimento de Santiago Gimenez, porque “anota muchos goles, pero juega poco”. A cambio, aceptó la recomendación de convocar a Andrés Guardado para que asistiera a su quinto Mundial.
Hoy Javier Aguirre, en el organigrama ficticio, fraudulento, de la FMF, tiene a puro don nadie: Duilio Davino, Mikel Arriola e Ivar Sisniega. El primero fracasó en Monterrey, y los dos últimos son lastres, uno de las recompensas políticas de Emilio Azcárraga Jean, y el otro, el caballito de Troya que dejó enquistado Juan Carlos La Bomba Rodríguez.
¿Alguno de estos tres se atreve a cuestionar, ordenar o incomodar a Javier Aguirre? Si algo hay que modificar en el Tri, será Azcárraga Jean quien desatienda su Rosa de Guadalupe para cuestionar a su Vasco de Lindavista.
Cierto, Azcárraga Jean se incomodó con Ochoa por la forma en que se separó del América, pero ya se ensañó con la ineptitud de Santiago Baños para retenerlo, y además, ya perdonó al arquero del Limassol una vez y lo hará nuevamente.
3.- "Me impusieron jugadores"
Ricardo Tuca Ferretti pasó de un extremo a otro. En octubre de 2015, cuando dirigió a la Selección Mexicana y la clasificó a la Copa Confederaciones venciendo a United States en el Rose Bowl, aseguró que “a mí no me van a imponer ni madres”.
Ahora, desde los micrófonos en ESPN, El Tuca se sincera: “A mí sí me impusieron a Guillermo Ochoa en la selección”. Antes había asegurado que “sí me impusieron jugadores” por fines publicitarios.
Sin embargo, recuérdese que antes de dirigir al Tri, el Tuca había vociferado: “Prefiero ser barrendero antes que entrenador de la Selección (Mexicana)”.
Como sea, Ferretti le puso nombre y apellido a un secreto a voces. Al final, el Tri es una fértil incubadora como empresa financiera. Imagínese Usted que este jueves se agregó a la lista de patrocinadores una firma aceitera (Castrol), y solamente para Estados Unidos.
Sí, ninguna, pero ninguna selección de futbol en el mundo tiene una cantidad similar de mecenas, en dos países distintos, como el Tri, que en ligas mayores no ha ganado nada, absolutamente nada, aunque se argumente la Copa Confederaciones 1999, jugada en el Estadio Azteca y ante la Sub 23 de Brasil.
Además, por sociedades comerciales, amistades y familiares, empresas de ropa deportiva, tequileras y panaderas exigen a Guillermo Ochoa como su maniquí, y, eso sí, con el uniforme de la selección y con el número 13 en la espalda.
Hasta ahora, el único futbolista mexicano que se negó a ser comparsa en las voracidades comerciales del Tri fue Carlos Vela. Incluso desdeñó patrocinios personales por casi 10 millones de dólares y se negó a acudir al Mundial Brasil 2014, y lo reiteró para Qatar 2022. El resto, han sido condicionados a que su presencia con la Selección Mexicana incluye hasta cargar cotorras en el hombro.
Javier Aguirre tendrá este viernes conferencia de prensa antes del tormentoso partido amistoso contra Uruguay. Inevitable será que se le pregunte por esa aparición de espíritu chocarrero de Guillermo Ochoa con el uniforme del Tri. Claro, el Vasco ha salido ileso de cuestionamientos y circunstancias más severas. Tiene dos facultades imbatibles: ladino y culturizado.
Así, Guillermo Ochoa, con esta presencia invasiva e invasora, sólo rectifico (“yo no regalo nada”) a Javier Aguirre, pero, también, de pasadita, terminó por ratificar (“no hay pa’ más”) a Javier Aguirre: será uno de los tres porteros en la FIFA World Cup.
Y, al final, Justino Compeán y Ricardo Ferretti habrán confirmado que nunca mintieron. La convocatoria la palomean Emilio Azcárraga Jean y el auditor de la FMF, y terminan agregando a la delegación a quienes contable, pero no futbolísticamente, consideran imprescindibles en la Selección Mexicana.
